jueves, 30 de septiembre de 2010

Inscripciones abiertas para hambrientos de verdad

¡Inscripciones Abiertas!

Para Hambrientos de Verdad

Hablemos un momento de hambre y antojos; en las últimas semanas, con el embarazo de martita mi esposa; he aprendido algunas cosas acerca de hambre y antojos; ya aprendí que si no tiene hambre de nada sirve que la haga comer… no le va a caer bien (generalmente acaba por no caerle bien); y aprendí que nuestros antojos pueden cambiar de la noche a la mañana; así que de un tiempo acá, mi pregunta de cada mañana es ¿Hoy de qué tienes hambre? ¿Hoy qué se te antoja?

Y esa pregunta es la misma que te hago a ti hoy, mi hermano: ¿Hoy, de qué tienes hambre? ¿Hoy hacia dónde se dirigen tus antojos?

Juan 6 es un pasaje que nos habla de una clase especial de hambre que Cristo vino a satisfacer.

No la clase de hambre que se calma con tortillas y frijoles, sino la clase de hambre que requiere PAN DE VIDA y AGUA VIVA.

Ustedes recordarán el evento que se relata al principio de Juan 6, la “alimentación de los 5 mil”

Lo que sigue narrando el capítulo es que al otro día las personas vinieron a buscar a Jesús, sin embargo, Jesús no está muy entusiasmado con sólo la presencia de ellos, pues él sabe la razón verdadera por la cual ellos han venido:

Juan 6:26-27

26Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

En otras palabras, la gente viene al día siguiente a Cristo porque quiere llenar su barriga de nuevo, pero en realidad no están interesados en Jesús, sino en lo que pueden sacar de Jesús.

Y Jesús está dispuesto a darles algo mejor que el pan común, él está dispuesto a saciarlos plenamente.

Él se compara con el pan, y les dice: YO PUEDO SATISFACER realmente su hambre, dejen de pensar sólo en la comida común; YO vine a que tengan saciedad de verdad.

Juan 6:35-36

35Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.

Y luego de estas palabras, la conversación se vuelve áspera; Jesús les dice una y otra vez: YO SOY EL PAN

Pero ellos no tienen hambre del pan de vida, ellos se conforman con pan común.

En realidad no están tan hambrientos; en realidad sólo quieren saciarse temporalmente…

Eso lo podemos deducir de la actitud que asumieron muchos de los seguidores:

Juan 6:66-68

66Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? 68Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Así que en éste pasaje hay dos tipos de gente, los que se sacian con el pan común y los que tienen hambre del PAN DE VIDA.

La pregunta, de nuevo es: ¿Tú de qué estás hambriento? ¿De pan común o de Cristo?

Con pan común, podemos representar a cualquier deleite, cualquier cosa que se puede obtener en éste mundo, si trabajas lo suficiente, si ahorras lo suficiente, si te esfuerzas lo suficiente.

Pero a fin de cuentas es eso nadamás: PAN COMÚN

Sin embargo, Jesús, es EL PAN DE VIDA, el deleite supremo, y todo aquel que viene a él descubre que él es la fuente de toda dicha y felicidad.

¿Estoy hambriento de Cristo?

1. Analiza tus deleites

¿En qué te estás saciando?

Gran parte de la insatisfacción en las personas, proviene de que acudimos a la fuente equivocada.

Gastamos en lo que no sacia.

Jeremías 2:9-13

9Por tanto, contenderé aún con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé. 10Porque pasad a las costas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante a esta. 11¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha. 12Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová. 13Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

En una región como Palestina, donde el agua no abunda, se hacía indispensable construir cisternas para conservar el agua. Estas cisternas se cavaban en la piedra porosa y luego se impermeabilizaban con una mezcla de cal y arena. Sin embargo, siempre existía la posibilidad de que se agrietaran y dejaran escapar el agua. Además, la calidad del agua estancada no admitía comparación con la que brotaba de la fuente.

La acusación de Dios hacia su pueblo es: buscan saciarse donde no hay satisfacción.

Cavamos cisternas Rotas

Ésta es una situación grave, cuando el pueblo que dice conocer a Dios, en realidad no se sacia en él sino que construye sustitutos de Dios, si saber que éstos acabarán fallando.

Porque así como el pueblo descubría que las cisternas se rompen y no pueden contener el agua, así el ser humano descubre que lo que parece como oro, lo que parece delicioso, lo que parece valer la pena en realidad NO SACIA.

Santiago 4:3-4

3Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

Hay dos lugares dónde encontrar saciedad para el hambre, una es buscando en el mundo, otra es buscando en Cristo, el mundo ofrece satisfacción temporal, Cristo ofrece deleite eterno.

Quienes buscan en el mundo, lo hacen en busca de comida rápida, deleites instantáneos, creyendo que saciará; pero los que buscan en Cristo son los que ya se han hartado de estar engañándose comiendo basura pero tratando de pensar que están comiendo un majar.

Los que buscan a Cristo son los que se han hartado de deleites fáciles que pueden comprarse con dinero, que se obtienen al 2x1, que duran muy poco y a fin de cuentas NO SACIAN.

Los que buscan a Jesús son los que dicen TENGO HAMBRE!! Y no hay nada en éste mundo que me pueda saciar, TENGO HAMBRE y empiezo a creer que sólo Jesucristo, aquel carpintero judío, sólo él mue podrá saciar.

Y la buena noticia de la Biblia es: SI DE VERDAD TIENES HAMBRE, VEN.

Isaías 55:1-2 - LBAD

1 »¡Venid a las aguastodos los que tengáis sed!¡Venid a comprar y a comerlos que no tengáis dinero!Venid, comprad vino y lechesin pago alguno.

2 ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan,y vuestro salario en lo que no satisface?Escuchadme bien, y comeréis lo que es bueno,y os deleitaréis con manjares deliciosos.

¿REALMENTE ESTÁS HAMBRIENTO?

Guarden su consola de videojuegos muchachos, véndanla… descubrirán que hay más en la vida, Jesucristo tiene más.

Suelten el mouse jóvenes, salgan de la pantalla, y se les abrirá el mundo…

Aquellos que están bebiendo de la cisterna rota de la pornografía… en nombre de Dios déjala (ya sabemos que no saciará) YA HE COMPROBADO que NO SACIA. JESÚS es satisfacción garantizada.

Jóvenes o tú adulto que se deleitan de la copa del adulterio o la fornicación, NO te dejes engañar por esos momentos de pasión, sabes que luego vendrá la culpa, y el vacío, y el cargo de conciencia… y además la profunda insatisfacción.

Damas, abandonen la corriente del mundo consumista que compra y compra; zapatos, ropa, maquillaje, accesorios… sabes que nuca saciará; el aroma a nuevo se esfuma apenas estrenas lo que compras…

Caballeros; la vida es más que futbol, más que box y más que lucha libre, hay un deleite mayor que tarda más de 90 minutos; y que realmente satisface.

Hay un deleite mayor, por encima de cualquier deleite temporal; la borrachera acaba en resaca, el crédito te lleva a las deudas, la ropa nueva pasa de moda, el maquillaje no dura, el auto nuevo se echará a perder; las casas se deterioran, la belleza dura poco; no estoy diciendo que éstas cosas sean de por sí malas (hay muchas que sí lo son) Pero si tu deleite en la vida se reduce a algo que dura tan poco; entonces estás condenado a la desdicha y a la miseria.

LA PREGUNTA ES: ¿REALMENTE ESTÁS HAMBRIENTO DE CRISTO?

2. Analiza tus afanes

Mateo 6:25

25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

La palabra afán, tiene que ver con preocupaciones, con intereses.

Tiene que ver con prioridades.

¿Cuáles son tus prioridades?

La gente en tiempos de Jesús se afanaba por la comida y la ropa…

Con el tiempo, hemos inventado más formas de afanes; es fácil saber cuales son tus afanes si hacemos un análisis de nuestra vida.

Pregúntate: cuales son tus intereses primarios

Cuales son tus principales preocupaciones

En qué gastas tu tiempo, tu dinero, tu atención, tus energías.

Alguien dirá: Pues yo sólo trabajo.

Ok, pero veámoslo así: si mañana te dice tu jefe: “Te has ganado 2 semanas de descanso pagadas”

¿Qué harías esas 2 semanas?

Sea lo que sea que realices en ese tiempo, reflejaría tus prioridades, lo que más te interesa.

Lucas 12:13-21

13Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

¿En qué te afanas? ¿En qué se te va la vida?

Yo no soy legalista (quisiera no serlo) y no soy de los que te hablarán de congregarte como si el congregarte fuera la garantía de tu salvación.

Pero si te diré que el congregarte dice mucho acerca de tus prioridades.

Conozco gente que se dice cristiana que no es capaz de leer 10 capítulos de la biblia pero sí pudo leer todos los libros de Harry Potter, eso habla mucho de sus prioridades;

Hablo de personas que apartan con un mes de anticipación una salida al cine, un concierto o un viaje; pero en las 24 horas de cada día no cabe un momento para dirigirse en oración honesta a Jesucristo (eso refleja mucho las prioridades)

Hablo de Padres que quieren que sus hijos tengan lo que ellos nunca tuvieron y por ello se desviven en comprarles juguetes, y sacarlos a pasear, y que tengan una buena escuela y una buena carrera, pero se olvidan de pastorearlos y llevarlos a Jesucristo, eso habla mucho de prioridades.

¿Cuáles son tus afanes?

¿En qué se te va la vida?

Lo peor que puede pasarte no es que pierdas la vida, lo peor que puede pasar es que tu vida sea un desperdicio.

Y quiero advertir bien claramente:

Tu vida es un desperdicio cuando te deleitas en cualquier cosa que no te conduzca a Jesucristo.

Estás desperdiciando tu vida cuando te satisfaces en lo pasajero, lo vano y lo hueco.

Créeme; si pasa de moda, si el efecto dura apenas unas horas; si se rompe, si se oxida, si se marchita, si se acaba… si no te lleva a ser más santo, más puro, más contento, más adorador, más maduro en la fe… tal deleite NO VALE LA PENA.

3. Analiza tu Confianza

¿En qué basas tu confianza?

¿Con qué sueñas?

¿Qué añoras?

¿Dónde está tu esperanza?

Hay en nuestro tiempo un gran malentendido acerca de la confianza en Dios, acerca de la FE.

De alguna manera, se ha reducido la definición de FE a: Hebreos 11:1

Y para muchos, fe es “creer que lo que deseo se hará realidad”

Y hay una enseñanza muy de moda en algunos lugares, en que se enseña que si tu o yo deseamos lo suficiente algo, de verdad con suficiente confianza, aquello se cumplirá.

YO NO SE Cómo llegamos a ése punto, pero es una equivocación.

Le puedo mostrar mucha gente que no recibió lo que esperaba, y no por eso su fe era poca, al contrario, su fe fue grata a los ojos de Dios (basta leer el resto de Hebreos 11)

CONFIANZA en DIOS, FE; no es creer que lo que deseo se hará realidad, sino confiar en que pase lo que pase, Jesucristo está con nosotros.

¿Por qué menciono esto?

Porque muchos dicen tener confianza en Dios pero tal confianza se reduce a asuntos meramente terrenales, gente clama tener fe en Dios, pero no en que Dios hará siempre lo mejor, sino en que Dios cumplirá sus deseos.

Mucha gente se acerca a Dios pidiendo sanidad por alguna enfermedad, y Dios soberanamente les concede alivio, y entonces dicen “Gracias a Dios, yo sabía que no me iba a fallar (ahí nos vemos)”

Hablo de gente que se acerca a Dios pidiendo un trabajo porque no les alcanza, y Dios en su paciencia y bondad les concede la provisión, y dicen “Qué bueno que Dios me ayudó, yo tenía mucha fe en él (ahí nos vemos)”

¿Realmente tiene ésta gente confianza en Dios? NO, tiene confianza en recibir algo de Dios; pero da igual si es Dios quien se los da o si se los da la MUERTE… de hecho por eso no nos debería sorprender ver tanta idolatría.

Porque hay muchos que tienen hambre del pan común, pero no ansían el PAN DE VIDA.

Y como cualquier panadería vende pan común, les da igual creer en la muerte, o en un santo, o en la hechicería, o en el zodiaco… da igual si lo que buscas es pan común.

Pero Dios quiere ofrecernos más que salud temporal o ayuda temporal, él quiere darnos PAN DE VIDA.

Y a todo aquel que está realmente hambriento, Dios le invita a dejar de perseguir lo que no sacia.

¿Cuánto de lo que te afanas por conseguir será eterno?

Cuando logres todo aquello que te has propuesto, ¿Estarás satisfecho?

¿Dónde basas tu confianza? En el pan común o realmente estás HAMBRIENTO de CRISTO.

CONCLUYENDO.

Volvamos a Juan 6

Juan 6:66-68

66Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? 68Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Jesús sigue buscando hambrientos, pero no hambrientos que quieran engañar al hambre, sino hambrientos que estén hartos del pan engañoso y quieran el AUTENTICO PAN DE VIDA.

Eres de los que se irán a buscar saciedad en otro lado o eres de los que se quedarán con Jesucristo, quien realmente sacia.

Eres de los que quieren seguir engañando al hambre, o realmente estás hambriento.

Para todos los hambrientos, las inscripciones están abiertas.

Cristo es PAN DE VIDA que realmente SATISFACE.

2 comentarios:

Andrés dijo...

Dios te Bendiga Pastor Samuel, lo extrañamos ha y ya lo leí sus Sermones, me parece excelente.

Andrés dijo...

Saludos