jueves, 24 de marzo de 2011

El Espejismo - Nuestros Mañanas



Lo que Dios quiere hacer con Nuestros mañanas

Quizá todos recordamos cuando éramos pequeños y nos tropezábamos o nos golpeábamos, mamá o papá o alguien mayor nos sobaba con la ya famosa recitación “sana, sana, colita de rana. Si no sana hoy sanará mañana”

El mañana es muchas veces un consuelo, una segunda oportunidad para hacer lo que no pudimos hacer hoy; o para reparar lo que hicimos mal el día de hoy.

El mañana es otras veces un tiempo extra que debemos aprovechar, como cuando nos dan un día más de plazo, o nos conceden un día más para pagar una deuda…

Otras veces, el mañana es un martirio, como cuando tenemos una cita con el doctor, o cuando debemos presentar un examen final.

Para algunos, el mañana es un regalo, como quien sabe que mañana se va a casar, o el preso que sabe que al día siguiente será liberado.

Sin embargo, ya sea que el mañana nos sirva de consuelo, como una segunda oportunidad, nos martirice o nos alegre, el mañana podría ser para todos un simple espejismo.

Seamos honestos; muchas cosas quedaron sólo en buenas intenciones el año pasado sólo porque lo fuimos dejando para “Mañana” proyectos dejados a medias, trabajos que nunca hicimos, decisiones que nunca tomamos; malos hábitos que no dejamos, personas a quienes no buscamos, palabras que no dijimos… que fuimos dejando para “mañana” pero mañana nunca llegó.

Otras veces el “mañana” no nos sirvió como escape sino como justificación o como excusa para el hoy.

Como quien se excusó con su amigo “hoy no puedo ayudarte porque mañana tengo que madrugar”, o quien no quería prestarle a la amiga y le dijo “hoy no puedo prestarte porque mañana tengo que hacer pagos”

O el muchacho que le dice al pastor “hoy no puedo congregarme porque mañana tengo examen final” o la hermana que dice “Hoy no puedo comprometerme porque mañana me llega familia”… siempre efectiva la escapatoria del mañana.

Pero mañana muchas veces se vuelve sólo un espejismo: ésta es la verdad, quizá llegue, quizá no. Si viene, ya veremos, “Cada día trae su propio afán” de todas maneras nosotros no vivimos en el mañana sino en el hoy y lo mas sabio sería no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy.

Así que comenzamos el año 2010 con una precaución: Tengamos cuidado con el espejismo del mañana.

Tengamos cuidado pues con el pretexto del “mañana” las acciones se quedan en palabras, los cambios se quedan en propósitos y los compromisos se quedan en promesas.

¡Cuidado con el espejismo del mañana!

¿Porqué debemos tener cuidado con el mañana?

Hay al menos 3 razones:

1. Es una excusa para la pereza

Uno de los primero peligros del espejismo del mañana es que nos invita, nos tienta a la pereza.

“Hay más tiempo que vida…”

¿Para qué hacer hoy lo que puedo dejar para mañana?

Eclesiastés 10:18

Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.

¿Qué has estado postergando siempre para mañana?

Ya ponle final a esa actitud, mejor pídele a Dios que obre en ti y que te lleve a hacer aquello a lo que tanto le has sacado la vuelta.

Lee la Biblia completa; ponte un horario para orar, proponte leer un buen libro de contenido cristiano, ponle fin a esas actitudes y hábitos malignos, reconcíliate con esa persona; busca en primer lugar a Jesús.

No estoy hablando de obrar por obrar, no estoy tratando de ser moralista; que quede claro que antes que nada necesitamos que Dios obre transformadoramente para nuestra salvación; quizá ese sea el lugar donde algunos deben comenzar: en rendirse a Dios y suplicar el perdón por los méritos de Jesús; quizá alguien aquí lo ha estado postergando; ya es hora de ponerse a cuentas con Dios y arrepentirse.

Pero una vida que ha sido tocada por el poder del Evangelio, se moverá de la pereza a la diligencia; alguien a quien Dios ha regenerado, comenzará a sentirse incómodo con su situación actual y será persistente en hacer cambios en su vida, por el Espíritu Santo que mora en el cristiano; recordemos que Dios obra en nosotros el querer como el hacer.

Aún para los cristianos, la pereza es una tentación; y muchas veces viene disfrazada en el espejismo del mañana. Así que comienza haciendo una lista, no de “buenos propósitos” sino de “ajustes y cambios necesarios para la gloria de Dios” y pídele a Dios la voluntad y la determinación para vivir por él y para él.

Colosenses 3:17

Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

2. Es una Excusa para la negligencia

Proverbios 19:15

La pereza hace caer en profundo sueño,

Y el alma negligente padecerá hambre.

Es una negligencia saber que tengo diabetes y no cuidar mi alimentación

Es una negligencia tener pagos pendientes y aún así seguir adquiriendo más deudas.

Es una negligencia saber que viene un huracán y no tomar precauciones…

Pero igualmente es una negligencia ser padre y no buscar a Jesús.

Y es también una negligencia ser esposo y no acercarme a Dios.

Y es muy negligente querer construir una familia sin Dios y Cristo como fundamento.

Y es una gran negligencia, la negligencia total, saber que el fin viene y seguir dejando para mañana los asuntos espirituales.

Hebreos 10:23-25

23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

3. Es una Excusa para la desobediencia

Ahora recuerdo con algo de tristeza cuando era hijo de casa, y estaba viendo TV o jugando, y mamá o papá me pedían que hiciera algo; una respuesta común era “si, al rato”

Oye, saca la basura; “Si, al rato”

Oye, lava los trastes; “Si, al rato”

Lo malo es que ese al rato no llegaba, y la verdad ni había ganas de que llegara, en realidad uno no está diciendo “Sí lo voy a hacer, en un momento” en realidad estaba disfrazando mi negativa a obedecer y era más fácil decir “al rato” creyendo que mis padres ingenuos se la creerían y dejarían de molestar…

Pero papá me decía ¿Cuándo al rato? “Al rato ya querrás algo y vas a ver”

El espejismo de mañana es muy seductor.

Ahí está el hombre que sabe que debe terminar con esas malas compañías, pero dice “mañana” además no puedo cortar así como así con esa relación, sería descortés.

Ahí está la mujer que sabe que necesita hacer cambios en su vida, pero dice “hoy ya es tarde, mejor mañana”

Ahí está el muchacho que sabe que debe terminar con ese mal hábito, con ese vicio, pero dice “mañana”

Es peligroso seguir haciendo que las cosas dependan del mañana, y es mucho más peligroso cuando se trata de obedecer a Dios.

Cada vez que decimos “mañana” es otra manera (una manera muy refinada) de decir “hoy no quiero, hoy no me interesa”

Romanos 12:11

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.

Cuando se trata de servir al Señor, obedecer “hasta mañana” es desobedecer hoy.

Concluyendo:

No estoy diciendo que tengamos que hacerlo todo hoy, necesitamos encontrar cierta medida de balance; el mismo Jesús dijo “no os afanéis por el día de mañana” ya hablaremos de eso éste mes.

El mañana puede ser una tortura para quienes se afanan, pero hoy hemos visto como puede ser una excusa para los que postergan lo importante para después.

Ya ha sido suficiente, hay asuntos que atender; y me refiero a asuntos espirituales.

Dejemos la pereza, el mañana no es excusa para la ociosidad:

2 Pedro 1:5-8

5vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Y el mañana no es excusa para la negligencia:

Lucas 17:26-30

26Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. 27Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. 28Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; 29mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. 30Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.

Y seamos obedientes YA, el Señor nos llama a todos: al arrepentimiento, a la santidad, a ceder el control al Señorío de Jesús, y es un asunto prioritario, DEJARLO PARA MAÑANA ES DESOBEDECERLO HOY.

1 Juan 2:1-4

1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.

No podemos dejarlo para mañana, el mañana es un espejismo, tengamos cuidado con él.

Mejor vivamos en nombre de Jesús, en arrepentimiento y fe y que el Señor haga HOY en nosotros su voluntad y seamos diligentes.

¿Qué quiere Dios que hagamos con nuestros mañanas?

Que dejemos de usarlos para excusar nuestra pereza, que dejemos de usarlos para minimizar nuestra negligencia y que dejemos de usarlos para disfrazar nuestra desobediencia;

Escogeos hoy a quien sirváis.

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