lunes, 23 de julio de 2007

Filosofìa del Matrimonio

Filosofía del matrimonio.
Por Samuel Hernández Clemente / Clase de Consejería matrimonial


Naturaleza y dinámica del matrimonio.




El hedonismo cristiano matrimonial[1]

Dios instituyó el matrimonio ente los seres humanos como otro indicador que apunta hacia su propia existencia eterna y espiritual.[2]

Mucha de la insatisfacción que experimentamos en el matrimonio surge de las expectativas equivocadas que tenemos de éste. El propósito del matrimonio es moldearnos para crecer en nuestro servicio, obedecer el desarrollo del carácter y buscar y amar a Dios.

La razón por la que hay tanto sufrimiento en el matrimonio, no es que cada marido o esposa busque su propio placer, sino que no lo busquen en el placer de su cónyuge.

Cristo busca su propio gozo pero lo busca en el gozo de su esposa (la Iglesia); y esto es llamado amor: la búsqueda del gozo personal en el gozo del amado. La idea de amor desinteresado parece no cuadrar con la clase de amor que el Señor tiene por su Iglesia; y con el modelo divino del matrimonio. Efesios 5:25-30 / Hebreos 12:2

El amor es la búsqueda del gozo propio en el gozo del amado.
No hay manera de excluir el interés personal del amor; porque interés personal no es lo mismo que egoísmo. El egoísmo busca su propia felicidad personal a expensas de los demás; mientras que el amor busca su felicidad en la felicidad del amado; incluso está dispuesto a morir y sufrir con el fin de que su gozo sea cumplido en la vida y pureza del amado.

Este concepto de amor no es contradictorio a las palabras con Jesús enseñó que era necesario aborrecer nuestra vida. (Juan 12:25) la clave es que Jesús dijo que teníamos que aborrecer nuestra vida en éste mundo limitando así la clase de aborrecimiento bueno y necesario para salvación. Aborrecer la vida en éste mundo es lo que Jesús hizo al morir por su Iglesia y fue la muestra mas profunda del amorque tiene por sí mismo y por la Iglesia.

Nadie en éste mundo aborrece su carne en el sentido de que escoja lo que seguramente le provocará el mayor sufrimiento; al contrario, todo el mundo busca su felicidad. Nadie dará el más mínimo paso que no valla encaminado al objetivo de ser feliz. Ser feliz es lo que motiva toda acción de todo hombre (Blaise Pascal)

Si un marido es obediente, debe amar a su esposa de la misma manera en que Cristo amó a su Iglesia. Tiene que buscar su gozo personal en el gozo de su esposa. Es de aclarar que Jesús no nos ordena amarnos a nosotros mismos porque da por sentado que ya lo hacemos.

Así que la misma energía, tiempo y creatividad que los maridos dedican de forma natural a ser felices, deben dedicarlas a hacer que sus esposas sean felices. Porque quien ama a su esposa se ama a sí mismo.

Dios creó al hombre para compartir. No nos creó el Señor para ser acumuladores sino conductores de su amor. Ningún hombre está completo a menos que sea conductor de la gracia entre Dios y otra persona; y esto no solo es posible o exclusivo dentro del matrimonio. Solo una persona puede ser coheredera de la gracia divina. (1ª Pedro 3:7)

Solo una persona puede recibir, apreciar y disfrutar la gracia de Dios. Lo que un hombre necesita es otra persona para compartir el amor de Dios.

Al crear Dios una persona igual que Adán pero diferente de él, Dios proporcionó la posibilidad de una profunda unidad que habría sido imposible de otra manera. La unión de diversas partes complementarias hace que se disfrute una clase diferente de unidad de la que se produce al unir dos cosas semejantes. Dios creó la heterosexualidad, no la homosexualidad.



Dinámica de las relaciones matrimoniales.

El matrimonio es un hombre que se une sólo a su esposa y a nadie más; y que descubre la experiencia de ser una sola carne con su esposa.

Dios no creó la unión entre Cristo y la Iglesia según el patrón humano del matrimonio; al contrario, creó el matrimonio humano según el patrón divino de la unión entre Cristo y la Iglesia.

Así como Dios creó al hombre a su imagen, creó también el matrimonio a imagen de su propio matrimonio eterno con su pueblo. (Geoffrey Bromiley).

Puesto que la relación eterna entre Dios y su pueblo se da en términos de PACTO, el matrimonio encuentra su naturaleza y dinámica en términos de pacto.

Dentro de esta relación de pacto, Dios mantiene tres principios importantes: Compromiso, Amor y Ley.
[3]

Estos principios y esta dinámica son aplicables a nuestras relaciones y en especial, al matrimonio:

En la Biblia, el COMPROMISO es de carácter unilateral, no es 50/50, sino que una parte toma la iniciativa; en el ejemplo Divino, es Dios quien se acerca a su pueblo y se compromete con él. Esto lo hace declarando su PROMESA y manteniendo su FIDELIDAD a ella.

El AMOR, por otro lado, es de carácter sacrificial; no es amor centrado en el ego, sino amor centrado en el servicio, y en el servicio sufriente, tal como Jesús lo demostró por su Iglesia; a través del AFECTO y la GRACIA

Y la LEY es santificadora; con el propósito de señalar el camino correcto y la forma correcta de obediencia y sumisión; es Dios quien da la ley y dios mismo, en Jesucristo quien cumple la ley (juega de acuerdo a sus propias reglas). Esta ley señala la norma de RECTITUD que invita a la constante comparación con ella; la cual conduce al ARREPENTIMIENTO por la falta de conformidad con esa norma.

El guardar estos principios trae bendiciones; las cuales no son el fin en sí, sino precisamente bendiciones de Dios; Desarrollo de la confianza, Ejercicio del Servicio, Profunda Intimidad, Amor y Perdón piadosos, Seguridad y libertad plenas y Respeto sumiso.

El pacto es provisto por el Señor para santificar a su pueblo; la meta suprema no es la felicidad egoísta sino la regeneración, la santificación y la glorificación del Señor en su pueblo.

Si se persigue la meta correcta en el matrimonio, el Señor provee los recursos correctos y necesarios para desempeñar los papeles que él ha asignado al marido y a la esposa.

Los papeles del marido y la esposa en el matrimonio no son asignados al azar, sino que tienen su raíz en los distintos papeles de Cristo y su Iglesia.

No basta con decir que cada esposo debe buscar su propio gozo en el gozo del otro. También es importante decir que maridos y esposas deben esforzarse por imitar el modelo de relación que Dios desea para Cristo y la Iglesia.




La esposa imita el modelo especial de la Iglesia (Efesios 5:22-24).
Esta llamada a someterse a su marido.
Pero el marido no reemplaza a Cristo como la autoridad suprema para la esposa.

La esposa nunca debe seguir el liderazgo de su marido si éste la lleva a pecar; pero aún así, una esposa cristiana puede mantenerse firme en Cristo frente a la voluntad pecaminosa de su marido y a la vez mantener un espíritu de sumisión.

La actitud y comportamiento cristianos de la esposa pueden mostrarle a su esposo incrédulo que no le gusta resistirse a su voluntad y que anhela que él abandone el pecado en obediencia a dios, la autoridad suprema.



El marido imita el modelo especial de Jesucristo (Efesios 5:25)
El marido debe dirigir con amor sacrificial. Es liderazgo en servicio (Lucas 22:26)
Un marido cristiano se convierte en un siervo, no en un capataz.

[1] Ideas extraídas del capítulo 8; Matrimonio, un modelo del hedonismo cristiano de John Piper en su libro Sed de Dios. Publicaciones Andamio 2001.
[2] Gary Thomas, “El matrimonio Sagrado”, Cap. 2 / Resumen entregado como tarea para la clase de consejería matrimonial.
[3] Los tres principios del Pacto: compromiso, amor y ley son extraídos de Paul Randolph en Teología Bíblica de las Relaciones proporcionado en clase.

La vida matrimonial y el divorcio

Convicciones personales acerca de la vida matrimonial y el divorcio.
por Samuel Hernández Clemente / Clase: Consejería matrimonial


Convicciones acerca de la vida matrimonial[1]

1] La identidad familiar está en Dios (Ef 3.14, 15) El nombre de la «familia» pertenece a Dios y Él lo extiende al hombre y a la mujer.

2] Jesús y el Padre son un modelo de la relación para el matrimonio (1 Co 11.3) Cuando la Biblia muestra cómo se relacionan Jesús y el Padre, revela el tipo de vínculo que debe existir entre esposo y esposa.

3] Cristo y la Iglesia como modelo de las relaciones entre el esposo y la esposa (Ef 5.22-33) El Esposo divino sirve de modelo al marido; la Iglesia sirve de modelo a la mujer.

4] Las actitudes hacia Dios determinan las actitudes hacia el cónyuge (1 P 3.1-7) Los cónyuges deben continuar desempeñando su papel, sin reparar en las dificultades.

5] Los esposos y las esposas son llamados a actuar según el orden divino (Col 3.18, 19, 23, 24) Los papeles en el matrimonio no se escogen ni los señalan las culturas. Dios los ha ordenado.

6] El perdón puede salvar y transformar un matrimonio (Os 2.16, 17, 19, 20) El matrimonio es un estado en el que gente imperfecta se hiere mutuamente. El perdón puede hacer que el poder redentor de Dios transforme el matrimonio.

7] Tres aspectos del sexo: unidad, símbolo de amor, reservado para el matrimonio (1 Co 7.3, 4) El sexo, poderoso símbolo del amor, es deleitoso, pero destructivo fuera del matrimonio.

8] El esposo: protector y proveedor (Is 54.5) Dios es el protector y proveedor; el esposo que alce su mirada a Dios encontrará inspiración y poder para proteger y proveer a su familia.

9] Dios respalda el pacto matrimonial (Mal 2.13, 14, 16) El poder y la autoridad de Dios detienen a todo enemigo que intente amenazar el matrimonio.

10]El divorcio es consecuencia de un corazón endurecido hacia Dios (Mt 19.1-9) Detrás de cada divorcio hay un corazón endurecido hacia Dios y su cónyuge, lo que permite al diablo exagerar los defectos del otro y entregarnos a la autocompasión.

11] La voluntad divina une a las personas en familias (Sal 68.5, 6) Formar parte de una familia no es algo accidental: es el designio divino.



Principios generales del divorcio[2]:

1. La Biblia reconoce y regula el divorcio.

2. Bajo ciertas circunstancias, para algunas personas, el divorcio es correcto y no es el objeto del odio de Dios – Deuteronomio 24:1-4 / Mateo 19:1-12 / 1ª Corintios 7

3. Cuando Jesús habló del divorcio no lo hizo ampliando sino restringiendo su práctica.

4. A diferencia del matrimonio, el divorcio es una contingencia de carácter divisorio y disolutivo de la relación matrimonial debido al pecado del hombre

5. La Biblia menciona diversos términos: divorcio, separación, despedir, repudio. Todos apuntan al divorcio y no se trata de diferentes opciones; solo existe la condición casado o no casado.

6. Los efectos del divorcio son la separación permanente, así como la liberación de obligaciones (incluye las sexuales) y la libertad (en algunos casos) de volverse a casar.




El consejo más sabio al hablar del divorcio:

  • La falta de amor no es justificación para el divorcio.
  • Nuestro amor al cónyuge no debe estar condicionado al amor de él por nosotros.
  • Si no somos amados por nuestro cónyuge; Dios nos llama a amar.
  • Si decimos que no amamos más a nuestro cónyuge negamos la obra redentora de Cristo en nosotros.
  • Amar no es un consejo sino un mandamiento.
  • Dios esta obrando a favor de nuestra santidad no de nuestra felicidad temporal.
  • Los creyentes no deberían buscar el divorcio pero el divorcio es legítimo en caso de inmoralidad sexual; con todo, el divorcio no es la primera sino la última medida a tomar porque si hay arrepentimiento, hay lugar para el perdón y la restauración.
  • El énfasis está en la reconciliación bíblica. Los esposos cristianos tienen todo lo que necesitan para lograr el perdón y la reconciliación

Consejos a discreción y con cuidado acerca del divorcio:

- La Biblia NO prohíbe TODO casamiento después de un divorcio. La parte ofendida tiene libertad de casarse de nuevo, la parte ofensora no arrepentida no debería volverse a casar.

- Incluso después de un divorcio no bíblico hay perdón si hay arrepentimiento. La gracia es mayor que el pecado más horrible.



[1] Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994. / El orden de Dios en la vida familiar por Larry Christenson
[2] Basado en notas del libro Matrimonio, Divorcio y Nuevo Matrimonio de Jay E. Adams y notas de clase Pbro. Félix Ramírez

Mentiras y verdades acerca de los solteros

Errores en Nuestra Actitud hacia al Matrimonio y las Verdades Bíblicas que los contrarrestan.
Por Samuel Hernández Clemente.


Muchos erroes se cometen al hablar de la soltería; pero la biblia nos habla claramente al respecto; ésta es una lista breve pero que a grandes rasgos enumera las actitudes esquivocadas que por lo general se muestran hacia los solteros y lo que la biblia nos enseña.
Con F están marcados los errores y con V se declara lo que dice la Biblia


F- El matrimonio es el único estilo de vida normal o aceptable La soltería es “segunda clase.”
V- El matrimonio no es vocación de todos.
Ser casado y ser soltero, ambos son dones de Dios
Mat. 19:10-12; 1Co. 7:1, 7-8


F - El estado de casado es superior al estado de soltero.
V- Quien se casa hace bien, y quien no se casa hace mejor.
Se necesita mucha piedad para permanecer soltero en pureza.
1Co. 7:32-35, 38, 40


F - Al estar casado, ciertamente las cosas serán más fáciles y estaré más felices.
V- Los que se casan tendrán que pasar por muchos aprietos; hay más felicidad en quedarse soltero; pero el matrimonio es un medio eficaz de santificación. Al casarte, tu cónyuge tiene autoridad sobre ti.
1Co. 7:26-28, 38, 40; Mat. 19:10; 1Co. 7:4



F - Dios te promete una “ayuda idónea”
V - Dios no te obliga a casarte; eres tú quien decide si te casas o no; necesitas sabiduría.
Mat. 19:10-12; 1Co. 7:17, 24; Jer. 16:2



F - El matrimonio es la finalidad de la vida.
V - El propósito de Dios es hacernos semejantes a Jesucristo; sea casados o solteros estamos llamados a lo mismo.
Romanos 8:29


F - Para encontrar mi “ayuda idónea” tengo que dedicarme a buscarla, o por lo menos estar en una iglesia donde hay bastantes solteros.
V- El tiempo de soltería no es para buscar pareja sino para aprovecharlo en prepararse y ejercitarse en la piedad. No es buscar a la persona idónea sino convertirse en la persona idónea.
Génesis 24 (Rebeca)




F- Cualquier cosa—inclusive un mal matrimonio —es mejor que estar solo
V- Ser soltero es mejor que ser mal esposo. Hay maneras menos dolorosas y crueles de desperdiciar la vida.
Pr.12:4; 19:13;21:9,19;1Sam.25:25.


F - Si no es atractivo/a ahora, no podemos salir—nunca podría yo sentir atracción por esta persona.
V - Engañosa es la gracia y vana la hermosura. El amor es más fuerte que la simple atracción, y se enfoca en asuntos más importantes que el físico.
Mc. 9:23; 10:27


F - Que estemos enamorados es la única base necesaria para que nos casemos.
V- Si el Señor no edifica el matrimonio, en vano trabajan los que pretenden edificarlo. La Base del matrimonio no es el enamoramiento sino el amor sacrificial Divino.
1Co. 7:39; Jer. 17:9



F - Que mi pareja sea creyente es el único criterio que tengo que mantener.
V - Que sea VERDADERAMENTE cristiana; y tú se ejemplo.
Escoge de lo bueno lo mejor.

Ef. 5:23; Pr. 20:6; 31:10-11; 1Co. 15:33


F - Sólo hay una persona en el mundo con quién pudiera casarme, así que tengo que velar por no perder la oportunidad de conocerlo.
V - Lo que Dios pide de ti es que seas sabio al elegir; nunca estas fuera de su plan para tu vida.
1Co. 7:39


F - No puedo vivir sólo.
V - No tienes que vivir solo; tienes la mejor compañía para la vida, Jesucristo.
Mat. 28:20; Is. 54:5; Heb. 13:5



F - Varones pueden pensar: “No hay nada malo en tener la belleza física como el criterio que más me importa en una pareja.”
V - Limitamos y opacamos la imagen de Dios cuando le damos más importancia al físico que a la integridad de la persona.
Pro. 31:30; 1Ped. 3:3-4



F - Mujeres pueden pensar “Tengo que vestirme sexy para atraer a un varón.
V - Un corazón puro y piadoso tiene el potencial de atracción más poderoso que una minifalda o un escote.
1Ped. 3:3-5



F - Mujeres pueden pensar “No puedo mostrar interés en una relación más estrecha porque el varón tiene que iniciarla”
V - Puede haber una motivación auténtica y piadosa para que sea la mujer quien tome la iniciativa.
(Rut)

Un Resumen de la teología de la oración.

He aquí cinco principios que resumen una teología de la oración. Una premisa detrás de estos principios es que cuando conocemos mejor el propósito de Dios, se profundiza nuestra devoción en la oración y nos ayuda a glorificar a Dios por quién es Él y por lo que hace.



1) Dios creó el universo y todo lo que en él hay para manifestar las riquezas de la gloria de su gracia.

Isaías 43:6-7 Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.

Efesios 1:6,12,14 Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado… a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo… para alabanza de su gloria.

Romanos 9:23 Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria.




2) Por lo tanto, todas las personas deberían actuar de una manera que refleje la gloria de la gracia de Dios.

Mateo 5:16. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos

1 Corintios 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.





3) Dios será más glorificado por la obediencia y el servicio de su gente cuanto más ellos dependan de Su gracia y Su poder de manera conciente y evidente.

1ª Pedro 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

2ª Tesalonicenses 1:11-12: Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.




4) Orar por la ayuda de Dios es una manera en la que Dios preserva y manifiesta la dependencia de su pueblo en su gracia y su poder. La necesidad de oración es un recordatorio constante y evidente de nuestra dependencia de Dios en todo, de manera que él recibe la gloria cuando nosotros recibimos su ayuda.

Salmo 50:15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.

Juan 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.




5) Cuando el Espíritu inspira y dirige el clamor de nuestro corazón, se cumple el fin principal del universo: Dios recibe la gloria porque el Espíritu Santo crea el clamor en nosotros, Dios recibe la Gloria porque el Padre es quien escucha y atiende a lo que el Espíritu dice; Dios recibe la Gloria porque el Hijo adquirió para los pecadores cada bendición que ellos reciben; y Dios recibe la Gloria porque nuestro corazón es el escenario de ésta obra divina, de manera que conocemos y experimentamos la misericordiosa intercesión de Dios por nosotros y concientemente le adoramos y le damos gracias.

Romanos 8:26-31 26Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. 28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

10 razones para dar gracias por la Biblia inspirada por Dios

Traducido por Samuel Hernández
John Piper Noviembre 20, 2006 en http://www.desiringgod.org/

1. La Biblia despierta a la fe, la fuente de la obediencia.
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17


2. La Biblia nos libera del pecado
Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32


3. la Biblia nos libera de Satanás
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. 2ª Timoteo 2:24-26

4. La Biblia nos santifica
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad Juan 17:17


5. La Biblia nos libera de la corrupción y nos fortalece en la piedad
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. 2ª Pedro 1:3-4


6. La Biblia inspira al amor
Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento Filipenses 1:9
Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida 1ª Timoteo 1:5


7. La Biblia nos salva
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. 1ª Timoteo 4:16
Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Hechos 20:26-27
Y usará toda clase de maldad para engañar a los que van a la condenación, porque no quisieron aceptar y amar la verdad para recibir la salvación DHH 2ª Tesalonicenses 2:10


8. La Biblia nos da gozo
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Juan 15:11


9. La Biblia nos revela al Señor
Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.
1ª Samuel 3:21


10. Por lo tanto: La Biblia es el fundamento de mi feliz hogar, vida, ministerio y mi esperanza de una eternidad junto al Señor

miércoles, 4 de julio de 2007

Discurso de Graduación - Junio 2007

Discurso de Graduación / Seminario San Pablo.
A/c de Samuel Hernández Clemente. 29 Junio 2007

Pastores, Maestros, compañeros y hermanos; que el Señor les bendiga.

Hay una gran diferencia entre las ceremonias que celebrarán las universidades y colegios durante ésta temporada, y la que celebramos hoy en éste templo dedicado al Señor nuestro Dios.

Las universidades y colegios generalmente inculcan en sus alumnos principios basados en la autonomía humana, la superación personal y las ambiciones terrenales.

Nosotros en cambio, hemos convivido y aprendido durante estos años a la sombra del lema de nuestro seminario: SIERVOS POR AMOR DEL SEÑOR.
Si somos siervos del Señor, debemos estar concientes de que el grado que hoy se nos otorga no es un motivo de enaltecimiento sino un llamado al servicio humilde y sacrificial en nombre de Jesús.

Estamos convencidos de que no somos más que siervos inútiles, escogidos de entre lo débil y menospreciado del mundo para que la gloria sea del Señor y no de nosotros. Y eso nos alegra, porque la gloria del Señor es reflejada y exaltada en la debilidad y fragilidad de sus hijos

Hoy estamos aquí celebrando la providencia y la fidelidad de nuestro gran Pastor.
Hoy decimos con alegría: hasta aquí nos ayudó el Señor.
Hoy reconocemos que estamos aquí no por nuestros méritos, no por nuestras capacidades, no por nuestras fuerzas y logros personales; sino por la gracia del Señor que nos ha fortalecido y mantenido durante éstos años de formación académica en el Seminario San Pablo.
Hoy estamos aquí con nuestras esperanzas reposando en el Señor Jesucristo y su Reino.
No venimos aquí por la paga, ni por la popularidad que pueda traer el ministerio; no hemos venido persiguiendo fama o posición de honor.
Hemos respondido al llamado de nuestro Padre a servirle y nuestro anhelo más ferviente es un día poderle ver cara a cara y escuchar que nos diga; bien hecho buen siervo fiel.

Hemos venido aquí porque queremos ser instrumentos de cambio en las manos del Señor; instrumentos de cambio para una sociedad que se hunde en la corrupción, el pecado y el vicio. Anhelamos ser instrumentos de cambio para las familias que no encuentran su propósito e identidad pues están ahogadas en el divorcio, la infidelidad, la rebeldía y el egoísmo.
Deseamos ser instrumentos de cambio para una niñez y una juventud que batalla con las drogas, la pornografía, el crimen, la anorexia y la prostitución.
Queremos ser instrumentos de cambio para una sociedad que perece en sus pecados.
Y queremos ser instrumentos de cambio para una iglesia reformada que anhela reformarse hasta que llegue el día de presentarse ante su Señor limpia, sin mancha ni nada de que avergonzarse.

Hemos venido aquí porque queremos consolar a nuestro prójimo con el mismo consuelo que hemos recibido en Jesucristo.

Por eso; ésta ceremonia no es ostentosa ni llena de lujos. Por eso ésta ceremonia no esta centrada en nuestros logros.
Hoy la gloria no se centra en los graduandos sino en aquel que ha llamado, enseñado y entrenado a los que hoy se gradúan.

Y nuestra oración y ruego es que nuestro Padre nos perfeccione, afirme, fortalezca y establezca cada día de nuestra existencia.

¿Qué han hecho estos 4 años de preparación en nuestra vida?
Hemos aprendido que somos más débiles de lo que imaginábamos.
Hemos descubierto que sabemos mucho menos de lo que pensábamos.
Hemos percibido que nuestro pecado es más grave de lo que estábamos dispuestos a aceptar.
Hemos aprendido que dependemos únicamente de la gracia y misericordia de Jesucristo.
Hemos sido sorprendidos por la grandeza y majestad de nuestro Dios; a quien servimos y rendimos gloria sin haberle visto aún.

Por eso damos gracias:
Damos gracias al todopoderoso que vive y reina para siempre.
Damos gracias a nuestro Señor por nuestras familias.
Agradecemos por nuestros padres, por nuestros hermanos y por nuestros familiares.
Agradecemos por nuestros amigos, por el abrazo que nunca hizo falta, por el consuelo oportuno, por el apoyo en oración y por el apoyo material.
Agradecemos al Señor por nuestros maestros y pastores; por su sabiduría y su humildad. Por enseñarnos con sus habilidades y sus limitaciones.
Agradecemos al Señor por el Seminario San Pablo y rogamos que derrame su bendición y auxilio en medio de los muchos desafíos a los que se enfrenta.
Hoy decimos GRACIAS SEÑOR,
Te suplicamos que sigas completando tu obra en nosotros.
Queremos ser siervos por amor a ti.

Nos despedimos con tristeza; pero también con esperanza, una esperanza que no muere sino que cada vez es más fuerte; es la esperanza de un día encontrarnos de nuevo y todos juntos inclinarnos ante nuestro Padre rindiéndole la gloria y el honor debido a su nombre.

Hasta entonces; sigamos peleando la batalla de la fe. Confrontando con la verdad del evangelio, consolando con el testimonio de Jesucristo. Guiando a la iglesia del Señor y sirviendo con alegría a nuestros hermanos y hermanas.

Hasta entonces, sigamos deleitándonos cada día en el gozo que solo Cristo puede dar; evitemos dañar a la Iglesia de Cristo; edifiquemos, prediquemos y sirvamos en amor.

Hasta entonces, sigamos llevando toda carga y toda angustia a los pies de Cristo, quien nos ha sostenido éstos años, quien nos ha provisto de lo necesario, quien nos ha llamado a servirle despojándonos de nosotros mismos; quien se despojó a sí mismo por amor a nosotros y nos manda seguir su ejemplo.

Hasta entonces sigamos dependiendo de nuestro buen pastor; quien ha sido fiel cada día, quien no nos desampara, quien nos fortalece, confronta y anima a seguir adelante. Quien nos acompaña aunque andemos por valles de sombra de muerte. Quien nos promete volver por nosotros.

Recordemos que el día de hoy nos graduamos no para ser servidos, sino para servir; para servir al Señor y a su Iglesia.
A él Sea la Gloria en su reino, en el Seminario San Pablo, en la predicación de su evangelio y en la vida de sus siervos.

sábado, 2 de junio de 2007

El ARREPENTIMIENT0 de Dios

El ARREPENTIMIENT0 de Dios

Introducción:
Hablar acerca de Dios es y será siempre una tarea que para la mente humana esta muy por encima de nuestra capacidad.
Hablamos de Dios en palabras humanas, imperfectas, lenguaje de hombre que no puede captar la magnitud de la grandeza de Dios.
Es como querer tomar una fotografía de las cataratas de Niágara con una cámara desechable; simplemente no podemos captar tanta grandeza con una visión limitada.
Con todo y lo que esta aventura implica, es nuestro deber moral y cristiano el de adorar a nuestro Señor tal como se nos ha revelado. Hemos de analizar la palabra de Dios; revelada para que le conozcamos y aceptar lo que ellas nos dicen acerca de nuestro Señor y la forma en que se relaciona con nosotros.
Y es en su palabra, donde a veces encontramos lo que para nosotros parecieran contradicciones, paradojas y, perdón por la expresión, enredos. Claro es que no se trata de nada de esto, sino que hay asuntos que son difíciles de entender. Tal es el caso del debatido “arrepentimiento de Dios”.
¿Se arrepiente Dios? ¿La mente de Dios cambia?
¿Que hacemos con esos pasajes de la Biblia donde claramente se enseña que Dios se arrepiente?
¿Alguna vez ha cambiado en respuesta a nuestras oraciones?
¿Como se relacionan las declaraciones de la Biblia que dicen que Dios ordena el futuro con aquellas que dicen que Dios altera sus planes?[1]
Pues de entrada diremos que Dios NO se arrepiente en el sentido de que Él esta más allá de todo, gobernando y controlando todo lo que existe, cumpliendo su propósito eterno inmutable.
Pero también, Dios SÍ se arrepiente en el sentido de que Él se relaciona con su creación, en especial con la humanidad, es Dios con nosotros, y la Biblia nos revela que si bien Dios es inmutable, también es “afectado” por la obediencia, el destino o el pecado de sus criaturas.
Así es como encontramos esa tensión entre la relación del Señor “por encima de nosotros” y la relación del Señor “con nosotros” y hemos de aceptarla pues así se nos presenta revelada en la Biblia; de eso tratará este ensayo.



1. ¿Por qué es importante esta cuestión?
¿Porque gastar tinta y papel en hablar sobre este asunto? ¿No es de por sí querer entrar en terreno de lo desconocido?
Pues sí, hemos de aceptar que es difícil hablar de un tema como este, pero es nuestra responsabilidad escudriñar las escrituras, la revelación escrita de Dios para conocerle más y conociéndole le amemos.
Hablar sobre este tema es importante, pues de lo que creamos tiene consecuencias para nuestra vida cristiana y la manera en la que entendemos a Dios. Nuestras conclusiones influirán en la manera en la que oramos, en la manera en la que reaccionamos ante las adversidades, en la manera en la que tratamos con el pecado, en la forma en la que tomamos decisiones, en cada aspecto de nuestra vida aplicaremos las implicaciones de creer que Dios se arrepiente o creer que sí se arrepiente.
Por ejemplo, si alguien cree que Dios no se arrepiente, que no cambia nada de lo que decreta ¿Qué razón encontrará para orar a Dios pidiéndole ayuda en medio de su aflicción? Luego, si alguien malinterpreta la Escritura y decide seguir en su pecado porque según esta persona – Ha sido salvo por Gracia, y Dios no cambia, así que no importa cuanto peque la persona, seguirá recibiendo su favor pues “ya es salva”- ¿Qué contestamos a alguien que piensa así?
Luego, si alguien piensa que Dios sí se arrepiente, ¿Cómo puede tener tranquilidad de que el pecado que comete no llegará a hartar a Dios hasta que se arrepienta de haberle salvado?
Aunque para nosotros, gracias a Dios, estos pensamientos no son un problema, para la gente de nuestras iglesias quizá sí lo sean, y es nuestra tarea pastoral brindarles una correcta explicación de asunto.



2. Enjuiciando a Dios
De ambas partes del debate surgen opiniones y argumentos. Y cuando abordamos el tema del arrepentimiento de Dios debemos de pedirle humildad y sabiduría para ser reverentes y prudentes. Si no; la cosa se pone como si el hombre, con su mente finita quisiera enjuiciar a Dios, exigiéndole que se presente y responda tal como queremos a nuestras preguntas.



a. Malentendiendo que Dios SÍ se arrepiente
Y entonces se levanta el abogado del diablo, aquel que interpreta pasajes de la Biblia donde se habla de Dios arrepintiéndose o cambiando lo que ya había dicho que haría, y dicen -¿ven? la Biblia esta llena de errores-
Llega a decir que hemos de elegir entre un Dios bueno pero no poderoso, o un Dios poderoso pero no buen; o Dios es fuerte o Dios es bueno, pero no ambas cosas a la vez. Si no puede arrepentirse, entonces es porque no puede, o porque no quiere…[2] y al encontrar esos pasajes de los que hablamos arriba, concluye diciendo que Dios no es poderoso.

Luego formula las llamadas “Teología del Proceso” y “Teología de apertura” y se aventura a decir que Dios no es perfecto, que no conoce el futuro con exactitud, sino solo con probabilidad, de manera que esta llegando a ser Dios con la ayuda de nosotros.
Así es que, de acuerdo a este análisis herético, es normal que Dios se arrepienta y que cambie de parecer, pues de hecho debe hacerlo conforme se va topando con asuntos que arreglar, cambiar, reparar, interrumpir etc.[3]
Tales argumentos van en contra de lo que dice la Biblia. Efectivamente, existen pasajes que hablan de Dios refiriéndose a Él como alguien que se arrepiente y que cambia sus planes, vemos a un Dios que se arrepiente de haber creado al hombre, que se arrepiente de castiga r a su pueblo, que perdona el castigo sobre Nínive, que le concede a su profeta unos años más de lo que había dicho, pero estos pasajes deben entenderse en su contexto y no ser utilizados para fundamentar posturas antibíblicas.
Más adelante analizaremos estos pasajes con más detalle, pero por ahora tomaremos como ejemplo el primer pasaje citado, y quizá el más debatido:
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Génesis 6:5-6

Esa frase “Y se arrepintió Jehová” es una de las que tanto problema han causado. De entrada hay que ver que si todos entendieran que lo que tenemos es una traducción del hebreo; el idioma original en que Dios se reveló en el AT, al español, no tendríamos tantos problemas.
El español es una lengua proveniente de otros y muchos idiomas. Cuando queremos interpretar traducciones de libros tan antiguos como la Biblia, es muy importante conocer y tener en cuenta significaciones originales. También es vital reconocer el estilo del texto, a quien está dirigido, la época en que fue traducido, en fin son muchas las cuestiones a tener en cuenta.
En el caso del pasaje de Génesis 6:5-6, su estilo es narrativo, con un poco de alegórico y poético. Vemos mucho este recurso: los antropomorfismos[4] y los antropopatismos[5].
Esta es la razón por la que cuando dice “y se arrepintió…” debemos mirar su contexto y además entender el trasfondo. Tengamos en cuenta que está escrito en el entorno cultural de un pueblo diferente a nosotros.
Por ejemplo, en el capítulo 8 de Génesis se dice “Y Dios se acordó de Noé…” ¿Esto implica que lo haya olvidado? ¿Debemos abrir otro debate que se titule “el olvido de Dios”? Por supuesto que no, es un recurso del estilo.
De todas maneras el término traducido antiguamente como “arrepentir” en el hebreo antiguo es ~x,N"å (n¹µam) y su significado sería entristecer, suspirar. Entonces, una traducción literal sería, “Y lo sintió Dios de haber hecho al hombre y le dolió en su corazón”.


b. Malentendiendo que Dios NO se arrepiente
Luego, del otro lado se levanta el abogado de Dios, o al menos eso pretende ser, inventando teodiceas que buscan defender la causa divina para que no parezca que Dios es injusto o que se contradice.
De este lado están los que piensan de manera fatalista, aquí se agrupan aquellos que dicen – Pues si Dios no se arrepiente, de nada sirve que haga oraciones- con lo que muestran que, además de tener un concepto equivocado del propósito de la oración, no miran de una manera correcta a Dios.
Se vuelve peligroso al ignorar los pasajes que hablan de Dios relacionándose con nosotros, atendiendo a nuestro clamor, conmoviéndose con nuestro dolor, cediendo a nuestras peticiones.
Pues bien, estoy completamente de acuerdo en que Dios no cambia, y en un momento analizaremos en que sentido no cambia. También debemos aclarar que aunque Dios se relaciona con nosotros, y atiende a nuestro clamor, no por ello Dios se convierte en una marioneta a la que podamos manipular con oraciones como si fueran palabras mágicas para conseguir algo.
Pero no por eso es un Dios que se mantenga indiferente a nosotros sino todo lo contrario.




c. El veredicto
Gran parte de este debate de opiniones se soluciona aclarando los términos y el contexto en el que decimos si Dios se arrepiente o no.
Para decir que Dios no se arrepiente, el término inmutable es muy importante. Inmutable significa que no cambia. Dios no cambia en su ser, perfección, propósitos y promesas.
Si Dios fuera inconstante, nuestra voluntad desfallecería. Nuestra fe, esperanza y conocimiento descansan sobre el Dios en el cual se puede confiar. Todo en nuestro alrededor cambia; pero Dios permanece el mismo, porque El es eterno.
"Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin." Salmos 102: 25-27

"Porque Yo, el Señor, no cambio..." Malaquías 3:6

Cuando decimos que Dios no cambia, no se refiere a que en no puede moverse. Dios está siempre en movimiento a medida que responde a las situaciones. Cuando la Escritura habla de Dios cambiando, lamentándose o, como es el caso que nos ocupa, arrepintiéndose, esta empleando términos humanos para explicar la relación de Dios con el hombre (ya mencionamos Génesis 6:6)

“…Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo…” Éxodo 32:9-14

“…Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo…” Jonás 3: 4-10

Parecería, al ver estos textos, como si Dios se hubiera arrepentido.
Pero el arrepentimiento de Dios es una expresión antropomórfica de dolor del divino amor ante el pecado del hombre, y significa que Dios es dolido.

"También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque El no es hombre para que se arrepienta" 1Samuel 15:29

Este pasaje, por otra parte, dice tajantemente que Dios no se arrepiente, pero a pesar de esto, no esta contradiciendo a aquellos versículos en los que se menciona que Dios sí se arrepiente, sino que el enfoque en distinto.
Necesitamos entender que, si bien Dios es inmutable, también es cierto que Dios entra en relación con el hombre y de acuerdo a la situación, existe un cambio en la relación con los hombres, pero su ser no cambia. En la realidad, el cambio no es en Dios, sino en el hombre y su relación con Dios.
La Biblia nos revela que si bien Dios es inmutable, también es “afectado” por la obediencia, el destino o el pecado de sus criaturas.
Si de verdad existe la misericordia de Dios y la ira de Dios, entonces Dios también es “afectado” por lo que le acontece a sus criaturas.
Por ejemplo, Cuando Dios anuncia por medio de los profetas que enviará desastre por la maldad de su pueblo, entonces el cambio debe estar en el hombre. Si éste se arrepiente, Dios no traerá el desastre.
5Entonces el Señor me dijo: 6“¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes, israelitas, lo mismo que este alfarero hace con el barro? Ustedes son en mis manos como el barro en las manos del alfarero. Yo, el Señor, lo afirmo. 7En un momento dado decido arrancar, derribar y destruir una nación o un reino. 8Pero si esa nación se aparta del mal, entonces ya no le envío el castigo que le tenía preparado. 9En otra ocasión decido construir y hacer crecer una nación o un reino. 10Pero si esa nación hace lo malo y desatiende mis advertencias, entonces ya no le envío los beneficios que le tenía preparados. Jeremías 18:5-10

Muchas profecías de juicio y bendición son condicionales, Dios se reserva el derecho de cancelarlas o revertirlas. Y con todo, Dios sigue siendo inmutable en Su ser, en Su perfección absoluta y en Su propósito eterno.
Vemos hasta aquí, que hay pasajes de la Biblia que dicen que Dios SÍ se arrepiente y otros pasajes que dicen que NO se arrepiente.
A pesar de esto, no son contradicciones, sino diferentes enfoques. No tenemos aquí una lucha contradictoria entre la inmutabilidad de Dios y la responsabilidad humana. No son errores de la Biblia, sino absoluta verdad, que debe interpretarse a la luz del contexto y propósito de cada pasaje.

Decimos que Dios es inmutable y con ello queremos decir que Dios es inmutable en su perfección absoluta. Pero debido a que Dios es personal en su relación con los hombres y mujeres, varía en sus relaciones con el hombre.

Dios es inmutable en su carácter, en su ser, Él es eternamente el mismo, pero en su relación con las personas sí cambia.
Observemos que junto a la inmutabilidad e inviolabilidad de los decretos de Dios, la Escritura enseña claramente que el hombre es una criatura responsable de sus acciones, de las cuales debe rendir cuentas. Y si pretendemos ser fieles a la Palabra de Dios, la afirmación de una enseñanza de ella no nos llevará a la negación de la otra. Reconocemos que existe verdadera dificultad en definir dónde termina una y donde comienza la otra[6]. Esto ocurre cada vez que lo divino y lo humano se mezclan.
Para esto hay que entender dos términos: Trascendencia e Inmanencia.





3. Trascendencia e Inmanencia
Hay ciertos asuntos que el ser humano, con su mente finita, no será capaz de reconciliar entre sí. Es aquí donde entra el concepto de antinomia.[7]
En este sentido, en la Biblia encontramos ciertas antinomias, y como personas de fe, debemos estar dispuestos a aceptarlas. Hemos de ser capaces de decir – No puedo, es más, no pretendo se capaz de hacerlo, no lo se, solo creo lo que me dice la Biblia –
Santiago 1:17 nos dice que en Dios no hay variación ni cambio, eso es lo que llamamos la inmutabilidad de Dios. Pero también la Biblia nos dice que Dios se arrepintió de ciertas cosas, ya analizamos algunos pasajes que así lo dicen.
¿Hay manera de hablar al mismo tiempo de la inmutabilidad de Dios y aún así creer lo que la Biblia dice sobre el “arrepentimiento de Dios”? porque el arrepentimiento implica cambio de planes, y entonces parece que hay estamos frente a una gran contradicción.



a. Trascendencia
El término Trascendencia encierra la idea bíblica de la santidad y majestad de Dios. Es el control y autoridad del Dios del pacto. Dios SOBRE o POR ENCIMA de su creación. Muchas partes en la Biblia nos hablan de este tema:

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria. Salmo 57:5

Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; Eres muy exaltado sobre todos los dioses. Salmo 97:9

No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Eclesiastés 5:2

¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?... El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Isaías 40:12,22

«¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir!»… «Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas». Apocalipsis 4:8,11

Hablando en Su Trascendencia, el Señor NO se arrepiente.
Arrepentirse implica cambio, y Dios no cambia

➟ No cambia en sus atributos esenciales:

Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. 26Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos como una vestidura se envejecerán, como un vestido los mudarás y serán mudados; 27 pero tú eres el mismo y tus años no se acabarán. Salmo 102:25-27

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación Santiago 1:17

➟ No cambia en su voluntad decretiva.

El plan de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones. Salmo 33:11 RV95

➟ No cambia en su fidelidad al pacto

Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Malaquías 3:6

Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos. Miqueas 7:20

34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David. 36 Su descendencia será para siempre, Y su trono como el sol delante de mí. 37 Como la luna será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo. Salmo 89:34-37




b. Inmanencia
El término Inmanencia se refiere a la cercanía de Dios, su presencia en la tierra; especialmente con la gente. Enfatiza su actuación dentro de los asuntos humanos, es la presencia del Dios del pacto. También hay pasajes sobre esto:

…Yo haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro y pronunciaré el nombre de Jehová delante de ti, pues tengo misericordia del que quiero tener misericordia, y soy clemente con quien quiero ser clemente. Éxodo 33:19

Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro. Deuteronomio 4:39

Al oír esto ha desfallecido nuestro corazón, y no ha quedado hombre alguno con ánimo para resistiros, porque Jehová, vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. Josué 2:11

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: «Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados. Isaías 57:15

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos. Efesios 4:4-6

Hablando de Su Inmanencia, el Señor puede arrepentirse y lo ha hecho:
…y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Génesis 6:6

…Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo habría de hacer a su pueblo. Éxodo 32:9-14

Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová, vuestro Dios; porque es misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y se duele del castigo. ¡Quién sabe si volverá, se arrepentirá y dejará bendición tras sí… Joel 2:13-14

…2Y aconteció que cuando acabaron de comer la hierba de la tierra, yo dije: «Señor, Jehová, perdona ahora, pero ¿quién levantará a Jacob, que es tan pequeño?». Se arrepintió Jehová de esto: «No será», dijo Jehová.
…5Y dije: «Señor, Jehová, cesa ahora; pues ¿quién levantará a Jacob, que es tan pequeño?». 6Se arrepintió Jehová de esto: «No será esto tampoco», dijo Jehová, el Señor. Amós 7:1-6

Vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que había anunciado hacerles, y no lo hizo. Jonás 3:10

1En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y el profeta Isaías hijo de Amoz, vino a él y le dijo: «Esto dice Jehová: “Ordena los asuntos de tu casa, porque vas a morir. Ya no vivirás”». 2Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared e hizo oración a Jehová…
….4Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5«Ve y dile a Ezequías: “Jehová, Dios de tu padre David, dice así: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años. Isaías 38:1-5




c. La tensión entre Trascendencia e Inmanencia
Nos encontramos aquí con la tensión por un lado con Dios POR ENCIMA de nosotros, inmutable en su perfección absoluta. Y por otro lado, nuestro Dios CON nosotros, en relación personal con los hombres y mujeres, variando en sus relaciones con el hombre.
Por un lado, Dios es inmutable en Su carácter, en Su Ser, Él es eternamente el mismo, por otro lado, en Su relación con las personas sí cambia.
Hay dos cosas que están por encima de toda esta discusión; Dios esta POR ENCIMA de nosotros, Dios esta CON nosotros. La primera afirmación enfatiza la Trascendencia de Dios, la segunda enfatiza la Inmanencia de Dios.
Dentro de Su Pacto, Dios ejerce control y autoridad SOBRE NOSOTROS y presencia CON NOSOTROS para bendecir y juzgar a Sus criaturas de acuerdo con los términos de Su Pacto.

Así encontramos en la Escritura Control, Autoridad y Presencia de Dios. Estos atributos enfatizan tanto Su Trascendencia como Su Inmanencia.
La presencia de Dios CON nosotros, es consecuencia de Su control y autoridad POR ENCIMA de todas las cosas. Es decir, la Inmanencia de Dios es siempre consecuencia de Su Trascendencia y no viceversa.
Uno de los requisitos fundamentales de la exposición de la Palabra de Dios es la necesidad de preservar el equilibrio de la verdad. Y es lo que tratamos de hacer en este ensayo.

Existe un verdadero peligro tanto en ignorar lo primero como en sobre-enfatizar lo segundo. Hacer énfasis en la trascendencia de Dios sin tomar en cuenta su inmanencia, tiende al fatalismo.
Por otra parte, dar a la inmanencia tanta importancia que se pierda de vista su trascendencia, tiende a exaltar a la criatura y deshonrar al Creador.

El siguiente cuadro ayuda a entender mejor la tensión entre trascendencia e inmanencia de Dios.










De acuerdo a la Biblia; (como esta señalado del lado izquierdo del diagrama) Dios ejerce Control y Autoridad sobre todas las cosas, en especial dentro de su pacto y esto es lo referente a su trascendencia. En este aspecto, hay muchas cosas que no se nos han revelado.
Cuando cometemos el error de sobre-enfatizar este aspecto (señalado a la derecha), nos quedamos con un Dios tan por encima de nosotros que no podemos conocerle o identificarle en la historia, de manera que permanece indiferente a su creación, como si no hubiera nada que Dios haya revelado al hombre.

Por otra parte; la Biblia (como esta señalado del lado izquierdo) también enseña que Dios ejerce Su Presencia y en especial con los que están en relación de Pacto con Él, y esto se refiere a su inmanencia. Es en este lado donde encontramos que Dios se ha revelado a nosotros, parcial pero suficientemente.
Cuando enfatizamos este aspecto (señalado a la derecha) por encima de la trascendencia, se imponen la independencia y autonomía de las criaturas, y tal parece que se tuviera una revelación completa de Dios.
Es interesante también analizar la contradicción cruzada del concepto bíblico con el no bíblico:
Si Dios, en su trascendencia ejerce control y autoridad; una creación independiente de Dios es inconcebible.
Y si Dios, en su Inmanencia ejerce su presencia y se revela al hombre, entonces no hay lugar para creer que Dios permanece indiferente a su creación.

Luego, vemos que la tensión entre trascendencia e inmanencia es mucho menor (si no es que desaparece) cuando las apreciamos a la luz de la Escritura que cuando no lo hacemos. Pues hablando bíblicamente de la trascendencia, se implica ahí mismo la inmanencia y viceversa. Si Dios ejerce Control y autoridad, es porque Dios se relaciona con su creación. Y si Dios se relaciona con su creación, y en especial con sus hijos, es porque gobierna y controla todo. Vemos entonces que trascendencia e inmanencia son muy consistentes a la luz de la Escritura. A diferencia del concepto no bíblico, que presenta una gran tensión que hace imposible reconciliar ambas partes. Pues ¿Cómo es posible que Dios no se revele de ninguna manera y a la vez que Dios se revele totalmente? Esto es inconsistente.

Pero lo más estremecedor para el asunto que estamos tratando, es que nadie niega estos dos aspectos; sino que sobre enfatizamos uno u otro. La relación horizontal entre el concepto bíblico y el no-bíblico, indica que no tendemos anegar uno de los dos aspectos, sino a enfatizar demasiado uno de los dos. Y que la línea que divide la verdad de la mentira se puede volver frágil conforme nos esforzamos por resolver la tensión.
Debemos tener cuidado de esto, hemos de acercarnos al Señor con temor y temblor porque Él es Grande y Todopoderoso pero también podemos acercarnos con gozo y seguridad porque Él es Dios con nosotros y podemos decir Abba Padre. Hemos de vivir con esta tensión, no tratemos de solucionarla, pues en el intento acabaremos negando la verdad revelada en la Biblia: que Dios es trascendente e inmanente a la vez.

Mencionemos un ejemplo final: II Samuel 12 relata la historia de David y la muerte del hijo que había tenido con Betsabé luego de haber adulterado con ella. En el versículo 14, el profeta Natán anuncia a David que Dios ha decidido que el niño muera:
14Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. 15Y Natán se volvió a su casa…

Al venir el castigo de Dios, la reacción de David fue rogar, ¡rogar! Aún cuando Dios ya había emitido su juicio, David se atreve a rogar y pedir que Dios cambie de parecer, que Dios se arrepienta de permitir que el niño muera.
…Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente. 16Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. 17Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.

Pero el niño no se recuperó, y murió, Dios no cambió de parecer y permitió que muriera el niño. Los siervos de David temían darle la noticia, pues si ver a su hijo enfermo ya era un suplicio, sería desastroso para el padre el hecho de perder a su hijo.
18Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? 19

Sin embargo, al contrario de lo que esperaban, David aceptó la muerte de su hijo sin reproches, pues Dios había mostrado su voluntad, y había que aceptarla.
Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. 20Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. 21Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan. 22Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.


Mientras hubo oportunidad, apeló a la inmanencia de Dios y confió en que Dios atendía a sus ruegos, y cuando la voluntad de Dios se mostró en la muerte del niño, David se consoló en la trascendencia de Dios, que gobierna y controla todas las cosas según le place para su gloria.

¿No es finalmente lo que hacemos como cristianos? Sabemos que Dios es poderoso para socorrernos y por eso, por ejemplo, cuando el diagnostico médico es cáncer; rogamos al Padre para que envíe sanidad, claro esta que debemos pedir que se haga su voluntad finalmente, pero le rogamos y oramos según necesitamos que Él nos conteste, le mostramos nuestras peticiones y esperamos que Dios nos asista.

Y una vez que el cáncer ha cedido, que Dios ha enviado sanidad, le alabamos porque contestó a nuestra súplica. Y por otra parte, cuando el cáncer lleva a la muerte, cuando estamos frente al ataúd, cuando estamos junto a una lápida, nos consolamos y aceptamos la voluntad de Dios, -Así lo quiso Él-

Y los casos se repiten día a día, cuando llega la orden de embargo, cuando se recibe la solicitud de divorcio, cuando llega el citatorio del juez, cuando una llamada anónima pide el rescate, cuando las lágrimas abundan, cuando los planes se frustran, cuando las energías se agotan, sabemos que Dios es por nosotros, que Dios esta con nosotros, que es nuestro Padre y nos ayuda.

Y ante las tragedias, cuando llega la muerte, cuando llega la pérdida, cuando llega el castigo, cuando se firma el documento, cuando se procede al embargo, cuando se pierde algo o a alguien, cuando hay que ceder, cuando hay que resignarse, entendemos que Dios hace todas las cosas de acuerdo a su voluntad, no lo entendemos del todo, no nos gusta del todo, pero es Dios por encima de nosotros y así hemos de alabarle.



¿Se arrepiente Dios?
¡No!…y Sí. No cuandohablamos de la trascendencia del Señor.
¡Sí!... y No Si cuando hablamos desde la inmanencia de nuestro Señor

Con respecto a Su Trascendencia Él nunca cambia. Él es Dios SOBRE nosotros. Esto implica:
➟ Que los propósitos de Dios con respecto a Cristo no cambiarán. Él quiere glorificarlo Filipenses 2:9-11
➟ Que los propósitos de Dios para su pueblo redimido no cambiarán. Él desea hacernos a la imagen de Jesucristo y traernos sin peligro a su presencia final. Hebreos 6:13-19
➟ Que los propósitos de Dios para con los malvados no cambiarán. Finalmente Él va a juzgarlos Éxodo 34:7
➟ Que la verdad de Dios no cambiará, permanece para siempre. Isaías 40:6-8

Con respecto a Su Inmanencia, si bien Dios es inmutable, también es “afectado” por la obediencia, el destino o el pecado de sus criaturas. Si de verdad existe la misericordia de Dios y la ira de Dios, entonces Dios también es “afectado” por lo que le acontece a sus criaturas. Es Dios CON nosotros.


Entonces...
¿Se arrepiente Dios?










[1] An Openness Debate Christianity Today Mayo 2001 pp38-45
[2] Rabino Kushner ¿Por qué le suceden cosas malas a la gente buena? citado: www.informarte.com
[3] An Openness Debate Christianity Today Mayo 2001 pp38-45
[4] Donde se habla de Dios como quien tiene forma humana: rostro, manos, pies, boca etc…
[5] Donde se habla de Dios como quien experimenta emociones humanas, se enoja, se entristece, se arrepiente etc.
[6] Me refiero a la Inmutabilidad de Dios y la responsabilidad humana
[7] Antinomia: Contradicción entre dos principios. Es una proposición en la que se ofrecen dos verdades que no podemos reconciliar.






Libros consultados:
A.W. Pink
La Soberanía de Dios
La Soberanía de Dios en operación
La Soberanía de Dios y la voluntad del hombre
La Soberanía de Dios y la oración
pp. 94-164


A.W. Pink
Los Atributos de Dios
La supremacía,
Soberanía, Inmutabilidad,
Santidad, Poder, y Fidelidad de Dios
pp 32-70


Berkhof
Teología Sistemática
Sección 2 “La obra de Dios”
pp. 117-148


Charles Hodge
Teología sistemática
Cap. IX pp. 382-394


H.C.G. Moule
Bosquejos de Doctrina
Cristiana
pp 23-67


James Montgomery Boice
Los fundamentos de la
fe cristiana
Tomo I - Cap 14 “El Dios que no cambia” pp. 143-147



John M. Frame
The Doctrine of God
Cap 23 - God’s Power pp 513-525
Cap 16 – God’s Decrees pp 313-325
Cap 7 – Trascandence and Immanence pp 103-115


Martín Lloyd- Jones
Dios el Padre, Dios el Hijo
Cap. 6 Los atributos de Dios
Cap. 7 Los nombres de Dios
Cap. 8 Los decretos de Dios
pp 88-127


Sproul
Grandes doctrinas de la Biblia
pp 31-82





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Revistas:
Christianity Today. Marzo 5, 2001,
Vol. 45, No. 4, Pag. 56

Christianity Today Febrero 4, 2002,
Vol. 46, No. 2, Pag. 72

Christianity Today Febrero 2003,
Vol. 47, No. 2, Pag. 89

viernes, 11 de mayo de 2007

Conversión a Cristo

Este ensayo esta dedicado a tratar el tema de la conversión cristiana. comenzamos hablando de su naturaleza y significado y después se plantea la pregunta ¿es la conversión un evento o un proceso?.

UN RELATO DE DOS EXPERIENCIAS

LA EXPERIENCIA DE CAMILO
Para 1980, Camilo tenía quince años, ya había abandonado la escuela, trabajaba de albañil, fumaba dos cajetillas de cigarros al día y era raro el fin de semana que no acababa borracho, tendido en la calle.
Allá por 1984, Camilo fue arrestado y procesado por haber asaltado una tienda; le dieron tres años de cárcel; tres años que solamente le enseñaron otras formas de romper la ley; en la cárcel probó la marihuana por primera vez, y le gustó.
Para 1989, Camilo no solo consumía sino que traficaba marihuana y cocaína.
En 1993, Camilo se casó pero su matrimonio no duró más del año y medio, no era de extrañarse, pues maltrataba a su esposa y le fue infiel varias ocasiones antes de que ella se cansara y lo abandonara.
Para 1995, Camilo era un delincuente, drogadicto, traficante y alcohólico; a pesar de todo, seguía visitando a su mamá; doña Chayito, que padecía de cáncer desde hacía cuatro años; llevaba dos años de haberse rendido a Jesucristo y asistir a una iglesia cerca de su casa.
El siete de Julio de 1996, Camilo acompañó a su mamá a una campaña evangelística, Camilo no sabía nada acerca de eso, fue porque su mamá lo invitó y asistió más por darle gusto a su mamá que por ganas de estar ahí, sabía que su mamá estaba muy grave y creyó que un poco de religión ayudaría a consolarla.
Camilo no recuerda muy bien todo lo que dijo esa noche el predicador, solo sabe que esa noche entendió que su vida era un asco, que no valía nada, pero que había alguien que lo dio todo por él, y esa noche, el siete de Julio de 1996 aquel delincuente, drogadicto, traficante y alcohólico rindió su vida a Cristo y cambió radicalmente; a partir de entonces ya no es más delincuente, ya no se droga ni trafica drogas y dejó el alcohol… esa es la experiencia de Camilo.


LA EXPERIENCIA DE JACOBO
En 1990, a los 8 años Jacobo asistió a la escuela bíblica de vacaciones, llevado por su abuelita, en una semana le explicaron muchas realidades: que era pecador, que Dios lo amaba, que Dios envió a Cristo a salvarlo del pecado y que debía creer en Cristo para ser salvo. El viernes de esa semana Jacobo hizo una oración y aceptó a Jesucristo como su Salvador personal. Las cosas no cambiaron mucho desde ese día, después de todo esa no era la primera escuela bíblica de vacaciones a la que asistía, ya llevaba cuatro años asistiendo a esa iglesia como los demás niños que conocía; hijos todos de padres Cristianos.
En 1995, mientras estudiaba en la escuela secundaria Jacobo fue a un campamento juvenil, fue una semana muy intensa; juegos durante todo el día, cultos durante la noche, esa semana hubo un conferencista invitado; el viernes de esa semana Jacobo acabó llorando mientras hacía una oración de entrega a Jesucristo y le pedía que entrara a su corazón. El campamento acabó y las cosas cambiaron… por un tiempo, pero luego Jacobo volvió a la rutina; de lunes a viernes estaba la escuela y de sábado a domingo estaba la iglesia: grupo juvenil, escuela dominical y cultos.
En 1998, estando en la preparatoria Jacobo asistió a un retiro espiritual que organizó su iglesia, fue solo un día, pero esta ocasión el pastor fue muy directo al hablar a los presentes; dijo que no importaban las buenas obras, o portarse bien, o ser hijo de cristianos, ni siquiera importaba si llevaba asistiendo a la iglesia por años; esos no eran méritos ante Dios, que lo que era necesario era arrepentirse de sus pecados para ser salvo. Jacobo hizo esa noche una oración de arrepentimiento y nuevamente se conmovió hasta las lágrimas y pidió a Cristo que tomara el control de su vida.
En el 2005, Casado, sin empleo, con un hijo de un año y otro por nacer, Jacobo seguía asistiendo a la misma iglesia, estaba muy confundido, sabía que no era muy bueno, su vida no tenía pecados “escandalosos” pero sabía que era aún un pecador, y que necesitaba a Cristo, que se había apartado del Señor, que había fingido por años ser cristiano, entendía que no podía controlar su vida; que Dios había sido muy paciente con él todos estos años y que dependía solamente de Jesucristo. Y Jacobo; solo, en su cuarto, luego de leer su Biblia quizá más por desesperación que por costumbre, oró al Señor, le pidió que entrara a su corazón y tomara el control, y que esta vez fuera el control absoluto… esa es la experiencia de Jacobo.


UNA COSA EN COMÚN
Camilo y Jacobo, dos historias tan distintas y tan parecidas a la vez.
No es que hayan sido exactamente iguales; Camilo es mayor que Jacobo, Camilo pasó toda su vida en perdición mientras que Jacobo creció conociendo la vida dentro de una familia cristiana. Sin embargo, Camilo y Jacobo terminaron en la misma condición: arrepentidos de sus pecados y confiando solamente en Jesucristo.
La experiencia de Camilo y Jacobo es lo que en la jerga cristiana llamamos Conversión.




__ ¿QUÉ ES LA CONVERSIÓN?
Existen muchas maneras de explicar la conversión, los teólogos no concuerdan del todo en lo que respecta al tema de la conversión. Cuando hablamos de Conversión nos referimos al orden de las cosas que Dios hace para salvar al hombre pecador, es decir, al orden de aplicación de la obra redentora de Cristo en la vida de los elegidos.
Este orden lógico de elementos incluye no solo la conversión, sino otros más como:
- Llamamiento
- CONVERSIÓN
- Justificación
- Adopción
- Santificación
- Perseverancia
- Glorificación

No vamos a abundar en los otros aspectos de este orden de salvación, pero es necesario explicar un poco el asunto del llamamiento, pues es el que antecede a la conversión.


LLAMAMIENTO
Podemos decir que llamamiento es la obra por medio de la cual Dios Padre produce fe en el hombre pecador, fe que viene por el oír la palabra de Dios, el evangelio de Jesucristo y mediante la cual el Espíritu Santo opera una regeneración en el hombre.
Llamamiento es Dios atrayendo a sí al hombre pecador, es obra de la Trinidad; el Padre tiene primacía, pero hace todas las cosas por medio de su Hijo Jesucristo y Cristo a su vez nos llama por medio del Espíritu Santo.[1]

Es por eso que en el llamamiento se distinguen dos elementos; llamamiento eficaz y regeneración. Se atribuye el llamamiento a Dios Padre mientras que la regeneración se le atribuye al Espíritu Santo.



LA CONVERSIÓN
De estos dos elementos, llamamiento eficaz y regeneración sigue en un orden lógico la Conversión.
Podemos decir en pocas palabras que la conversión es la respuesta del hombre al llamamiento hecho por Dios.

Lo que Camilo y Jacobo experimentaron fue la Conversión, la respuesta consciente al llamado de Dios.
La conversión tiene su raíz en la regeneración, con la diferencia de que la regeneración es más subconsciente y se completa conscientemente en la vida del hombre al momento de la conversión.



La Biblia, en el Antiguo Testamento utiliza la palabra hebrea Shubh para referirse a la conversión; esta palabra significa volverse, acercarse y regresar. Los profetas se referían a ella cuando llamaban al pueblo de Israel a dejar a los ídolos y regresar al Señor, de quien se habían alejado por causa del pecado.

En el Nuevo Testamento, la palabra griega metanoia es la que comúnmente se usa para referirse a la conversión, las implicaciones de esta palabra son conocer, cambiar de propósito en base a ese conocimiento, despreciar la ruta que se seguía y cambiar de conducta para el futuro.



________ CONVERSIÓN SIGNIFICA FE Y ARREPENTIMIENTO
La conversión es el principio consciente de la nueva vida.
Se distinguen dos elementos dentro de la conversión, los cuales son Fe y Arrepentimiento



FE
Cuando nos referimos a la Fe no solamente significa “creer” en el sentido general de la palabra; sino que implica tener Conocimiento, tener Convicción como resultado de creer como cierto ese conocimiento y Confianza que es fruto de la convicción; es decir, que el conocimiento se torna en convicción y la convicción se torna en confianza[2].

Estas tres cosas: conocimiento, convicción y confianza deben ir de la mano para que engendren fe autentica; de lo contrario solo será fe en el sentido vago de creer algo, o saber algo, pero no confiar en ello.

La Fe consiste en confiar plenamente en Jesucristo, Hijo de Dios, Señor y Salvador de los pecadores. Consiste en entregarnos a Él, no solamente creer sino confiar en Él.



ARREPENTIMIENTO
Cuando hablamos de Arrepentimiento, nos referimos a un cambio de mente, de corazón y de voluntad; no es solamente pensar diferente, ni siquiera sentir diferente, sino pensar, sentir y sobre todo actuar diferente.
De acuerdo a esto, la conversión implica actividad intelectual, actividad emocional y actividad voluntaria.

Actividad intelectual à se experimenta un cambio de opinión y de pensamiento, se reconoce el pecado con una carga de culpa personal, se aprecia la corrupción y la incapacidad que el pecado contagia a la vida.
Actividad emocional àse experimenta tristeza por el pecado cometido en contra de Dios que es Santo y Justo.
Actividad voluntaria à ocurre un cambio de propósito, se abandona el pecado y se busca la pureza y el perdón.

Estos tres elementos o actividades deben presentarse juntas, de lo contrario se convierte solamente en temor del castigo, remordimiento o desesperación, pero no en tristeza por ofender a Dios ni en un cambio de vida. Por lo mismo, la más importante de estas actividades es la voluntaria, pues en los frutos de la persona se demuestra lo que hay en su corazón, nuestros hechos y actitudes nos delatan.
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo. Isaías 1:16


La actividad intelectual no es suficiente; Jacobo sabía mucho acerca del plan de salvación, desde chico le enseñaron acerca de Dios y su carácter, pero no hubo conversión genuina hasta que su voluntad fue sometida al Señorío de Cristo, antes de eso solamente experimentaba temor del castigo divino o cierta tristeza por las consecuencias de su pecado.

La actividad emocional tampoco hace nada por sí sola; Camilo experimentó una clase de arrepentimiento cuando lo agarraron preso, también cuando cometía crímenes sentía cierto remordimiento, pero esto no era más que desesperación y temor por ver lo que su pecado había acarreado, por cierto que en ese entonces no lo reconocía ni siquiera como pecado.



_________________LA HEREJÍA DEL CRISTIANO CARNAL.
Hay por ahí algunos (pero cada día son más) que enseñan que alguien puede aceptar a Jesucristo como Salvador y que tarda cierto tiempo en aceptarlo como Señor. Esto es lo que enseñan como cristianismo carnal; un cristiano carnal es, según este pensamiento, alguien que ya sabe que es pecador, que ha conocido el evangelio y que ha recibido a Cristo como su Salvador personal, pero no ha rendido toda su vida a Cristo, de modo que vive aún en pecado.
No vamos a negar que una persona que se ha convertido pueda pecar, de hecho eso sucede siempre, pues la conversión es el primer impulso vivificante de la vida con Cristo, una vida que no es miel sobre hojuelas, sino una constante lucha entre nuestra naturaleza pecadora y el poder transformador de Cristo Jesús en nuestra vida.
Convertirse no es ser justo, sino comenzar a vivir en justicia.
No es ser sano, sino comenzar a ser sanado.
No es tanto ser, sino comenzar a llegar a Ser

Arrepentimiento y Fe son dos cosas que impulsan y sustentan la conversión autentica pero que deben continuar ejercitándose toda la vida en lo que se conoce como santificación.
Pero no por esto vamos a decir que alguien puede hoy “aceptar a Cristo como Salvador” y de aquí a un año o determinado tiempo “aceptarlo como Señor”, eso es simplemente imposible y va en contra de la enseñanza bíblica.

Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
1ª Juan 3:4-6

Se es o no se es; hubo conversión o no la hubo, pero no existen medias conversiones. Enseñar tales cosas lo único que hace es dar la pauta para que alguien diga que ya es cristiano y excuse sus pecados con el pretexto de que ya se rindió a Cristo como Salvador pero aún no rinde su vida a Cristo como Señor.
Esta enseñanza lo único que produce es una vida de pereza espiritual, de tolerancia al pecado, rebajando la correcta enseñanza de la Biblia, abaratando el evangelio; “arrepiéntase hoy y deje de pecar en cómodas mensualidades”.
Es así como podemos tener en la Iglesia “homosexuales cristianos”, “adúlteros cristianos”, “chismosos cristianos”, “murmuradores cristianos”, “estafadores cristianos” y toda clase de vida pecadora con la etiqueta de “cristiano”.

Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 1ª Juan 3:7-10

Nuevamente decimos; no es que no se peque luego de que sucedió la conversión, pero ya no hay regocijo en el pecado sino un dolor profundo y una pena amarga por haber ofendido a Dios, no es que seamos inmaculados luego de la conversión, pero ya no nos gloriamos en el pecado.
Enseñar algo como la posibilidad de ser un “cristiano carnal” es rebajar la norma del Señor, algo que no debemos hacer, las normas deben mantenerse así de altas, no es rebajando la norma como se ha de vivir la vida cristiana sino de la mano del Señor, mirando hacia la meta que el Señor determinó para sus hijos.
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:12-14




_______________ EN POCAS PALABRAS:
La conversión demanda aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador.
La conversión consiste en arrepentirse y confiar en Jesucristo (tener fe); arrepentirse del camino y las obras del pecado y confiar solamente en Jesucristo para salvación, lo cual representa un cambio de 180° en la vida del hombre; de las tinieblas del pecado a la luz de Jesucristo.
Y en este arrepentimiento y fe se ven involucradas las tres actividades:
Saber, Sentir y Actuar (actividad intelectual, actividad emocional y actividad voluntaria)

Saber; Que estamos perdidos, condenados y en miseria por causa del pecado y que Jesús dio su vida para salvar a los pecadores

Sentir; Quebrantamiento de corazón por causa del pecado y la necesidad personal de Cristo al control de la vida entera

Actuar; Dejando el camino de muerte y pecado. Yendo a Cristo y Confiando solo en Él para salvación.

“os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero”

1ª Tesalonicenses 1:9

[1] Berkhof, Luis Teología Sistemática. - “El llamamiento en general” Pág. 545
[2] Murray, John. “El plan de Salvación” Cap. 9 – La Fe y el Arrepentimiento - pp. 105 - 114



____________ LA VERDADERA CONVERSIÓN
Tristemente, es cierto que no podemos saber exactamente qué conversiones son autenticas y cuales no lo son.
En la Biblia se relatan por ejemplo “conversiones” de carácter nacional en donde un líder piadoso exhortaba al pueblo al arrepentimiento, pero estas conversiones fueron superficiales en su mayoría; tenemos el ejemplo de Jonás y los ninivitas, y también las tantas veces que el pueblo de Israel se arrepentía solo para volver al pecado.
También en la Biblia aparecen “conversiones” de carácter temporal, Himeneo, Alejandro[1] y Demas[2] son nombres de personas que aparentemente experimentaron una conversión pero luego se apartaron del camino.
Pero la verdadera conversión implica por eso arrepentimiento y fe.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos s 3:19



______CONVERSIÓN ES MUERTE Y VIDA
La conversión implica la muerte del viejo hombre y la vivificación del nuevo[3].
Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos.
Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad. Efesios 4:22-24

El arrepentimiento es la muerte del viejo hombre; sentir pesar por el pecado, arrepentirse, dejar de pecar y aborrecer el camino de maldad.

¡Vuélvanse ustedes al Señor su Dios, y desgárrense el corazón en vez de desgarrarse la ropa! Porque el Señor es tierno y compasivo, paciente y todo amor, dispuesto siempre a levantar el castigo. Joel 2:13

La fe es necesaria para la vivificación del nuevo hombre; alegrarse y confiar de todo corazón en Jesucristo, suficiente y único Salvador, desear vivir obedeciendo a la voluntad de Dios ejercitándonos en buenas obras.



_________________ DOS DEFINICIONES DE CONVERSIÓN
Aunque ya dijimos que la conversión es la respuesta del hombre al llamamiento que hace Dios, se pueden distinguir dos definiciones, o quizá dos fases en la conversión:

1 - Conversión Activa; se refiere al acto de Dios por el cual hace que el hombre pecador sea regenerado en su vida consciente para volverse a Dios en arrepentimiento y fe

2 – Conversión Pasiva; se refiere al acto consciente del pecador regenerado por medio del cual, mediante la gracia divina se vuelve a Dios en Fe y arrepentimiento.
Quizá la conversión activa sea más parecida al concepto de regeneración, pero el propósito de señalarlo así es que se entienda, que aunque la conversión es la respuesta del hombre, dios esta activo en cada paso que el hombre da hacia Él.
Dependemos siempre de la gracia de Dios, incluso para darle una respuesta y rendirnos al Señor Jesucristo, Él nos guía, pues dependemos de Él.

Dice el Señor:
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Juan 15:16

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9




Lo que hace que Camilo y Jacobo hayan experimentado la conversión es que ambos se arrepintieron genuinamente y confían en Jesucristo; cierto es que no cometieron los mismos pecados; pero ambos reconocieron que sus pecados, sean de la clase que sean eran una ofensa ante Dios y Su santidad.

Quizá alguien diría que es más fácil que Jacobo se convierta a que Camilo lo haga, porque Jacobo sabe más acerca de Dios y la iglesia, pero la verdad es que el hecho de haber nacido en una familia bajo principios cristianos no es ningún mérito ante Dios.

Otros podrían decir que es al contrario, que alguien que llevó una vida tan desordenada como Camilo tiene más necesidad de arrepentirse que alguien como Jacobo, pero nuevamente, la conversión no solo es necesaria para los multiasesinos ni para los delincuentes en potencia, sino para todos porque todos pecamos y el pecado nos aparta de la comunión con Dios

Ambos; el joven que pasa su vida en la sociedad de esfuerzo cristiano y el que anduvo con pandillas y delincuentes, deben arrepentirse de sus pecados, y ambos, deben confiar solamente en Cristo para su salvación.


_____________¿UN EVENTO O UN PROCESO?

He aquí un asunto delicado; sucede que tal parece que la conversión es a veces un proceso y a veces un evento.
En la vida de Camilo es claro ver el cambio después de su conversión, fue una experiencia crítica, antes era delincuente, vicioso y malviviente y de pronto dio un cambio radical, dejó de hacer lo malo, da muestras de autentico arrepentimiento y fe en Jesucristo. Camilo puede recordar claramente la fecha y el momento en que rindió su vida al Señor.
Sin embargo, en la vida de Jacobo sucedió algo distinto, él “aceptó” a Cristo unas cinco o seis veces, al menos así le pareció, y si le preguntan ¿Cuándo recibiste a Cristo como tu Salvador? La verdad es que ni él mismo puede decir una fecha exacta. Al parecer en la vida de Jacobo la conversión se dio más como un proceso que como un evento.

¿Pero entonces que sucedió? ¿Será que tanto Camilo como Jacobo experimentaron dos versiones diferentes de la misma naturaleza?,

¿Podríamos decir que hay personas que experimentan una conversión repentina mientras que otras experimentan una conversión gradual?
Aunque es tentador aceptar tal explicación, debemos tener cuidado y analizar un poco más nuestra respuesta; recordemos que hablamos de cosas que en sí son misterios para el hombre, solo tenemos atisbos de la verdad, pocos, pero suficientes para entender lo que Dios quiere que sepamos; que la conversión demanda arrepentimiento y fe.
Quizá esto ayude a entender mejor las cosas; hagamos un rápido paseo por el libro de Hechos y observemos algunas de las conversiones que este libro relata; el Pbro. Wilbur Madera hace el siguiente análisis acerca de este tema[4]:

El capítulo 2 se registra el discurso de Pedro del día de Pentecostés. Después de que Pedro presentó a Jesús crucificado y resucitado como Señor y Cristo conforme a las Escrituras, la gente respondió de una manera sorprendente: “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” (v.37). Pedro, les respondió llamándolos al arrepentimiento del pecado y a la fe en Jesucristo.
El capitulo 8 nos habla de la experiencia de Felipe con el eunuco etiope.
La dramática conversión de Saulo de Tarso se registra en el capítulo 9.
En Hechos 10 se encuentra la conversión de Cornelio y toda su casa.
El capítulo 16 nos relata brevemente la conversión de Lidia
En el mismo capítulo también encontramos la historia del carcelero de Filipos.

La gente presente en Pentecostés, el etíope, Saulo, Cornelio y su familia, Lidia y el carcelero de Filipos. ¿Qué tienen en común estas conversiones? El pastor Wilbur señala:

Primero, en los casos del etiope, de Cornelio y Lidia vemos claramente una obra previa del Espíritu Santo. Se observa que la conversión no se dio de la nada, sino hubo todo un contexto antecedente en el que Espíritu Santo estaba obrando para que ellos pudieran responder al evangelio.
Segundo, el centro del mensaje consistía en presentar a Jesucristo en su muerte, resurrección y ascensión, haciendo un llamado al arrepentimiento y la fe en él como el Señor. Se trata de un cambio radical de dirección (arrepentimiento) para convertirse en discípulo de Jesucristo (fe).
Tercero, en todos los casos, vemos claramente una respuesta positiva sin presiones ni manipulaciones. El evangelio es presentado con claridad y fidelidad, y las personas responden de una forma totalmente voluntaria.
Ni siquiera el evangelista tiene que insistir para que crean en Jesucristo, sino son las personas mismas quienes responden, tomando la iniciativa con un sentido de urgencia. Qué contrastantes son estas escenas con las que vemos ocurrir en muchos llamamientos a “aceptar a Cristo” en las campañas evangelísticas, en donde a veces, se valen de técnicas de manipulación, presión o se juega con los sentimientos, con tal de que las personas pasen al frente y hagan la oración mencionada.


¿Que implicaciones tiene esto?
Entonces la conversión ¿ES UN EVENTO O UN PROCESO?
Hasta lo que hemos visto aquí tenemos que decir que la conversión es un evento, que no se ve siempre tan claro y que a veces parece darse como un proceso, pero mucho cuidado, estamos diciendo que parece un proceso, pero no que lo sea.

En personas que han tenido un contexto cristiano previo a su conversión tal pareciera que se dio como un proceso; poco a poco la persona comienza a acercarse paulatina y progresivamente al entendimiento del evangelio. Dios, a través de diversos medios, va conduciendo a la persona hacia un punto en el que ella se somete al Señorío de Jesucristo por medio de la fe.
Sin embargo, la conversión se hace evidente para los demás por los cambios observados en la vida del nuevo discípulo y para él mismo, porque recibe el testimonio interno del Espíritu Santo que le convence de su posición como hijo de Dios.

En personas que no han disfrutado el privilegio de una experiencia religiosa o en épocas de crisis se puede apreciar que la conversión parece ser más repentina, el cambio es más dramático; se puede incluso tener conciencia de la fecha en que la persona rindió su vida a Cristo en fe y arrepentimiento.


¿Como explicamos la diferencia entre la experiencia de Jacobo y la experiencia de Camilo?
Aunque sigue siendo un misterio, es evidente que en Camilo la conversión se puede apreciar más claramente porque fue dramática, un cambio radical.
En el caso de Jacobo, aunque parece un proceso, la verdad es que se dio la conversión al igual que como pasó con Camilo; como un evento.

¿Entonces Jacobo se convirtió cuatro, cinco o seis veces? Nada de eso; una de esas veces tuvo que haber sido la conversión verdadera; no sabemos si la primera fue verdadera y lo que sucedió después es que se apartó del camino del Señor y luego volvió arrepentido. O bien pudo haber sido que ninguna de las primeras experiencias fue una conversión autentica y que esto sucedió hasta la última vez.
O quien sabe, quizá fue una de esas ocasiones intermedias la que fue conversión autentica y las primeras no lo fueron y las últimas fueron experiencias de arrepentimiento dentro de la vida cristiana.
La verdad es que no sabemos; pero debe haber un momento en que el arrepentimiento y la fe fueron genuinos.






___________ CUATRO TIPOS DE PERSONA.
Hablar sobre la conversión es un asunto difícil, pues esta entrelazada con otros aspectos del plan de salvación; no hemos hablado aquí más que de la conversión y nos faltó hablar de la justificación, la adopción, la santificación, la seguridad de la salvación etc.
Pero podemos decir que hablando de salvación, distinguimos cuatro tipos de personas[5]:

1. Persona salva que sabe que es salva: Camilo puede decir que es una de estas.

2. Persona salva que no sabe que es salva: Quizá Jacobo fue una de estas por un tiempo.

3. Persona no salva que sabe que no es salva: Tanto Camilo como Jacobo pudieron haber experimentado esto.

4. Persona no salva que “sabe” que es salva: Jacobo pudo haber llevado esta vida por algún tiempo.






_______________ ¿CUÁNDO SUCEDE LA CONVERSIÓN?
Hay personas que pueden dar una respuesta exacta, hay otras personas que no pueden hacerlo. Lo importante es que la conversión es necesaria para la salvación del hombre; arrepentirse del pecado y tener fe en Jesucristo son los elementos de esta conversión.
La persona que se convierte no solamente Sabe su condición de pecador y lo que hizo Cristo por él, sino que también Siente quebrantamiento de corazón y necesidad de Cristo; pero por encima de todo demuestra con sus hechos que ha dejado el camino de pecado y se ha vuelto a Cristo y una vida guiada por sus mandatos y enseñanzas.
En todo caso; los resultados de la conversión son evidentes en la vida de una persona; veamos la comparación entre los resultados de una verdadera conversión y una que no lo es[6]:


Resultados de una verdadera conversión
- Engendra humildad genuina.
- Engendra dependencia absoluta del Señor.
- Conduce a vivir una vida en Santidad.
- Conduce a un auto examen con sinceridad.
- Conduce a desear una comunión cada vez más íntima con Dios.



Resultados de una falsa conversión
- Engendra orgullo espiritual.
- Engendra autosuficiencia y egocentrismo.
- Conduce a una vida indolente e indulgente al pecado.
- Evita una evaluación exacta y particular.
- Conduce a la frialdad en cuanto a tener comunión con Dios


Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis.
Mateo 7:16-20






[1] 1ª Timoteo 1:19-20
[2] 2ª Timoteo 4:10
[3] Catecismo de Heidelberg – Preguntas 88-90
88. ¿De cuantas partes se compone el verdadero arrepentimiento y conversión al Señor?
De dos: la muerte del viejo hombre, y la vivificación del nuevo (a).
a. Rom.6:1, 4-6; Efes. 4:22-24, Col. 3:5,6, 8-10; 1 Cor.5:7; 2 Cor.7:10.
89. ¿En qué consiste la muerte del hombre viejo ?
En que sintamos pesar, de todo corazón, de haber ofendido a Dios con nuestros pecados, aborreciéndolos y evitándolos (a). a. Rom.8:13; Joel 2:13; Oseas 6:1.
90. ¿Qué es la vivificación del nuevo hombre?
Es alegrarse de todo corazón en Dios por Cristo (a), y desear vivir conforme a la voluntad de Dios, así como ejercitarse en toda buena obra (b). a. Rom. 5:1, Rom. 14:17; Isaías 57:15.- b. Rom. 6:10; Gál 2:20.

[4] Madera R, Wilbur. “Evangelismo Reformado: Observaciones de las conversiones del libro de Hechos” STP San Pablo
[5] Sproul, R.C. Escogido por Dios – Cap. 8 ¿Podemos saber si somos salvos? Pag. 109 - 127
[6] Sproul, R.C. íbid