sábado, 18 de marzo de 2017

Mujer, he ahí tu hijo...


Jesús pensó en la familia
“Mujer he ahí tu hijo, hijo he ahí tu madre”

Juan 19:25
25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.

Desde la cruz del calvario, Jesús se ha dirigido a la multitud para interceder por los suyos, y se ha dirigido al ladrón para prometerle el paraíso. Ahora se dirige a su mamá, su mamá terrenal: María.

Aquí es donde las “siete palabras de Cristo” se vuelven un desafío - ¿Qué podemos decir respecto a ésta expresión de amor y cuidado de Cristo por su madre María? – ¿Hay algún principio teológico en éstas palabras? ¿Se trata de alguna doctrina central del evangelio?.
No podemos caer en errores como alegorizar, espiritualizar o manipular el pasaje de manera que “encaje” en alguna enseñanza “más profunda” – El texto (y los hechos) son sencillos:

·      Jesús tuvo una madre y un padre terrenales.
·      Para la crucifixión ya no se nos dice nada de José y sólo aparece María
·      Jesús, sabiendo que va a morir, con genuino amor y aprecio, encarga el cuidado de María a su discípulo amado.

El hecho de que Jesús haya venido a la Tierra nacido de mujer es parte esencial de la encarnación, de la humillación del Rey de reyes al tomar forma de siervo HECHO SEMEJANTE A LOS HOMBRES.

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, DIOS ENVIÓ A SU HIJO, NACIDO DE MUJER y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos (Gal.4:4-5).

De manera que, para Jesús, la familia que tuvo era importante.
Y así mismo, la familia que nos tocó es importante para Jesús.

Establezcamos 5 realidades de nuestra familia a la luz de las escrituras…


[1] La  familia es una bendición.
Tener Padres que te dan lo necesario e incluso se sacrifican por ti.
Tener hermanos con quienes aprendes a vivir en familia, a compartir y cuidar unos de otros.

Jesús tuvo la bendición de una familia. Tuvo papás:
¿Quién crees que lo amamantó? (María)
¿Quién le cambiaba los pañales cuando fue bebé? (María)
¿Quién le enseñó el oficio de carpintero? (José)
¿Quién lo llevó por primera vez a la sinagoga? (José)

Tuvo hermanos. (Esto es algo que muchos no quieren aceptar, piensan que Jesús fue hijo único)

Mateo 13:54-57
54Vino a su tierra y les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban y decían:
—¿De dónde saca este esta sabiduría y estos milagros? 55¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, saca este todas estas cosas?
57Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo:
—No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.

No siempre nos toca la familia que hubiéramos deseado; pero siempre es una bendición.
A Jesús no lo estimaron mucho sus hermanos, pero no por eso él los despreció.

Dios nos dio la familia que creyó mejor; no fue accidente o casualidad.

·      Así que valora a tu familia como la bendición que es.
·      Honra a tus padres, por más defectos que tengan, por más viejitos que sean, son nuestros padres.
·      Ama a tus hijos, por más difíciles que sean, por más diferentes que sean entre ellos; son un préstamo de Dios y una bendición.
·      Pregúntale a un huérfano o a una viuda; y te dirán que la familia con todo y sus dificultades es una bendición.


[2] La familia es una responsabilidad.
Junto a las bendiciones de estar en una familia hay responsabilidad.
La tendencia de nuestros días es evadir esa responsabilidad.
-    Unión libre.
-     Matrimonios modernos.
-     Salirse de la casa (Escaparse)
-     Quedarse en casa (¿Para qué adquirir responsabilidades si me pueden mantener?)

Jesús fue responsable hacia su familia.
No tenemos muchas noticias acerca de José el padre de Jesús, la biblia nos dice que era “justo”, así que una traición o abandono hacia su familia, aunque no es imposible, difícilmente encaja con el cuadro bíblico de él. Es más probable que haya muerto cuando Jesús era joven.

Y sabemos que de algún lugar tuvo que aprender Jesús su oficio (carpintero) así que no es difícil pensar que José le encargó a Jesús el negocio familiar.
Y hasta los 30 años, Jesús fue carpintero, proveyó para su mamá y sus hermanos; por ser el primer hijo le habrá tocado la responsabilidad familiar.

Esto es claro aún en sus últimos momentos de vida; se sigue preocupando por su familia:
Le dice a su mamá: he ahí tu hijo.
Le dice al discípulo amado: he ahí tu madre.
No porque ya no quiera hacerse cargo sino porque ya no podrá hacerlo…

¿Qué aprendemos?
Que mientras vivas y tengas familia debes hacerte cargo de ella con amor y responsabilidad.

Es una pena ver en nuestros días:
·      Niños abandonados en la basura
·      Ancianitos abandonados en asilos
·      Niños que no tienen comida porque sus padres se lo gastan todo en alcohol.
·      Niños que se acostumbran a ver a mamá salir todas las noches de fiesta.
·      Papás que son despojados de sus pertenencias por los buitres que tienen por hijos.
·      Hijos que ya trabajan pero que no aportan nada a los gastos de su casa.
·      Padres que abandonan a su familia por una aventura.
·      Hijos que sólo buscan a sus padres cuando necesitan dinero.

Todos tienen algo en común: IRRESPONSABILIDAD hacia la familia.
Tal como la familia es una bendición también es una responsabilidad.

Así que, papá y mamá: sigue educando a tus hijos y proveyéndoles lo necesario en amor. No lleves la cuenta de lo que les das, dáselos por amor porque son tu responsabilidad, la recompensa está en Jesús.
Pero también dales estructura, disciplina y responsabilidades. Si desde niños no les enseñas a ser responsables, acabarán por creer que siempre te tendrán y sufrirán de grandes.

Así mismo; hijo o hija: mira a tus padres, haz la cuenta de todo lo que has recibido de ellos y por amor a ellos y en gratitud a Dios trátalos bien, ámalos, y provéeles según tus posibilidades.

-   Se vale lavar trastes, lavar tu propia ropa, arreglar tu cuarto, ir por las tortillas.
-   Se vale invitar los refrescos, pagar la cena, pagar el recibo…
-   Se vale visitar a tus viejos y llamarles más seguido…

1 Timoteo 5:4
4Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios.

1 Timoteo 5:7-8
7Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; 8porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.


[3] La  familia es temporal.
El matrimonio es “Hasta que la muerte nos separe”
Los hijos vuelan del nido…
Las adversidades, las oportunidades, el trabajo o la necesidad tienen su manera de fragmentar a la familia.

La familia de Jesús atravesó por esto:
Ya dijimos que no sabemos qué pasó con José pero lo cierto es que cuando Jesús tiene 30 años, no es mencionado.
Y a los 33 años, Jesús mismo tuvo que decir adiós a su familia.
De manera que debemos aceptar ésta realidad: La familia, nuestra familia es temporal.

Hay quienes se aferran a que la familia esté siempre unida:
·      Conocí a un señor construyó una gran casa (en realidad parecía una vecindad) porque según él sus hijos al casarse seguirían viviendo con él. Simplemente él no quería soltar a sus hijos…
·      Conocí a una dama que inventó mil enfermedades con tal de irse a vivir con su hijo y nuera.

Debemos entender la realidad familiar: ES TEMPORAL.

Por eso debes disfrutarla mientras la tengas.

PADRES:
·      Aprovecha cada momento de comunión.
·      Tómense muchas fotos.
·      Deja de trabajar horas extra con tal de tener más.
·      Mejor es lo suficiente en familia que la abundancia en soledad.
·      CUMPLE con tu rol de padre y el ministerio de PASTOREAR a tus hijos.

ESPOSOS
·      Cultiven su relación en pareja.
·      Antes que los hijos está el matrimonio: no puedes decir que amas más a tus hijos.
·      Porque al final, la pareja se queda tal como comenzó: solos.

HIJOS:
·      Aprovechen a sus padres.
·      No los ignores pensando que sólo nos quieren sermonear.
·      Platica con ellos, no les cierres la puerta del cuarto.
·      Mímalos mientras puedas… mientras los tengas.
·      Así no habrá remordimientos si el Señor te los quita.

“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”



[4] La familia es después de Dios.
Comúnmente escuchamos o decimos “La familia es primero” Pero a pesar de su importancia; la familia NO es lo más importante.

Jesús obedeció al Padre celestial antes que a la familia terrenal.

Juan 7:3-7
3y le dijeron sus hermanos:
—Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces, 4porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.
5Ni aun sus hermanos creían en él. 6Entonces Jesús les dijo:
—Mi tiempo aún no ha llegado, pero vuestro tiempo siempre está preparado. 7No puede el mundo odiaros a vosotros; pero a mí me odia, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.


Jesús es la causa de división en muchas familias. Pero aun así, debemos ser firmes y mantener nuestra determinación de obedecer al Señor antes que a la familia misma.
Josué tuvo que decir un día al pueblo de Israel: “Ustedes sirvan al Dios que quieran pero YO y MI CASA (familia) serviremos a Jehová”

Llega el momento en que nosotros tenemos que decirle lo mismo incluso a nuestra familia:
“Ustedes hagan lo que quieran, pero YO serviré a Jesús”

Mateo 10:34-38
34No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Dios es primero, incluso primero que la familia.
Jesús no dice que está en contra de la familia:
·      Jesús recibió bendiciones de su familia.
·      Jesús fue responsable hacia su familia
·      Jesús amó a sus hermanos y padres.

PERO JESÚS OBEDECIÓ POR ENCIMA DE TODO AL PADRE CELESTIAL.

No se trata de desentendernos de nuestra familia, sino de poner en primer lugar a Dios.
La promesa es que cuando lo ponemos a él en primer lugar, nos convertimos en instrumentos para alcanzar a nuestros parientes.
Por eso es posible anhelar “familias transformadas”.
Cuando la familia es un obstáculo en nuestra relación con Jesús, debemos mostrar determinación y con sabiduría y amor decirles: “Lo siento, pero Dios es primero”


[5] La familia necesita a Cristo

Debemos ser intercesores por nuestra familia al estilo de Job
Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días” [Job.1:5]

Necesitamos ser ejemplo de vida e inculcar una fe no fingida al estilo de Eunice y Loida
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” [2Tim.1:5]

Podemos confiar en la promesa del EVANGELIO que abarca familias completas.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” [Hech.2:39]
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ENTONCES:

·      Da gracias a Dios por tu familia
·      Aprovéchala mientras la tengas.
·      Cumple tu responsabilidad hacia tu familia, especialmente tu labor de pastorear a tus hijos y de edificar tu hogar en Cristo.
·      NO hagas de tu familia un ídolo; ni la base de tu felicidad.
Y recuerda que tu familia necesita a Cristo más que nada.

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