lunes, 24 de abril de 2017

TRES ATAQUES A LA FAMILIA



FAMILIA EN EXTINCIÓN - Parte #1
TRES ATAQUES A LA FAMILIA

La familia es importante para Dios, él inventó el concepto. Al crear al ser humano; hombre y mujer, Dios decretó de manera explícita el mandamiento de crear una gran familia para ejercer dominio en nombre del Señor.

Aún tras la caída, vino una promesa de bendición (con Abraham) para todas las familias de la Tierra.
Y podemos ver que Dios emite estatutos y mandamientos para proteger y ejercer su soberanía sobre la familia, el pacto matrimonial, la crianza de los hijos, el cuidado de la vida, etc…
Una y otra vez podemos ver en las escrituras que la familia es vista como el núcleo relacional básico, donde ocurre la enseñanza, donde se ejerce el servicio y la responsabilidad, donde se aplica la corrección y se repite la verdad de Dios al acostarse y al levantarse.

Pero la familia, como institución base de convivencia y de crianza está en peligro de extinción al menos desde tres frentes:

1) La redefinición de la familia
2) La desintegración de la familia
3) El abandono de la familia


Redefinición de la familia

Hoy es común y cada vez menos escandaloso el avance de la agenda gay y la agenda feminista; con su intento de redefinir los fundamentos de la familia. Promoviendo el matrimonio gay, la adopción homoparental y la “teoría de género”.
Ante tales disparates no podemos sino aferrarnos a la Biblia como norma, como referente existencial y ético para mantener el diseño de Dios para la familia = un hombre + una mujer (unidos en pacto matrimonial) (para la recreación mutua y la procreación piadosa) (sometidos a Dios)



Génesis 2:23-24
Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Levítico 18:22
No te echarás con varón como con mujer; es abominación.



Desintegración de la familia 

La taza de divorcios está creciendo mientras que la frecuencia del matrimonio disminuye.
Cada vez es más la gente que dice “no creo en el matrimonio” y el divorcio es visto como una alternativa viable para cuando “el amor se acaba”
Son muchos los niños que se han acostumbrado a vivir en dos casas, a tener dos fiestas de cumpleaños, a pasar las navidades conforme se arreglen los papás, que prefirieron romper antes que perseverar, personas que cuando las cosas no salieron como querían o esperaban, vieron en el divorcio una salida “civilizada” que, sin embargo, nos está dejando con un grave problema: la normalidad de la irresponsabilidad, la promoción del egocentrismo, donde si algo no me gusta, me puedo bajar cuando yo quiera…

Es que no podemos convenir en que el matrimonio es un contrato, donde convergen los intereses de dos particulares. La Biblia le llama PACTO y es un acuerdo solemne, un juramento de hacer todo lo que esté en nuestras fuerzas para cuidar y proteger el hogar que construimos en Cristo.



Malaquías 2:14
14Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.

Marcos 10:9
Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.



Desatención de la familia

Conforme lleguen las vacaciones, serán muchas las mamás y papás que escribirán en sus redes sociales – “¡Auxilio! Mis hijos ya salieron de vacaciones”. Y es que los hijos hoy son vistos por muchos como un estorbo, una carga… son bonitos para sacarse fotos con ellos, para presumir nuestra “realización” como personas. Pero cómo quisieran muchos poder librarse de sus hijos para seguir viviendo para sí mismos. Hoy los jardines de niños y escuelas ofrecen el servicio de “guardería” donde puede uno confiarle el cuidado de sus hijos a la institución aun cuando haya terminado el horario de clases (por mi casa está a $50 la hora extra). Y son muchos los que agradecen que haya “escuelas de tiempo completo”.

El hogar no es para muchos el lugar al cual se ansía llegar, sino el lugar del que uno quiere escapar, dejando la tarea de la crianza a los abuelitos (en el mejor de los casos) o a desconocidos “profesionales” que vertirán sobre esos niños su filosofía de vida, sus valores y creencias.
La iglesia no ha escapado de ésta situación, son muchos los que no han entendido que la crianza familiar es tarea de papá y mamá y esperan que hermanos bien intencionados logren transmitir en una hora semanal lo que Dios decretó que los padres enseñaran día y noche a sus hijos.

Claro, muchos argumentarán que no están desatendiendo su hogar, que es el costo del éxito, que es necesario para que los hijos tengan “los que nunca tuvimos” – Pero esto es muy ilustrativo: pocos padres le confiarían su “Smartphone” al vecino por un día entero… pero sí están dispuestos a confiarle a sus hijos a desconocidos por toda la semana. Pocos adultos le confiarían su auto por un mes a un mecánico sin preocuparse del estado de su vehículo, pero sí están dispuestos a dejar que desconocidos se encarguen de la crianza de toda la vida de sus hijos ¿Será posible que cuidemos más de nuestros gadgets que de nuestros hijos?

Necesitamos retomar la responsabilidad de la crianza, ver la maternidad y la paternidad como una vocación. Decir NO al espejismo del “progreso” a costa del abandono del hogar.



Efesios 6:4
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Tito 2:3-5
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.



DIOS NO ES UN ACCESORIO, ES EL FUNDAMENTO DEL HOGAR

NO podemos redefinir el concepto de la familia según sea el antojo de la inventiva humana o la moda sociológica en turno -  es el modelo de DIOS, establecido en las escrituras, el que hemos de acatar y  celebrar, pues el todo sabio y soberano creador diseñó todas las cosas (incluidas las relaciones e instituciones de la familia, el matrimonio y la crianza) BUENAS en gran manera - Es muy arrogante (e irreverente) pensar que podemos redefinir lo que DIOS ya ha establecido como norma.

NO debemos permitir que el pacto matrimonial y los deberes contraídos con él sean tomados a la ligera. La fidelidad de Dios para con su pueblo debe ser el ejemplo de fidelidad que hombres y mujeres imitemos en el matrimonio. El amor SACRIFICIAL de Jesús por su Iglesia, ha de ser la medida de amor que los cónyuges imitan en el matrimonio - La promesa "hasta que la muerte nos separe" necesitará de la gracia, el poder y la guía de DIOS para ser cumplida - pero cuenta con la promesa de Dios, de bendecir el hogar de quienes le buscan en fe y devoción.

NO permitamos que la familia, el matrimonio y la crianza sean objeto de indiferencia, de burla o menosprecio - honremos a Dios en el matrimonio, seamos diligentes en el pastoreo de nuestros hijos - dejemos de seguir estándares y metas basadas en la vanidad de la vida y la frivolidad del mundo - debemos arrepentirnos de nuestro descuido del hogar, y debemos revertir tanta negligencia siendo NO sólo proveedores de nuestros hijos, sino pastores de sus almas -  NO sólo acompañantes de nuestro cónyuge, sino aliados en la búsqueda de Dios.

Salmo 127:1-2
Si el Señor no construye la casa,
de nada sirve que trabajen los constructores;
si el Señor no protege la ciudad,
de nada sirve que vigilen los centinelas.
De nada sirve trabajar de sol a sol
y comer un pan ganado con dolor,
cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen...


TODO ESFUERZO Y PROYECTO FAMILIAR SIN CRISTO ESTÁ DESTINADO AL FRACASO; SÓLO EN CRISTO HAY ESPERANZA PARA LA FAMILIA

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