jueves, 29 de abril de 2010

Tomemos las Armas - 05 - Calzados del evangelio

Manual de Guerra Espiritual:

Primera Instrucción: Prepárate para la lucha espiritual

Segunda Instrucción: No lo intentes en tus propias fuerzas, es en el Poder de Dios

Tercera Instrucción: Debes ceñirte de la verdad.

Cuarta Instrucción: Necesitas una coraza muy fuerte, la Justicia de Dios.

Un cristiano tiene luchas espirituales, y es sólo en el poder de Dios que puede salir victorioso.

La verdad de Dios es fundamental y la justicia de Dios nos cubre de manera que el enemigo no nos aniquile con sus ataques.

Pablo sigue con su exhortación y ahora nos indica un paso más:

Efesios 6:15

Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

¿Se le llamaba al calzado de los soldados romanos "apresto"?

No, es interesante que no haya ninguna prenda en la armadura que se llame apresto.

La palabra apresto significa preparación y cuidado.

La Biblia de Jerusalén traduce esa parte en forma muy interesante:

“calzados los pies con el celo por el evangelio de la paz”

¿Alguna vez has intentado bañarte descalzo?

Es una maniobra que podría costarte la vida.

Un resbalón puede ser fatal.

¿Alguna vez has andado en terreno fangoso y resbalado?

Ahí radica la importancia del calzado; si tu calzado no es el apropiado, podrías perder el piso y resbalar.

El soldado romano debía tener mucho cuidado de su calzado; un resbalón podría ser la diferencia entre salir vivo de la batalla o quedar muerto en el piso.

Un enemigo no se detendría al ver a su adversario en el piso; aprovecharía la situación para atravesar con su espada al que ha caído.

El calzado debía estar en buenas condiciones, bien amarrado y bien ajustado.

No es diferente para el cristiano actual.

Muchos resbalan y caen porque no tienen los pies en el lugar correcto.

Caminan sobre terreno difícil y no protegen su andar.

En cualquier momento podrían caer o resbalar y el enemigo aprovecharía para atacar mortalmente.

Por eso la exhortación de Pablo a tener puesto el calzado del evangelio podríamos entenderla como: mantengan sus pisadas firmes sobre el evangelio. No se te ocurra caminar descalzo en éste mundo tan resbaloso; camina sobre el evangelio.

Sin el evangelio, tarde o temprano resbalarás

Permanece andando en el evangelio.

¿Qué es andar en el evangelio?

Efesios nos muestra al menos 3 características de andar en el evangelio.

1. Andar en el evangelio
es estar sellado por el Espíritu

¿Qué es andar en el Espíritu?

NO es sólo asistir cada domingo a un templo.

No es sólo hacer una buena obra cada día.

NO es sólo cantar música cristiana.

NO es sólo tener una calcomanía de un pez en tu auto.

NO es aparentar ser bueno de vez en cuando.

NO es sólo tener una biblia junto a tu cama.

No es sólo mirar el canal ENLACE en la TV o escuchar la “radio cristiana”

Mucha gente puede hacer éstas cosas y aún así no anda en el Espíritu.

Andar en el Espíritu comienza con ESCUCHAR LA PALABRA DE VERDAD.

Efesios 1:13

13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

- Lo primero que debe ocurrir es que escuchemos la palabra de verdad.

- Escuchar las palabras de verdad puede ser lo más duro que se nos diga.

Escucha las palabras de verdad de Jesús dichas a quienes adoraban de labios para afuera:

Mateo 15:7

7Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:

8Este pueblo de labios me honra;

Mas su corazón está lejos de mí.

9Pues en vano me honran,

Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

Escucha lo que dice Jesús a quienes cumplen con ofrendar y dar su diezmo pero no entregan su vida:

Mateo 23:23

23¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. 24¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

Escucha las palabras de verdad de Jesús a quienes aparentan ser buenos:

Mateo 23:25

25¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

27¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

¿Qué hace la persona común cuando escucha éstas verdades?

¡Se tapa los oídos! ¡Nos tapamos los oídos!

Cuando Pablo dice en Efesios 2 el diagnóstico de una vida sin la verdad del Evangelio, tendemos a taparnos los oídos.

Efesios 2:1

1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Cada declaración es como
un martillazo en la cabeza:

· Estas muerto en delitos y pecados.

· Sigues la corriente de éste mundo.

· Sólo sirves a tu amo Satanás.

· Obedeces cuanto deseo pecaminoso fabricas.

· Piensas carnalmente.

· Mereces la ira de Dios, Tú y los tuyos.

Queremos taparnos los oídos ante esa realidad.

¡No pastor no diga eso!

¡Háblenos del amor de Dios!

¡Hablemos cosas bonitas!

¡Es demasiado duro para ser verdad!

¡Destápate los oídos!
Porque tengo noticias para ti.

No son mentiras, son verdad.

Y para recibir las buenas noticias tienes que aceptar las malas noticias.

Malas noticias:

Todos pecamos, nos rebelamos contra Dios, escupimos su ley y nos declaramos independientes de él, para poder vivir a nuestro antojo, para poder hacer lo que nosotros quisiéramos, para poder vivir como el mundo, en pecados y maldades, para poder cometer cuanto pecado se nos antoje y justificarnos diciendo: “No le hago mal a nadie, todo mundo lo hace, es mi cuerpo, es mi dinero, es mi vida…”

Malas noticias:

Dios está enojado, Dios está airado, Dios ha encendido su furor y determinó que en un lugar llamado infierno vallan a sufrir eternamente los rebeldes.

Malas noticias:

Dios no juega, Dios no bromea, dura cosa es caer en manos de un Dios airado.

Malas noticias:

Por más que quieras revertir los hechos, lo hecho; hecho está.

Has vivido en pecado, has nacido en pecado y darás cuentas a Dios por cada obra, pensamiento, palabra y deseo que tuviste en tu corta vida.

Malas noticias:

El infierno se está llenando a cada segundo, tu reservación está hecha.

Cada 3 segundos muere una persona en el mundo (eso dicen las estadísticas)

1,2,3 ahí va alguien. 1,2,3 ahí va alguien más… 1,2,3 otro. 1,2,3 uno más.

Uno de esos segundos podría tener tu nombre.

Ésta semana vimos como una mujer llamada Jacinta que había pasado 3 años injustamente en la cárcel fue liberada; bien por ella… puedo imaginar a Jacinta, la mañana que fue liberada; ella no se lo esperaba, ya se había acostumbrado… ¡3 años en la cárcel! Y de pronto se abre la celda, alguien le dice, estas libre, reconocieron que no mereces estar aquí… ¡Gracias a Dios!

Pero no esperes que eso suceda cuando Dios haya dictado sentencia sobre ti; no hay errores en su juicio, no te dirá “Perdón, me equivoqué, resulta que eres inocente” ¡No! La sentencia es irrevocable.

Puedes esperar 3 días, 3 años, 30 años, 300 años, 3mil años, 3millones de años… nunca se abrirá la puerta, Dios no juega, Dios no bromea, cuando seas echado en la profunda oscuridad de fuego y dolor, nunca más se acordará de ti.

¡Éstas son verdades espirituales!

Es lo más real que se te puede decir.

Ciertamente vivimos en un mundo lleno de mentiras.

Y nos creemos esas mentiras porque al parecer prometen un final mejor.

Nos creemos la mentira de que debemos vivir el HOY y no preocuparnos por el mañana. Como si eso fuera a evitar que el mañana llegue finalmente.

Nos creemos la mentira de que teniendo una actitud positiva las cosas estarán mejor, pero una actitud positiva no nos librará del infierno.

Nos creemos las mentiras de la falsa religión que enseña que en la tumba acaba todo (me encantaría que así fuera) o que reencarnaremos en alguien más (sería muy bueno que así fuera) o que el infierno se vive aquí en la vida misma y luego iremos todos al cielo (eso estaría muy bien) o que nuestra alma va a un lugar a ser purificada [purgatorio] antes de ir al cielo (sería perfecto)…

Pero no mis hermanos, esas son mentiras, lo que les acabo de decir, esas malas noticias ante las cuales desearíamos taparnos lo oídos; son verdades.

¿Crees que exagero?
Éstas son verdades espirituales.

¿Qué deberíamos hacer apenas escuchamos éstas realidades?

Caer en tierra, de rodillas con la cabeza en humillación y diciendo
¡Es cierto! ¡Es verdad!
¡Soy todo eso y más! ¡Soy pecador!

¿Por qué no todas las personas las creen?

Porque para entender las cosas espirituales necesitamos que Dios obre en nuestro corazón.

1 Corintios 2:14

14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Malas noticias:

Si tú y yo somos pecadores, hay un lugar reservado para ti y para mí en las llamas eternas del infierno.

¡BUENAS NOTICIAS!

Dios es PACIENTE.

Te ha dado vida y aire para que vengas hoy y escuches ésta verdad que puede transformar tu vida:

Dios, el tres veces SANTO, a pesar de tu rebelión y mis pecados, envió a su Hijo, su único Hijo, que era inocente y en todo le había obedecido a tomar nuestro lugar en el infierno.

¿Cómo lo hizo?

Permitió que lo crucificaran por pecados que no cometió.

Y en la cruz descargó toda la maldición, todo su enojo y todo el dolor que nosotros padeceríamos en el infierno.

¡Dios mató a su hijo en nuestro lugar!

Gálatas 3:13

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)

Andar en el Espíritu requiere que CREAMOS que ESA PALABRA DE VERDAD PUEDE SALVARNOS.

Efesios 1:13

13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

· Mucha gente acepta la verdad de Cristo, pero no CONFÍA en que puede salvarle.

· Ésta semana veía un documental acerca de la adoración a la muerte, (que se ha vuelto tan común en nuestro país) y una señora decía: claro que creo que sólo hay un Dios, y que este Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y que Jesús es su Hijo que murió en la cruz… ésta señora conoce claramente la doctrina de la trinidad; pero no ha creído que sólo la palabra de verdad le puede salvar… sigue ciega pues adora a sus ídolos.

· Porque la fe que se necesita para creer no viene de nosotros, sino de Dios.

Necesitas creer, pero éste creer no viene de ti sino de Dios.

Si al decirte éstas verdades tu no las crees en tu corazón, no es por causa de que estés distraído, o porque el volumen del micrófono no sea suficientemente alto, ni porque no lo pueda explicar mejor. Es porque necesitas la obra del E.S. en tu corazón.

Si al decirte éstas verdades tu dices en tu interior “Se equivoca pastor, mi dios es diferente al Dios que usted se refiere, sólo está diciendo tonterías” entonces temo por ti, porque no podemos tener un Dios a nuestro antojo, hay un Dios y es el mismo que va a juzgar a cada ser humano.

Temo por ti, si no lo crees, porque no depende de mí que lo creas, yo te lo explico pero quien abre tus ojos es Dios y quien te anima a creerlo es el Espíritu Santo. ¡Y oro para que el E.S. abra los ojos de nosotros y nos deje creer!

Efesios 2:8

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios

Al escuchar la palabra de verdad, si Dios tiene piedad de nosotros, ocurre que el Dios al cual hemos ignorado toda nuestra vida, se vuelve la persona más importante, y dejamos de tratar de aparentar que somos buenos o justos, y reconocemos que hemos pecado, y corremos a la verdad, no importa que nos diga cuan malos somos, es la verdad, y es la verdad más hermosas pues nos declara que aunque somos pecadores, Cristo Jesús está dispuesto a salvarnos por su muerte en la cruz.

Pídele a Dios que te conceda fe, pídele a Dios que le conceda fe a tus hijos, pídele a Dios que le conceda fe a tus amigos…

Andar en el evangelio es andar en el Espíritu

Requiere escuchar la palabra de verdad

Requiere creer la palabra de verdad.

Ambas cosas las hace el Espíritu.

Y cuando hemos escuchado y creído, el E.S. nos lleva al arrepentimiento.

- No a hacer una oración

- No a hacer una promesa

Sino a comprometernos día a día a vivir creyendo en que nada que hagamos puede granjearnos el amor de Dios.

Recordando que somos pecadores y que Dios en su gracia nos ha rescatado por la muerte de su Hijo.

Andar en el Espíritu es declararnos posesión de Dios.

No puedes andar en el Espíritu y seguir creyendo que te mandas solo.

No puedes andar en el Espíritu y rebelarte haciendo tu propia voluntad.

¿Cuánto pide Dios de nosotros? TODO

Andar en el Espíritu es levantarte cada mañana con la actitud: “Has lo que quieras Señor de mí”

Mi vida es tuya.

Andar en el Espíritu es tomar la cruz.

Jesús no promete una vida próspera aquí, sino pruebas, día a día.

No puedes andar en el Espíritu y quejarte porque no tienes auto o TV con Cable o Aire Acondicionado en tu cuarto… esas cosas no son esenciales para tu vida.

Andar en el Espíritu es aceptar cada prueba y aflicción como una oportunidad de participar en los padecimientos de Cristo.

Esa es la cruz de Cristo, la promesa es que un día la cruz será cambiada por una corona.

Andar en el Espíritu es vivir en humildad.

Mucha gente presume sus logros, sus proyectos cumplidos, sus estudios y grados académicos, sus vacaciones y lugares visitados, su familia y nietos, su cuerpo o la manera en que se visten.

Basta ver su vida para saber que no andan en el Espíritu sino en los deseos del mundo y la vanidad de sus mentes.

Compran y compran, se endeudan por tener más, mueren de envidia, presumen su ropa, se la viven de fiesta en fiesta, se desvelan en el cine, le enseñan a sus hijos a ser vanidosos, a presumir, a preocuparse por todo menos por agradar a Dios; que el niño estudie inglés y computación, que tenga clases de ballet, y de karate, y de natación y de artes plásticas… para que tenga un futuro próspero.

¿Pero hay celo por el evangelio de Cristo? No, nada de eso, solo un deseo de tener y tener más para poder presumir al final de sus años: “Me he dado la gran vida”

Pero ¿Cuánto de eso será eterno?

Déjame preguntarte; ¿Cuánto de lo que haces cada semana será eterno?

¿Cuánto de lo que te esforzaste por alcanzar ésta semana será eterno?

Los que andan en el Espíritu no presumen nada más que la cruz de Cristo.

Vive en humildad, no persigas nada que no sea la corona de Cristo, y para tenerla, recuerda que primero debes cargar la cruz.

2. Andar en el evangelio es andar en paz

Efesios 2:17

17Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.

El gran regalo del evangelio es la PAZ.

Paz traducida en tranquilidad y seguridad.

PAZ producida del hecho de que ahora estamos a salvo.

¿A salvo de qué?

A salvo de Satanás, sí.

A salvo del Infierno, sí.

Pero hay algo mucho más peligroso que Satanás y el infierno.

¿Qué es? ¡Dios!

Lucas 12:4-5

4Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. 5Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

El evangelio declara ésta verdad:

No le temas a Satanás, él es peligroso pero hay algo más temible que él.

No le temas al infierno, es un lugar espantoso, pero hay algo más terrorífico que él.

¡Témele a DIOS!

Y la buena noticia del Evangelio es que si en el corazón de un pecador hay arrepentimiento sincero, Dios concede la salvación por medio de la sangre de Cristo, y aquel Dios ante el cual debería temblar de terror ahora nos mira con ojos de amor y nos dice: “No te condeno, te perdono” ¡HAY PAZ!

¡Podemos vivir en paz y morir en paz!

Si nuestro gran temor ha dejado de ser una razón para aterrorizarnos, los temores pequeños de cada día son nada a la luz de la paz que recibimos en el evangelio de Cristo.

Tengo temor de que mañana no tenga para comer…

Pero el evangelio de la PAZ me recuerda que Dios proveerá porque ya no está enojado conmigo sino que me bendice.

Tengo temor porque no sé que ocurrirá mañana…

Pero el problema más grande de mi vida ha sido resuelto, tengo PAZ, puedo dormir tranquilo, mañana Dios dirá.

Se acaba el gas

No alcanza el gasto

Hacen recorte en el trabajo

Nos diagnostican una enfermedad

Nos arrugamos y envejecemos.

La solución se encuentra únicamente en el evangelio de la PAZ.

¿Estás caminando en él?

No te sorprendas si resbalas a cada rato, si te tropiezas y te caes… si el evangelio de Cristo no está en tus pies tarde o temprano caerás.

Pero si caminas en el evangelio, el E.S. te está transformando y te da la PAZ de Dios.

¡Milagrosamente podemos dormir en paz cada noche y andar en paz!

Porque la condena ha sido anulada y el cielo está esperando por nosotros.

3. Andar en el evangelio
es confiar en las promesas

Efesios 3:6

6que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,

Los gentiles en la Biblia son sinónimo de los que vivían fuera del pueblo de Dios, ajenos, paganos, ignorantes, enemigos del Pueblo de Dios y de su voluntad.

Tu y yo sin el evangelio somos gentiles.

Pero el evangelio ha sido anunciado a TODOS, hasta a los gentiles.

Y ahora, los gentiles pueden heredar lo prometido a los hijos de Dios.

¿Qué ha hecho esto posible? El EVANGELIO.

Y el evangelio viene acompañado de promesas.

Y una señal más de que andamos en el evangelio es que confiamos firmemente en las promesas de Jesús.

¿Dónde está puesta tu confianza?

Si tu confianza no se basa en las promesas del evangelio, vas a resbalar una y otra vez.

Pero cuando nuestros pies están calzados del evangelio, no resbalamos, sino que podemos caminar y seguir avanzando: porque el E.S. nos está transformando, porque en nuestro corazón Dios ha puesto su paz y porque nos ha dado una herencia y promesas que seguramente se cumplirán.

Para cada circunstancia de la vida hay promesas de Dios para ti en el evangelio.

Algunas de ellas las aprendemos cada domingo en éste lugar, pero muchas de ellas están esperando a que por ti mismo las descubras.

¡Confía en las promesas,
lee la Palabra de Dios!

Cada día que tomo el microbús, descubro gente que va leyendo su horóscopo; o las noticias del periódico.

Un periódico te puede informar, pero generalmente no tiene pronósticos muy alentadores.

Un horóscopo siempre te dirá lo que quieres oír, pero que es sólo mentira.

Pero la palabra de Dios, a quienes han sido redimidos por el E.S. ofrece un pronóstico bastante alentador y la mejor parte es que las promesas son verdaderas.

Hebreos 10:23

23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

No desmayes, confía en el evangelio.

Cuando estamos cansados de caminar, algunos nos aflojamos el zapato, otros hasta se los quitan.

Pero es precisamente cuando más duro se vuelve el camino que más ajustados deben estar tus pies al calzado del evangelio.

Cuando vengan las pruebas o la tentación, puedes mantenerte en pie y declarar:

“Yo estoy parado sobre el evangelio, soy pecador pero soy redimido por Cristo y le sirvo a él, no importa lo que venga y lo que pase: TENGO PAZ. No importa lo que suceda, CONFÍO en las PROMESAS de DIOS, no resbalaré porque el evangelio de la CRUZ de CRISTO y su RESURRECCIÓN protege mis pasos”

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