“Líbranos del maligno”
Un Padre Protector
1. El tentador no descansa
Dios no es AUTOR de la TENTACIÓN
Santiago 1:13
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie…
¿Cómo pueden Mateo 6:13 y Santiago 1:13 congeniar?
Mateo parece hacer responsable a Dios por el encontrarnos bajo tentación (“Dios mío, no me tientes”) y Santiago deja bien claro que no podemos, y no debemos responsabilizar a Dios por la tentación, pues ésta no viene de Dios sino de Satanás, quien aprovecha los deseos pecaminosos de cada quien para tender una trampa.
De manera que debemos conciliar ambas ideas; y ésta parece ser la manera de hacerlo:
Mateo es una oración de confianza en que Dios gobierna por encima de todo, de hecho, nada acontece sin su consentimiento; nos enfoca en la soberanía de Dios, quien decide hasta qué punto le permite temporalmente a Satanás el tentarnos.
Por otro lado, Santiago es una advertencia a los hijos de Dios acerca de lo fácil que es ser engañado por los deseos pecaminosos; y lo falsas que son las delicias del pecado; pues todo lo que pueda llamarse bueno, no vendrá del maligno sino de Dios.
· Mateo nos consuela con la soberanía de Dios.
· Santiago nos advierte de lo seductora que puede llegar a ser la tentación.
· Mateo declara: DIOS tiene TODO bajo control, aún a Satanás.
· Santiago advierte: Satanás no es buena gente; tiende trampas que parecen deliciosas pero llevan a la muerte.
¿Cómo puede Dios ser soberano por encima de la tentación y de Satanás y al mismo tiempo NO ser responsable del mal? Es un asunto que la Biblia no explica como quisiéramos.
Sólo se nos dice lo que debemos saber:
Dios gobierna
Satanás tienta y engaña
Dios permite temporalmente que Satanás haga de las suyas.
Dios no es malo
Satanás es malo y perverso.
Satanás es QUIEN tienta:
En la Biblia es llamado “El tentador”
De hecho, en el pasaje de Mateo 6:13, se puede traducir de ambas maneras: “líbranos del mal” o “líbranos del maligno”
Satanás no es alguien amigable, ni buena onda, ni alguien “alivianado”. Él es perverso, engañador y destructor.
1 Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
NOSOTROS somos responsables siempre.
· Ante Dios, Caín fue responsable de la muerte de Abel, no Satanás.
· Ante Dios. David fue responsable del adulterio con Betsabé y de la muerte de Urías
· Ante Dios, Judas fue el traidor (Aunque le dio cabida a Satanás, la responsabilidad recae en él)
· Ante Dios, Ananías y Safira fueron responsables aunque Satanás los tentó.
[En éste y otros puntos falla la teología carismática; le echa culpa a los demonios; espíritu de desobediencia, espíritu de rebeldía, espíritu de murmuración, espíritu de avaricia…]
Una tendencia mundana ahora es echarle la culpa del pecado a nuestras enfermedades o circunstancias:
· Yo no soy responsable de haberte gritado; es que necesito terapia para mi “neurosis”
· Yo no soy responsable de mis arranques de ira y temperamentales, es que soy “bipolar”
· Yo no soy responsable de mis deudas y mala administración, es que soy “comprador compulsivo”
· El muchacho no es responsable de su comportamiento, es que viene de “una familia disfuncional”
· La hija no es responsable de su bajo desempeño en la escuela, es que padece de “baja autoestima”
Y así podríamos seguir encontrando maneras de evadir nuestra responsabilidad.
Santiago 1:14-15
14sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Santiago 1:13-14 - BLS
13Cuando sean ustedes tentados a hacer lo malo, no le echen la culpa a Dios. Él no puede ser tentado, ni tienta a nadie a hacer lo malo. 14Al contrario, cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los que nos arrastran y dominan.
“Concupiscencia” “Deseos”
Yo le llamo “Antojos”. Cada uno es tentado por sus propios antojos oscuros.
Hace unos domingos, hablábamos de que como creyentes estamos llamados a luchar contra 3 enemigos: El mundo, Satanás y la carne.
Efesios 2:1-3
1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Aún como creyentes, estaremos expuestos a la tentación; a volver a la misma manera antigua de vivir.
Pero se nos han concedido todos los recursos necesarios para luchar contra las antiguas tendencias de la carne.
Efesios 6:11
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
He aquí una de las evidencias más claras de que hay vida nueva en nosotros; que somos conscientes de la lucha, que somos conscientes de la tentación; y que acudimos a Jesucristo y al poder del Espíritu Santo para soportar la tentación.
Cada uno de nosotros es tentado; de diversas maneras. Los varones muchas veces de una manera muy diferente a las damas; los jóvenes de una manera diferente a los ancianos; pero todos somos tentados; a amoldarnos al mundo, a satisfacer la carne que reclama una y otra vez saciedad.
Pero nuestro consuelo en medio de la tentación es que Dios es soberano por encima de ella.
2. El Padre no abandona
Debemos pedir protección
y resguardarnos en él.
Toda tentación necesita la aprobación de parte de Dios; porque Satanás no es un agente autónomo.
Pasó con Job.
Y pasó con Pedro:
Lucas 22:31-32b
31Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte…
Dios sabe hasta dónde podemos resistir;
y no permite una tentación mayor:
1 Corintios 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,
Y además, junto a la tentación de Satanás, Dios provee una salida que le honre:
“Sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
Ante ésta palabra, toda excusa queda deshecha.
“Es que uno es humano”
“Es que no me quedó de otra”
“Tú habrías hecho lo mismo” (Lo que importa es que Dios ha revelado lo que quiere que hagamos en medio de la tentación)
· La salida está en su palabra.
Jesús recurrió a la Palabra de Dios para defenderse del Tentador. Satanás es Padre de mentira; y la mentira se combate con la verdad.
Querer vivir en victoria sobre la tentación sin perseverar en la Palabra es como querer bajar de peso cenando cochinita y desayunando pozole todos los días.
No sólo no ayuda, sino que es contraproducente.
La Palabra de Dios es útil para corregir y para redargüir; eso quiere decir que puedo esperar (y de hecho lo he comprobado) que al dejarme llevar tantito por la tentación, en su obra de dirección, el Espíritu Traerá a mi mente su palabra y me persuadirá a apartarme del camino engañoso.
Proverbios 6:16-19
16Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
17Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
18El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
· La salida está en el poder de Dios.
Efesios 6:10-11
10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
· La salida está en dejar de alimentar la carne.
Romanos 13:13-14
13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
(Caricatura del muchacho diciendo “Líbrame de la tentación” pero (el mismo se dirige a ella)
No te sorprendas de la tentación si tú mismo no ejerces sabiduría cristiana para apartarte de situaciones que sabes que no convienen.
· La salida está en huir.
Proverbios 3:7
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal…
“Un poco de veneno no mata”
“Sólo para probar…”
“Qué tanto es tantito”
“Más vale pedir perdón que pedir permiso”
Proverbios 4:14
14No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos. 15Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa.
Quiero ser claro en esto; NO estamos diciendo que cuanto más pongas en práctica la diligencia y te consagres más a Dios, menos tentaciones tendrás; NO.
La tentación se hará más fuerte; será más constante.
Pero al mismo tiempo, habrá más fortaleza en Cristo para soportar.
La tentación es inevitable; pero sí somos responsables de nuestra respuesta a ella y de apartarnos de ella.
3. El abogado no defrauda
1 Juan 2:1
1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Hay de aquel que se escude en la gracia para cometer pecado.
Hay de aquel que dice “más vale pedir perdón que pedir permiso”
Porque lo que la gracia engendra no es concesión al pecado sino santidad.
Hebreos 4:15-16
15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Sólo recuerda que, al caer en la tentación NO ERES UNA VÍCTIMA de Satanás; siempre somos responsables.
Así que Si Dios te concede la bendición de experimentar quebranto por tu pecado y la gracia de su perdón; aférrate más a él para que puedas estar firme en el próximo ataque que seguramente Satanás lanzará.
Hay perdón para el que cae; gracias a Dios sí.
Pero también hay fortaleza y ayuda antes de caer.
Busquemos la santificación
Romanos 6:19
19Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Romanos 6:22-23
22Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
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