jueves, 30 de septiembre de 2010

Inscripciones abiertas para los decididos

¡Inscripciones Abiertas!

Para los decididos

Me llama la atención con que astucia los publicistas pretenden hacernos caer en sus trucos comerciales.

¿Lo ha visto? Hace unos años, cuando se anunciaban los cigarrillos en TV, aparecía en unas letritas muy pequeñas la frase “Fumar puede causar cáncer” ahí está la advertencia, pero está en letras muy pequeñitas para que no lo note; y acceda de buena gana.

Ahora se ha puesto de moda esos concursos en que llamas y participas en sorteos y rifas de premios, autos y dinero; “Es muy fácil, sólo te cuesta una llamada”… ¿Cuánto cuesta la llamada? Hasta ahorita no lo se, porque el precio aparece en letritas muy pequeñas.

¿Porqué ponen el precio en letras tan pequeñas? Para que no se te haga tan caro, para que te dejes llevar por lo atractivo sin considerar el precio.

Sin embargo, cuando se trata de seguir a Jesús, Jesús está bien interesado en que consideremos muy bien cual es el precio de seguirlo.

Aquí no hay letras pequeñitas; Jesús quiere que queden bien claros los requisitos para ser inscrito en sus filas.

¿PERFECTO? NO, Jesús está dispuesto a pagar por cada pecador arrepentido.

¿IMPORTANTE? NO. Jesús no te ama más por ser doctor o ingeniero ni te ama menos porque no sepas leer o carezcas de una cuenta en el banco.

¿SATISFECHO? NO, de hecho, si ya estas satisfecho en éste mundo, ese sería un problema; Jesús viene a los que están realmente hambrientos; de echo es él quien produce en sus elegidos esa insatisfacción con todo lo que sea terrenal.

Jesús tiene abierta su invitación para:

Pecadores arrepentidos

Gente común y corriente

Hambrientos de verdad

Sin embargo, algo más demanda de los que vienen a él: DEBES PENSARLO MUY BIEN.

DEBES ESTAR BIEN CONCIENTE DE LO QUE HACES.

Tal como se nos dice antes de firmar un contrato “No firmes nada sin leer muy bien”

Dios quiere que leamos muy bien en su palabra lo que implicará el seguir a Jesús su Hijo y el costo que demanda el ser su discípulo.

3 avisos importantes antes de decir “Te seguiré”

1. Tendrás incomodidades
que soportar

Lucas 9:57-58

57Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

Tanto las zorras como las aves son animales comunes en la tierra de palestina, son insignificantes, como en nuestro entorno lo son las palomas que vemos en los parques y los ratones que andan en las casas…

Lo que Jesús dice es: hasta ellos tienen dónde descansar; ellos tienen un poco más de comodidad.

Jesús le está diciendo a ésta persona “Yo no me hospedo en un hotel de 5 estrellas” ¿Estas seguro de querer seguirme?

Una de las primeras advertencias que debemos considerar es que en el camino cristiano hay incomodidades que soportar.

La larga lista de héroes de la fe en Hebreos 11 deja en claro que el cristiano, por la fe en Jesús tendrá que padecer incomodidades en éste mundo:

Hebreos 11:35-37

35Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos; pero otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. 36Otros experimentaron oprobios, azotes y, a más de esto, prisiones y cárceles. 37Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada. Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados.

Los hombres y mujeres de fe serán probados.

Debes entender que si quieres un camino cómodo, sencillo, tranquilo, espacioso, ese no es el camino que Jesús promete, sí existe un camino así: cómodo y amplio, pero ese no te llevará a la gloria, ese lleva a perdición.

Al decir esto, no puedo evitar el pensar en algunos expositores actuales del evangelio de la prosperidad: entre ellos los más conocidos quizás sean Cash Luna y otro es Marcos Witt, personajes que han equivocado el rumbo y han torcido el llamado, de tal manera que no te dirán lo que Jesús le advirtió a éste personaje: “El hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza”

Ellos hablan de que si eres hijo de Dios, estás llamado a vivir en prosperidad, que Dios te dará salud, y te dará éxito, y te dará riqueza; porque así es como vive la gente de Dios.

Debemos tener cuidado hermanos; muchas de las invitaciones a venir a Jesús se oyen como trucos mercadotécnicos. “Ven a Jesús y tu vida cambiará” (Hay que especificar en qué sentido cambiará)

Juan 16:33

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

1 Pedro 1:6-7

6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo

Debes entender que Dios no promete lujos de 5 estrellas, y seguramente habrá muchas incomodidades. Quizá nunca sabré lo que es hospedarme en el Hyatt, o ir de vacaciones a Disneyland; quizás toda mi vida tendré que comer carne sólo una vez a la semana; y quizás me tenga que transportar todo el tiempo en autobús.

Filipenses 4:12-13

12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Pero creéme, con todas las incomodidades que pudieran presentarse en ésta vida, el cristiano tiene siempre razones suficientes para levantarse cada mañana y perseverar en Cristo:

“Jehová es mi Pastor, Nada me faltará”

2. Tendrás sacrificios que hacer

Lucas 9:59-60

59Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.

A Simple vista, uno diría que insensible fue el Maestro, pobre muchacho! Tiene a su papá en la funeraria y Jesús no de la oportunidad ni de irlo a enterrar…

Pero no es eso lo que implica el pasaje; el papá de éste hombre no está muerto; ni está agonizando… ¡Está vivo!

En la forma en que la expresión se hacía en aquella época, lo que el muchacho está diciendo es algo así como “Señor, déjame ver envejecer a mi padre y esperar hasta que muera; y entonces te seguiré”

Algunos comentaristas añaden que tal persona tendría un interés extra en la herencia que podría dejarle su padre, pero no sabemos exactamente.

Lo que sí implica Jesús es que éste hombre debe hacer una decisión entre el amor que tiene por su familia y el llamado a seguir a Jesús.

Porque la vida cristiana siempre nos pondrá en la posición de tener que decidir entre Cristo y algo más; y habrá sacrificios que hacer.

Jesús le dice a éste hombre; “tu piensas en invertir tu vida a tu manera, yo te llamo a que la inviertas en el Reino de Dios”

Mateo 13:44-46

44Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

45También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

¿Qué vale tanto como para que alguien venda todo lo que tiene con tal de obtenerlo?

Jesús en éstas 2 parábolas dice que invertir en el Reino de Dios es la mejor inversión que puede hacer una persona; pero es una inversión que cuesta el despreciar cualquier otro tesoro.

Mateo 6:19-21

19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Hay sacrificios que vale la pena hacer y hay otros que son un desperdicio.

¿Qué sacrificios vale la pena hacer? Todos aquellos que aseguren que nuestro tesoro está en los cielos, con Cristo Jesús.

Lucas 9:23

23Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. 24Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. 25Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?

El siglo en que nos tocó vivir es el siglo de las comodidades; todo es cómodo, inmediato, expres… cuanta falta nos hace entender que todo aquel que quiere salvar su vida, acabará perdiéndola.

Pablo tuvo que renunciar a todo lo que tenía, considerándolo como Basura.

Jesús se despojó a sí mismo y se hizo siervo.

Pero muchos hoy apenas oyen la palabra sacrificio, dan media vuelta y se van.

Hagámoslo así de sencillo: ¿Cuántos aquí de los padres están dispuestos a orar a Dios pidiéndole que llame a uno de sus hijos varones a servirle como pastor en su Iglesia? (una mamá me dijo una vez “No como cree, mi hijo se merece algo mejor”)

Y no estoy diciendo que todos han de ser pastores… porque luego todos piensan que los pastores para eso están, para padecer sacrificios… NO, no sólo los pastores, TODO CRISTIANO debe entender que seguir a Cristo implicará sacrificar algo:

Para algunos será la familia, para otros serán los amigos, para otros será algún empleo, para otros será algunas comodidades… pero a fin de cuentas, lo que debemos sacrificar es la vida entera.

Jesús no te está llamando a hacer un sacrificio al estilo “redondeo”… de tus centavitos; de tus minutitos, de tus últimos años de vida… él demanda TODO

Todo aquel que desee venir a Cristo debe entender que no está llamado a hacer un paguito de 2 horas a la semana, sino una donación de su vida entera.

Romanos 12:1

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Que lo que cantamos “Te pertenezco Señor” sea de verdad, porque hemos decidido sacrificar TODO a Dios, y no nos debe pesar, porque “y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará”

3. Tendrás que perseverar
hasta el final

Lucas 9:61-62

61Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Nadie que mira hacia atrás va a poder hacerlo bien.

Esto no es para cobardes; es para decididos.

Hay veces que los creyentes decimos cosas como “hace 10 años hice mi decisión”

¿Realmente has tomado esa decisión? O aún lo estás pensando…

“Los que querían seguir a Jesús” es el subtítulo que añadieron los traductores de la reina Valera a éste pasaje. No dice “Los que siguieron a Jesús” sino que querían.

Sus intenciones parecían buenas, pero se quedaron en eso, en buenas intenciones.

Jesús se encuentra camino a la cruz; y va arando, derecho, no mira hacia atrás; porque tiene que cumplir su misión; va derecho. Satanás quiso tentarlo en el camino, pero él siguió derecho.

Pedro quiso convencerlo de cambiar los planes pero él siguió derecho.

Su familia quiso desanimarlo, pero él siguió derecho.

El principio lo aplicaríamos hoy: nadie puede manejar un auto mirando hacia atrás; lo próximo que verá será la bolsa de aire en su cabeza.

La mujer de Lot quiso mirar hacia atrás… y sólo le fue mal.

El pueblo de Israel quiso mirar hacia atrás… y le fue mal.

Pedro en la barca, miró hacia atrás y le fue mal…

Es que la vida cristiana no se trata de rapidez sino de aguante, de poner la mirada en Jesús y correr con paciencia la CARRERA que tenemos por delante.

2 Corintios 4:16-18

16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

CONCLUYENDO:

Jesús está llamando a todo aquel que quiera ser salvo y verdaderamente dichoso.

El Pecado no es el problema, él derramó su sangre en la cruz, y es suficiente para pagar la deuda delante del justo trono de Dios.

El problema no es la falta de credenciales o títulos; Cristo trata por igual a profesionistas como a incultos; a ricos o pobres, todos están necesitados de gracia.

Si Dios empieza a producir hambre en ti, ven a la fuente de vida y perdón; y no dejes de satisfacerte sólo en él.

PERO; considera bien el costo; no habrá comodidades, y seguramente habrá sacrificios; pero Él promete estar con su gente y eso es todo lo que necesitamos.

No te sueltes, no dudes, no te lamentes por lo que dejaste atrás; sigue adelante poniendo los ojos en Jesucristo. Él será fiel y terminará lo que empezó.

Si el Infierno ha sido anulado, si la muerte ha sido vencida, si la gloria está prometida; todo eso por la grandiosa obra de Jesucristo en su muerte y resurrección; cualquier incomodidad y cualquier sacrificio valen la pena soportarlo hasta el final.

No se vale regresar, no se vale volver atrás.

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