lunes, 27 de julio de 2009

Nuestro Dios todo poderoso Reina (Aún sobre la Influenza)

Ideas de un sermón Predicado el 03 de mayo del 2009 durante la contingencia en México causada por el virus de la influenza AH1N1

El Señor nuestro Dios todopoderoso reina
(aún sobre la influenza)

1. La influenza debe hacernos apreciar la grandeza de Dios
Nos podemos llenar de preocupación, pero Dios es tan grande y supremo que cada virus de la influenza está bajo su completo control.


Daniel 4:35
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?


2. La influenza debe hacernos agradecer el cuidado de Dios
Quizá; un cubre bocas pueda dar cierta medida de higiene; y lavarse las manos podrá brindar alguna medida de protección; quizá una vacuna traería tranquilidad… pero la paz que necesitamos día a día no puede venir de un cubre bocas, o una inyección; sólo Jesús provee de protección.

Salmo 17:8
Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas,

Salmo 57:1
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé. Hasta que pasen los quebrantos.



3. La influenza debe hacernos recordar la presencia de Dios.
Quizá a estas alturas es tarde para ponerme a buscar cubre bocas; quizá no los pueda encontrar en ningún lugar… pero con Jesús no tengo problemas de disponibilidad; él siempre está aquí, allá… a cualquier hora.
Quizá encuentres un lugar donde escapar del peligro de la influenza; pero no encontrarás un lugar donde poder escapar de la presencia de Dios.


Salmo 139:7-12
¿A dónde me iré de tu Espíritu?¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

4. La influenza debe hacernos consciente de nuestra debilidad.
Es asombroso que un virus 600 veces más pequeño que una célula pueda acabar con la vida de tantas personas…

Salmo 103:13-18
Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.


5. La influenza debe hacernos recordar que Cristo viene pronto.
Hechos 1:10-11
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

Apocalipsis 22:12-14
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

Lucas 17:26-29
Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.





6. La influenza debe hacernos dar gracias por mi biblia.
Las noticias en vez de ayudar, llenan de incertidumbre.
Un noticiero dice algo, otro dice lo contrario; el periódico dice algo totalmente diferente.
Andan corriendo rumores; todos inciertos… ¿Quién tiene la información correcta?

No sucede así con el mensaje de Dios.
La Biblia no se contradice, la Biblia no se equivoca…
Tenemos un mensaje completo, entendible y sencillo.

Salmo 119:5
Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.



7. La influenza debe hacernos velar y orar.

Mateo 24:44
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Efesios 5:15-16
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

Será una pena, que si Dios quiere, pase ésta situación y digamos – Ah, no pasó nada, sólo fue un susto… y volvamos a nuestra vida sin haber tomado la determinación de ordenar nuestras prioridades y vivir sometidos a Dios.



8. La influenza debe hacernos darle importancia a las cosas de arriba
Colosenses 3:1-4
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

Los partidos de futbol se suspendieron, otros fueron a puerta cerrada; las clases se cancelaron.
Estrenos de cine se pospusieron, conciertos se cancelaron…
Éste jueves las escuelas celebrarían el día del niño.
Pero lo que ha ocasionado la crisis de salud es que reorientemos prioridades.
Incluso en nuestra iglesia, es posible que estuviéramos preocupados por cómo vamos a celebrar a los niños; o por cómo vamos a festejarnos…
Han sido sin duda muchas las veces que en estos días nos hemos preguntado ¿Qué nos va a pasar?

Ésta es una buena oportunidad para decirle a nuestros niños: Hay cosas mucho más importantes hijo.
Ésta es una buena oportunidad para reorientar nuestras prioridades.
Ésta es una oportunidad para evaluar en qué se nos va la vida.
Ésta es una oportunidad para meditar en lo indiferentes que podemos llegar a ser hacia Dios.
Ésta es una manera más en que Dios dice: ¡Hey, aquí estoy y sigo al mando!

Espero que no hayamos desperdiciado ésta oportunidad.
No son días de vacaciones, son días de alerta.
No son para pasear, son para estar en casa.
Son para que tomes tu Biblia y la leas a tu familia.
Son para que antes de ver TV, hagas una oración encomendando a tu familia a Dios.
Son para que adviertas a tus conocidos y les des el mensaje de esperanza.
Son para que cantes con esperanza en Jesús.




9. La influenza debe preocuparnos por ser santos.
Ésta semana, espero que las cifras de accidentes causados por conductores en estado de ebriedad hayan descendido.
Ésta semana, quizá los moteles y centros nocturnos de nuestra ciudad no hayan tenido tantos asistentes.
Es que ante el peligro; hasta el mundo se detiene.
Ésta es la demanda de la Biblia: Sin santidad NADIE VERÁ al SEÑOR
.

2 Corintios 13:5
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?





10. La influenza debe hacernos conscientes de nuestro egoísmo.
Es triste; pero cuando escuchamos noticias de tragedias en otra parte del mundo, lo más que alcanzamos a decir es “Qué pena”… se nos olvida que en ese lugar podría haber hermanos nuestros.

Escuchamos de guerras en otros países; pero nuestra vida sigue igual
Escuchamos de atentados terroristas; pero nosotros seguimos atendiendo nuestros asuntos.

Escuchamos de hambre y pobreza; pero nosotros vivimos centrados en nosotros.
No es sino hasta que el problema es aquí, en nuestro país, en nuestro estado, en nuestra ciudad que comenzamos a orar con fervor.

Oramos para que no nos contagiemos, pero nos olvidamos de otros.
Oramos para que nos atiendan; pero no pedimos por los que ya están en el hospital…

Filipenses 2:4
No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.






11. La influenza debe hacernos cantar y adorar a Dios
Aunque estamos llamados a obedecer las medidas implementadas por nuestras autoridades; éste es un momento para alabar a Dios.

Filipenses 4:4-7
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Si hay un momento oportuno para cantar y gozarnos en Jesús; es éste.
En el cielo se sigue cantando:

Apocalipsis 19:6
Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!

Ésta situación hace patente ésta verdad: El Señor nuestro Dios Todopoderoso Reina.
Por encima de Felipe Calderón, por encima de Barack Obama, por encima de la OMS o de la ONU; el Señor nuestro Dios Todopoderoso Reina.
En la última cena, Jesús y los discípulos cantaron.
Estando en la cárcel, Pablo y Bernabé cantaron.
En el coliseo, antes de ser devorados por los leones, los cristianos cantaban.
En el Titánic, la orquesta siguió tocando “Cerca de ti Señor” aunque sabían que se hundirían…
Así que la tragedia no es razón para dejar de cantar a Dios.


12. La influenza debe hacernos decir: Si Dios quiere…

Muchas personas habían planeado sus vacaciones para éste puente… sus planes tuvieron que cambiar.
Muchos tenían viajes programados… pero hubo cambios de última hora.
Los que se encuentran hospitalizados, hace unas semanas no se imaginaban lo que sucedería.
Necesitamos más humildad al momento de hacer planes.

Santiago 4:14-15
...cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

Salmo 4:8
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

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