viernes, 13 de febrero de 2009

Santificación a tu medida

Un plan a tu medida[10].

Si hay un área de relación en que es necesaria la aplicación de medidas radicales y sabias esa área es la integridad sexual.
La Biblia engloba todas las formas de pecado sexual bajo el término “Fornicación”, que no solamente se limita a la consumación del acto sexual prohibido por Dios, sino a todas las posibles manifestaciones del pecado sexual; que va desde los pensamientos y deseos hasta las acciones de la persona.


Dos preguntas son importantes:
- ¿Sabes con precisión cuáles son tus puntos débiles?
- ¿Tienes un plan específico de defensa y prevención de la impureza sexual?



Es necesario que entiendas que tus tentaciones están hechas a tu medida.
Cada persona tiene diferentes trasfondos, debilidades y tendencias pecaminosas; así que no existe un plan estándar de prevención; pero sí principios bíblicos generales que puedes aplicar a cada área particular de tu vida. Hay cuatro pasos que son de mucha ayuda:

1) Reconoce que la impureza sexual parte de nuestros propios corazones pecadores.
- Hazte un examen personal con las preguntas Rayos-X que ya mencionamos.
- Ponle nombre específico a tus batallas. ¿con qué práctica específica estas luchando? ¿masturbación, pornografía, pensamientos impuros, coqueteo, homosexualidad, pláticas con doble sentido, mentiras?
- Arrepiéntete por los pecados específicos.
- Has una lista lo más extensa posible de las cosas que puedes hacer desde ahora para vencer esa práctica específica.


2) Identifica los disparadores de la impureza:
- ¿A qué hora del día te sientes más tentado?
- ¿Qué día de la semana sientes más la presión de la tentación?
- ¿En que circunstancia del día te sientes más tentado?
- ¿Existen ciertos lugares en que la impureza te tienta más?
- ¿Cuánto tiempo pasas en esos lugares?
- ¿Con qué personas te relacionas más? ¿alguna persona en especial es una fuente de tentación para ti?
- ¿Es necesario que estés ahí? ¿Cómo justificas tu permanencia en ese lugar?
- ¿Qué programas miras en la TV? ¿Qué películas acostumbras mirar?
- ¿Qué pasos debes dar para honrar a Dios al mirar TV?
- ¿Tienes cuidado con lo que lees? ¿Qué tipo de periódicos y revistas lees?
- ¿Qué acciones te llama a tomar Dios en cuanto a los que lees?
- ¿Qué tipo de música te agrada? ¿cuál es el tema de las canciones que más escuchas?
- ¿Cuánto tiempo pasas en Internet? ¿Es necesario que pases esa cantidad de tiempo?
- ¿Cómo cuidas tu pureza espiritual y sexual al estar conectado a Internet?
- ¿Hacia dónde se dirigen tus ojos cuando vas por la calle?


3) Actúa en base a lo que sabes y descubres de ti
- Confecciona tu propia lista de los 3 principales disparadores de la lujuria y la inmoralidad.- Pregúntate: ¿cómo puedes evitar esos disparadores?
- Planea ¿Cómo puedes prepararte para la hora del día o el día de la semana en que la tentación será más fuerte?
- Ponte límites: ¿Cuánto tiempo pasarás en ese lugar? Si no es necesario, no vallas ahí.
- Determina cuál será la victoria sobre la lucha particular. ¿Cómo ves la batalla? ¿Cuándo consideras que puedes decir que venciste a la tentación?
- Actúa de manera específica ¿Hay algo que debas tirar a la basura? ¿debes eliminar algún hábito? ¿debes dejar de frecuentar algún lugar?.
- Comienza con una cosa a la vez. Escoge un asunto en tu lista, llévalo a dios en oración y arrepentimiento y concéntrate en el asunto. Pelea, ora, cúbrete de la gracia divina y en la medida en que Dios te conceda la victoria ocúpate en más asuntos de la lista.
- Mantente fielmente activo.


4) Mantente firme en los pasos de prevención específicos:
- Desconfía de ti mismo
- Fija tus propios límites
- Reconoce el poder de los ojos
- Extingue de inmediato cualquier incendio que haya empezado
- Busca el consejo sabio
- Ríndele cuentas a alguien
- No te aísles en el matrimonio
- No dejes de enamorar a tu esposaComprométete con tu Santificación.


Romanos 13:11-14
11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de
levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.



[10] Extraído de Ni aún se nombre Cap.4 de Joshua Harris. / Unilit 2003

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