UN SUSPIRO DEL ALMA
Oraciones de un sediento.
Pbro. Samuel Hernández Clemente.
La oración es la respuesta del cristiano a la revelación Divina.
Tanto se ha escrito de ella que una obra más no hace falta.
Pbro. Samuel Hernández Clemente.
La oración es la respuesta del cristiano a la revelación Divina.
Tanto se ha escrito de ella que una obra más no hace falta.
Esta sencilla recopilación de algunas oraciones realizadas en el poco tiempo que un servidor tiene de ministerio no tiene otro fin más que compartir las plegarias y anhelos de un creyente.
Han sido escritas como un ejercicio de disciplina y honestidad; en éste tiempo me he dado cuenta de que nuestras palabras deben ser pensadas antes de hablar; no porque Dios lo necesite, sino porque debemos analizar lo que pedimos o decimos en oración y preguntarnos
¿Exalta mi oración a Dios? ¿Manifiesta mi dependencia de él y su obra en mí?
O es sólo una lista de deseos que caprichosamente quiero que conceda.
Han sido escritas como un ejercicio de disciplina y honestidad; en éste tiempo me he dado cuenta de que nuestras palabras deben ser pensadas antes de hablar; no porque Dios lo necesite, sino porque debemos analizar lo que pedimos o decimos en oración y preguntarnos
¿Exalta mi oración a Dios? ¿Manifiesta mi dependencia de él y su obra en mí?
O es sólo una lista de deseos que caprichosamente quiero que conceda.
Si el fin principal de todas las cosas es glorificar a Dios;
la oración no puede ser la excepción;
debemos orar exaltando la supremacía de Dios en nuestra vida.
Que Dios bendiga nuestra vida; y nos lleve en oración a cada momento del día;
ya sea celebrando sus atributos, reconociendo nuestro pecado;
solicitando su ayuda o bendiciendo a nuestro prójimo.
A Dios sea la Gloria.
Pbro. Samuel Hernández Clemente Julio / 2008
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:18
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