He aquí algunas áreas de nuestra vida que podemos ejercitar y nos librará de darle cavida a la pereza espiritual
1 Timoteo 4:7
7Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 8porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
Ejercitemos:
1. Una lengua de bondad.
Proverbios 16:24
Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos.
Proverbios 12:18
Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina.
Las conversaciones con personas que tienen problemas nos ejercitan en aconsejar y dar consuelo.
2 Corintios 1:3
3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Ejercitemos:
2. Unas manos generosas.
Romanos 12:11 - En lo que requiere diligencia, no perezosos…
Romanos 12:13 Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
Proverbios 11:25 – PDT
El generoso prosperará; el que ayuda será ayudado.
Proverbios 21:26
Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.
Proverbios 3:28
No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,
Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle.
Mateo 8:1
1Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Hechos 3:4
4Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
Ejercitemos:
3. Unos ojos de humildad
Mateo 7:3
3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Romanos 12:3
3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Filipenses 2:8
8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Ejercitemos:
4. Unas rodillas de confianza
Isaías 26:4
Confiad en Jehová perpetuamente,
porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.
Proverbios 14:26
26En el temor de Jehová está la fuerte confianza;
Y esperanza tendrán sus hijos. 27El temor de Jehová es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.
Falsa confianza:
Marcos 10:17
17Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Autentica confianza:
Marcos 1:40
40Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
Ejercitemos:
5. Un corazón de gratitud
Romanos 1:21
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias.
Salmo 100:4
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.
Colosenses 2:6-7
6Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Colosenses 4:2
2Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias
Los sacrificios de Dios en el AT no eran para ganar el favor de Dios sino para dar gracias.
Salmo 50:15
E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
La pereza nada bueno deja
Combatámosla en nombre del Señor y ejercitémonos para la piedad
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