John Bettler[4] propone en su modelo de relaciones seis habilidades de relación que un matrimonio debiera fomentar y fortalecer.
Una vez que se entiende y acepta la naturaleza y dinámica del matrimonio que se expuso al principio, la pareja puede ocuparse de éstas habilidades de relación (y otras más que pudieran mencionarse); pues cuando éstas habilidades son el fruto del corazón piadoso que acepta la identidad y propósito divino del matrimonio, se manifiestan como virtudes espirituales que apuntan a la santificación del matrimonio.
Pero hay que advertir, que cuando estas habilidades se ejercitan por un corazón necio e incrédulo de la naturaleza y propósito divinos del matrimonio, se convierten en artimañas de engaño y manipulación; pues están orientadas a la satisfacción egoísta y el deleite carnal a costa de la felicidad y deleite de la pareja; y fuera del modelo divino del matrimonio.
6 Habilidades de relación
En un corazón piadoso son Virtudes espirituales.
En un corazón malvado son Artimañas de engaño.
1. Ejercicios espirituales.
Son los medios de gracia que el Señor ha proviso para la realización del propósito del matrimonio, apropiarnos de la Palabra de Dios, crecer en el conocimiento y entendimiento mutuo al igual que en comunión e imitar los papeles de Cristo y su Iglesia en la relación de pacto que el matrimonio refleja.
Éstos ejercicios incluyen:
- adoración comunitaria,
- lectura de la Biblia,
- oración, comunión,
- estudio, devocional,
- rendición de cuentas etc.
Sus propósitos son:
- Exaltar y honrar a Dios
- Protegernos del pecado
- Respaldar la enseñanza de la Iglesia
- Amonestarnos y exhortarnos unos a otros.
En un corazón piadoso, los ejercicios espirituales son:Medios de gracia que
Conducen a la piedad
Pero En un corazón malvado son:Motivos de auto justificación que Conducen
al legalismo
2. Honra mutua:
amar, respetar, perdonar, servir.[6]
AMAR.
- El matrimonio nos enseña a amar
- El amor cristiano no es una virtud que brota espontáneamente de nosotros, pero el odio siempre esta listo para responder.
- Por lo tanto el amor cristiano debe perseguirse, ambicionarse y practicarse intencionalmente.
- El matrimonio nos muestra que no somos el centro del universo, nos llama a entregarnos totalmente; pero también nos enseña a encontrar gozo, felicidad e incluso éxtasis en la otra persona.
- Dios nos deja escoger con quién nos casaremos, así que la decisión es nuestra; y si luego hallamos difícil poner en práctica nuestro amor, no hay base para recriminárselo a Dios.
- Dios no nos mandó a casarnos, solamente nos lo ofreció como una oportunidad para aprender a amar.
- Pero una vez que entramos a un compromiso matrimonial, no podemos amar a Dios sin amar también e nuestra pareja.
RESPETAR.
- El matrimonio nos enseña a respetar a los demás
- Mientras que muchos se preocupan por recibir respeto; el matrimonio nos llama a mostrar respeto.
- El honor no es pasivo sino activo; el honor que no se demuestra y expresa no es honor.
- El desprecio se concibe con las expectativas; el respeto se concibe con las expresiones de gratitud, podemos escoger que nos obsesiona más; las expectativas o la gratitud; y esta elección engendra respeto o desprecio; la dedición es nuestra.
PERDONAR.
- El matrimonio nos enseña a perdonar.
- El amor y el perdón son dos verbos que debemos conjugar en todos los tiempos, siempre en primera persona.
- Lo opuesto al amor bíblico no es el odio sino la apatía.
- La pregunta clave en todo conflicto es si nuestra reacción a estas luchas, el pecado y la apatía nos acercarán más a Dios.
SERVIR.
- El matrimonio puede crear en nosotros un corazón de siervo.
- La esencia del cristianismo y del matrimonio es la imitación de Jesucristo.
- El placer es algo que estamos llamados a proveer y no a exigir, al contrario de este mundo que espera recibirlo pero no planea darlo.
- El matrimonio crea una situación en la cual nuestro deseo de ser servidos es reenlazado por el deseo de servir a otros.
- En el matrimonio debemos ser siervos en todos los aspectos: relacional, sexual, económico, doméstico etc.
En un corazón piadoso, la Honra mutua es:Genuina y Amable
Pero En un corazón malvado es:Falsa y Sarcástica
3. Tiempo / Intimidad
Los componentes de la intimidad matrimonial son:
a) CONOCIMIENTO y entendimiento mutuo; no tanto información sino comunión.
b) SERVICIO, no solo material sino también y mayormente espiritual.
c) CELEBRACIÓN, no es que Dios permita sino que ordena la intimidad, la santifica, honra, regula y modela
d) TRANSFORMACIÓN. La meta del Señor es moldearnos a la imagen de su hijo Jesucristo.
Implicaciones para la intimidad sexual:
- La sexualidad matrimonial ofrece revelaciones espirituales y desarrolla en carácter.
- La intimidad sexual es una proclamación de la unión de Cristo y su Iglesia.
- La intimidad y unidad del matrimonio son la clave para una vida sexual plena, pero no viceversa. (la vida sexual por sí sola no conduce a la intimidad y unidad en el matrimonio).
- Nuestros cuerpos no son barreras para la gracia y la santidad, sino vías de acceso a ellas.
- Debemos examinar el sexo desde una perspectiva cristiana pues así nos acerca a Dios y a los demás.
- El sexo nos habla de realidades espirituales mucho más profundas que el mero placer sexual.
- El placer sexual matrimonial no está prohibido sino bendecido por Dios.Las relaciones sexuales del matrimonio son santas y buenas.
- En el matrimonio estamos llamados a practicar la sexualidad piadosa, sacrificial y servicial.
En un corazón piadoso, el tiempo de intimidad es:Enfocado en ministrar a la
persona, se trata de Tiempo e intimidad a manos llenas, con un deseo genuino de
compartir.
Pero En un corazón malvado está Enfocado en uno mismo y su autosatisfacción
y se convierte en Tiempo e intimidad condicionados, con el propósito de sacar
ventaja.
4. Definición de Roles
- La esposa imita el modelo especial de la Iglesia (Efesios 5:22-24).
- El marido imita el modelo especial de Jesucristo (Efesios 5:25)
- La relación entre Dios y su pueblo esta sostenida por la perseverancia de Dios.
- Con cada boda comienza una nueva historia; y el sentido espiritual del matrimonio se haya en mantener esa historia juntos.
- Lo que Dios busca es una rectitud persistente; una continua entrega y sumisión.
- Es fácil ser santo esporádicamente; cuando se tienen ganas o cuando las circunstancias son cómodas; pero a lo que Dios nos llama es a la santidad persistente.
- Y la persistencia no tiene sentido a menos que vivamos con un agudo sentido de la eternidad.
- El acto de amar y purificar van de la mano; muchas veces lo más difícil de aceptar no es lo que vamos descubriendo de nuestra pareja sino lo que vamos descubriendo de nosotros mismos.
- A pesar de todo esto, la dinámica de autoridad-sumisión debe obedecerse voluntaria y piadosamente.
- Tenemos que ver el matrimonio como una vía a la santidad; pero esto necesita la continua práctica del modelo divino de los roles matrimoniales.
En un corazón piadoso, la definición de roles está: Basada en el modelo
bíblico de ayuda mutua y servicio al prójimo.
Pero En un corazón malvado está Basada en las presuposiciones sociales y
culturales, a conveniencia Para la satisfacción egoísta y la manipulación.
5. Resolución de conflictos.
- El matrimonio es la operación por medio de la cual la vanidad de la mujer y el egoísmo del hombre se extraen de su ser sin anestesia.
- Soñamos con el noviazgo y despertamos con el matrimonio.
- Ya que el matrimonio, más que cualquier otra relación; refleja la participación de Dios en nosotros y tiene el potencial de acercarnos al cielo; puede con más facilidad hacernos probar el infierno.
- La lucha nos fortalece; nos da una fe más profunda y nos identifica más con Jesucristo, pero esta lucha bebe enfrentarse d frente; sin escapar de ella.
- Así, un buen matrimonio no es algo que se descubre sino algo por lo cual luchamos.Confrontar en amor, ceder sacrificialmente o esperar en el Señor son las respuestas que se esperan de un esposo cristiano ante el conflicto.
Implicaciones para los conflictos en pareja:
- El conflicto es una oportunidad para honrar a Dios
- El conflicto nos desafía a servir de ayuda a nuestra pareja.
- El conflicto nos da la oportunidad de decidir entre manipular, evadir, atacar o ministrar a nuestra pareja.
- El conflicto es un medio que nos ayuda a crecer a semejanza de Cristo.
En un corazón piadoso: Se encuentra una solución, alguna de las partes
cede, es amor sacrificial.
Pero En un corazón malvado: Solamente se negocia y se llega a un acuerdo de
conveniencias Basado en las exigencias y supuestos de la persona
6. Comunicación.
- Nuestra relación matrimonial nos señala nuestra mayor necesidad; el amor de Dios y la presencia activa de él en nuestra vida.
- Estar casado no solamente nos recuerda la naturaleza y carácter de Dios, sino que nos recuerda también sus demandas morales para nuestra vida.
- La comunicación nos invita a despojarnos de nosotros mismos.
- En nuestra pareja y a través de ella, Dios se hace real y presente en forma humana.
En un corazón piadoso, la comunicación es: Palabras de amor y afecto fraternal.
Centrada en Dios, con el propósito de ayudar a la pareja. La alabanza es
sincera; hay un aprecio y estima genuinos.
Pero en un corazón malvado: son Palabras que hieren y demandan Centradas en la persona egoísta, con el propósito de manipular y controlar. En vez de alabanza, hay adulación, las palabras de reconocimiento tienen doble intención.
Concluyendo:
Así que es evidente que las estrategias de crecimiento pueden ser piadosas o impías dependiendo de las intenciones y creencias de la persona que las practica, por lo tanto es indispensable que antes de querer practicar éstas estrategias se tenga un amplio conocimiento del modelo divino del matrimonio y las dinámicas de relación autoridad-sumisión ordenadas por Dios; y que se tenga un compromiso voluntario a obedecer y glorificar al Señor en el matrimonio.Estas seis habilidades[5] no son exhaustivas pero abarcan la mayoría de las áreas de relación de la pareja y cuando se practican con el propósito de redimir y practicar el modelo divino del matrimonio son a la vez seis estrategias de crecimiento edificación.
[4] Las ideas de John Bettler fueron expuestas en el curso de Consejería Matrimonial 2007 del Seminario San Pablo por el Pbro. Félix Ramírez M. y fueron provistas en las notas de clase.
[5] Las seis estrategias corresponden a las seis habilidades de relación de John Bettler; y en éste trabajo son una compilación de las notas de clase y de los libros de lectura del curso.
[6] Las cuatro estrategias de honra mutual: amar, respetar, perdonar y servir son extraídas de los capítulos 3,4,9 y 10 de "El matrimonio sagrado" de Gary Thomas
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