lunes, 9 de septiembre de 2019

¿LEGALISMO EN TU SALMODIA EXCLUSIVA?




En un primer comentario me referí a quienes tratan de darse aires de reformadores infiltrando en la iglesia presbiteriana de México propuestas litúrgicas basadas en un arraigo cuasi idolátrico de los estándares históricos de la iglesia, pero tristemente con ausencia de validez bíblica.
Tal es el caso de la “salmodia exclusiva” – Esta moda hípster ha tomado como una de sus principales propuestas, la idea de que la iglesia presbiteriana que realmente quiera “volver a la verdad” y “adorar a Dios como es debido” debe ceñirse al uso de la “salmodia exclusiva”.

¿Qué propone la “salmodia exclusiva? Entiéndase, que deberíamos dejar de cantar toda clase de himnos que no sean exclusivamente salmos - no importa si su contenido es doctrinalmente correcto; deben sacarse del repertorio – lo siento, dejaremos de cantar “Santo, Santo, Santo” sin importar que sus estrofas hagan eco de la doctrina de la soberanía de Dios; dejaremos de cantar también “Obediente a tu mandato” que aunque enmarca bellamente la doctrina de la eucaristía, según los propios neo-puritanos es “pecado” pues es como ofrecer “fuego extraño” a Dios – y así pasaría con muchos himnos más como “Grande es tu fidelidad” que exalta la providencia de Dios, como “Prefiero a Cristo” que afirma la centralidad de Jesucristo en la vida cristiana – lo sentimos, todo eso debe desaparecer, pues como no son “himnos inspirados” no son aceptables delante de Dios.
No sólo deben desaparecer los himnos de nuestra liturgia, sino también los instrumentos – pues Dios, dicen estos “próceres de la ortodoxia” no prescribió el uso de instrumentos para el culto cristiano (habrá que esperar por los argumentos bíblicos que ofrezcan para semejante afirmación) – así que, si queremos ser una iglesia “pura y fiel” que ofrezca un culto “aceptable y bíblico”, tendremos que ir rematando los pianos, los violines, las guitarras, los acordeones y toda clase de instrumentos musicales, y habrá que hacerlo con arrepentimiento, pues según estos neo-puritanos, hemos estado ofendiendo a Dios durante siglos con esta clase de liturgia “infiel y profana”.

Ahora bien, cuando preguntamos ¿Cuál es el fundamento bíblico para una propuesta tan intransigente respecto a la liturgia de la iglesia; uno esperaría que gente tan piadosa y escrupulosa de hacerlo todo con “apego bíblico” nos llevara a este y aquel pasajes bíblicos y nos comprobara así, con capítulo y versículo que la “salmodia exclusiva” es la norma del canto congregacional para toda la iglesia en todas las edades. Pero no, al solicitar bases escriturales, comienza un enredo de argumentación que apela no a la Biblia, a priori, sino al contexto histórico de la Confesión de Fe de Westminster (1646) alegando que, ya que “en Westminster no sólo se formuló la Confesión de Fe sino también el Directorio para el culto público, entonces una iglesia que se quiera llamar realmente presbiteriana, debe adscribirse a éste último también” – no verá usted mucha argumentación bíblica, sino una apego sin reparos al dogma (de ahí que los acuso de idólatras de la herencia histórica).

Luego, procederán a insistir en que debido a que se debe respetar el “principio regulativo” (sólo lo que la Biblia prescribe debe ser practicado) pues entonces no hay más que discutir; la Biblia no nos manda componer himnos para el culto público, así que no debe hacerse. Lo que no dicen (convenientemente) es que el “principio regulativo” deja fuera otras cosas: por ejemplo, la biblia no ordena explícitamente la práctica de ayunos, pero el Directorio para el culto público considera que sí se pueden practicar los ayunos; así también. La biblia no prescribe la celebración de bodas ni su “solemnización”, no obstante, el mismo Directorio para el culto público lo considera válido. Es más, la biblia NO ordena que se elabore un libro normativo como lo es el Directorio para el culto público y se implante en toda la iglesia para uniformar la liturgia, y sin embargo, esto no fue motivo para que los hermanos de Westminster vieran inapropiada la edición del Directorio. Entonces, ¿Por qué los neo-puritanos apelan tan recalcitrantemente al “principio regulativo” que ni el mismo Directorio de Culto que ellos mismos exaltan, aplica con sumo rigor?
Y prepárese, porque a falta de argumentos bíblicos, vendrán los adjetivos - “adiaforistas”, “denominacionalistas”, “sectarios evangélicos” y motes similares serán usados para todo aquel que pida una validación bíblica para la prohibición del uso de cánticos e himnos en la liturgia.

Comprendo la preocupación por que no se cante en la iglesia algo contradictorio a la sana doctrina, y acepto que hay cantos y alabanzas no sólo contemporáneas sino de antaño también que carecen de un fundamento bíblico y contradicen la sana doctrina, y por lo tanto son inaceptables en el culto y en la vida del cristiano, pero eso no es motivo para echar a la hoguera todo himno y toda alabanza sólo porque no fue aprobado por la asamblea de Westminster. O dígame entonces ¿Qué de malo, profano, impío o blasfemo hay en un himno como “A nuestro Padre Dios” que exalta a la trinidad, o un himno como “De tus mandatos tengo sed” que prácticamente resume el contenido del Salmo 119.
Y aquí es donde se deja ver el calibre del legalismo al que llega esta clase de apasionamientos innecesarios; en la cerrazón y rechazo a toda clase de contextualización: supongamos, sin conceder, que quedamos de acuerdo en que debemos de cantar sólo el contenido de los salmos, nada mas que eso. Bueno, pues hagamos un “salterio mexicano” para su uso en la iglesia presbiteriana de México – primero tendrá que convencer a muchos neo-puritanos de que las melodías del salterio de ginebra no son la norma musical para la iglesia, porque lo que han venido haciendo es adaptar paráfrasis de los salmos a las melodías del Salterio de Ginebra, que si bien tienen cierta belleza, no pueden ser impuestas como norma para la iglesia, a menos que se quiera alegar inspiración divina para ellas.  Y conste que dije paráfrasis, porque ni siquiera en el salterio de Ginebra se cantan los salmos completos ni los términos exactos (del hebreo bíblico), sino que por cuestiones de métrica y estética, así como de traducción, se tuvieron que hacer algunas adaptaciones – entonces me pregunto, ¿Por qué esto fue válido en aquellos tiempos pero no es válido hacerlo en esta época?.

Algo más, yo esperaría que un proponente dela “salmodia exclusiva” deberá estar de acuerdo en que la iglesia cante alabanzas como “El Señor es mi pastor” (de Danilo Montero), o “Temprano yo te buscaré” (de Marcos Witt), o “Jesús es mi luz y mi salvación” (de Torre Fuerte) e incluso “Cantad Alegres a Dios” (de Jesús Adrián Romero) – porque con estas alabanzas tenemos prácticamente cubiertos los Salmos 23, 63, 27 y 100, respectivamente… comprendo que tales autores no son los mejores exponentes de una doctrina ortodoxa (la selección ha sido a propósito), algunos incluso han errado gravemente, pero considere el hecho de que las palabras de los cantos citados NO son de su autoría personal, sino términos prestados de la Biblia misma – y de acuerdo a un principio básico (que el mismo Calvino señala en su Institución de la Religión Cristiana), “toda la verdad pertenece a Dios” y entonces, tales cánticos son legítimos para la adoración, porque están arraigados en la palabra de Dios (que es siempre verdad).

Cierro con un ejemplo más del legalismo que promueven los neo-puritanos con su moda hípster de la “salmodia exclusiva” – La iglesia canta desde hace años un corito que dice “Alabad a Jehová naciones todas, pueblos todos alabadle…” se canta en muchos lugares con guitarra, a falta de instrumentos más sofisticados.  ¿Es bíblico? Sí, son las palabras literales del Sal.117 (traducción Reina Valera 60), ¿Es cantable? Sí, la melodía es sencilla y fácil de cantar. ¿Es decoroso? Sí, no hay algo que pueda imputársele de profano o indecente… ¡Entonces podemos alabar a Dios usándolo en la liturgia presbiteriana en México! mmm… me temo que los neo-puritanos no estarán satisfechos; como no es la versión  metrificada del salterio de Ginebra, y se acompaña con una guitarra, dirán que no es aceptable en el culto cristiano… Si eso no es legalismo, ni  idolatría de la historia  ¿Qué es entonces?.

8 comentarios:

Cristián dijo...

Creo que verdaderamente erras en la presuposición y desarrollo de tu artículo, porque efectivamente el legalismo busca a través de mandamientos humanos, honrar a Dios, efectivamente lo contrario que propone la salmodia exclusiva, quien ardientemente no apela principalmente a la historia sino a la escritura, que ella nunca ordena el canto de letras no inspiradas, por lo cual defienden con mucho vigor los textos dónde el apóstol ordena, inspiradamente cantar Salmos, Himnos, y cánticos espirituales (efesios y colosenses). por lo tanto, la liga que haces en tu artículo, no solo es un hombre de paja, sino todo lo contrario.

Además, ningún salmodia exclusiva propone que las melodías sean inspiradas, algunos cantan el salterio ginebrino, otros el escocés, incluso hay salmos con la melodía de 'amazing grace', eso es otro espantapájaros de tu parte.

Realmente, un pésimo artículo.

Unknown dijo...

Perdí 5 minutos de mi vida al leer esta estupidez. Hay argumentos bíblicos de la salmodia exclusiva pero veo que tu estrechez de mente las ignoraría por completo, ni siquiera uno tiene que apelar a Westminster o Calvino (quien por cierto era un sublime defensor de la salmodia exclusiva). Espero que Dios te dé gracia para iluminarte porque al momento de tildarnos como legalistas haces una acusación grave a un sector histórico de la iglesia.

Unknown dijo...

Ojalá Dios le siga usando como instrumento para hacer evidente Su gracia. Gracias Pastor. Muy buen artículo.

Unknown dijo...

Me parece pésimo el ponerle frenos por ideas a la adoración. La eisegesis de los pasajes no es ortodoxa

Unknown dijo...

Es muy triste que como iglesia presbiteriana pongamos "reglas". El argumento del artículo es bueno, pero me parece increíble que cantarle a Dios deba ser por normas impuestas

*** Emisael *** dijo...

Me gustó lo de hipsters... Yo licenciado en teología, carismática si quieren, queriendo reformar mi vida con la Santa Iglesia Apostólica Pesbiteriana, no veo que estén más divididos que los neopentecostales evangélicos como nos han llamado, hasta nos han dicho que los católicos son más hermanos de ellos que nosotros, por la hisorisidad supongo... Prefiero quedarme en mi congregación pentecostal, a sumergirme en esta. División nueva, más vale malo por conocido que presbiterio por conocer... Que Dios me ilumine si estoy mal... Pero me parece un excelente artículo, gracias pastor por tu aportación y que desgracia los comentarios.. Todos ellos no han de tener ni 40 años, han de. Ser como yo.. Milenials, y se vuelven mas hijos de la confusión, y a los que enseñan los hacen 10 veces peor que ellos.. Dios no ayude!!! Bendecido.

*** Emisael *** dijo...

Me gustó lo de hipsters... Yo licenciado en teología, carismática si quieren, queriendo reformar mi vida con la Santa Iglesia Apostólica Pesbiteriana, no veo que estén más divididos que los neopentecostales evangélicos como nos han llamado, hasta nos han dicho que los católicos son más hermanos de ellos que nosotros, por la hisorisidad supongo... Prefiero quedarme en mi congregación pentecostal, a sumergirme en esta. División nueva, más vale malo por conocido que presbiterio por conocer... Que Dios me ilumine si estoy mal... Pero me parece un excelente artículo, gracias pastor por tu aportación y que desgracia los comentarios.. Todos ellos no han de tener ni 40 años, han de. Ser como yo.. Milenials, y se vuelven mas hijos de la confusión, y a los que enseñan los hacen 10 veces peor que ellos.. Dios nos ayude!!! Bendecido.

William dijo...

Totalmente de acuerdo hermano, creo que tambien deberian de utilizar automoviles.
No le pude compartir un estudio exegetico porque algunos textos estan en Griego Koine