4. La santidad requiere Permanecer en Cristo

4. La santidad requiere Permanecer en Cristo

Romanos 13:11-14
11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

A través de este pasaje, somos instruidos no solamente a dejar el pecado sino también a seguir lo que es bueno.
Es importante recordar esto; crecer en santidad no se trata solamente de evitar hacer lo malo, este es el sentido negativo, pero existe un aspecto positivo; se trata también de procurar practicar el bien al cual estamos llamados.

Así, el versículo 12 nos llama a DESECHAR las obras de las tinieblas, sino que positivamente nos instruye a:
“vestirnos de las armas de la luz”.

Las armas de la luz representan la vida de justicia y obediencia. Cuando amamos a los demás, cuando servimos a nuestro prójimo, cuando decimos la verdad, cuando somos pacientes y amables en nuestro trato con la gente; estamos vistiendo las armas de la luz.


· Este es el comportamiento que los mandamientos de Dios moldean en nuestra vida.

· Esta manera de vivir nos ayuda a permanecer en pie contra la oscuridad de nuestros días; nos protege de los efectos de la impiedad.
Miremos ahora el versículo 14. ¿Qué dice?
· ¿Qué dice que debemos hacer en lugar de alimentar la carne?
· ¿Qué nos llama a HACER en vez de ser amigos del pecado y satisfacer los antojos de la carne?
Dice: sino vestíos del Señor Jesucristo

¿Qué significa vestirnos del Señor Jesucristo? ¿Qué Jesús tiene una marca de ropa? ¿Que Jesucristo tiene una boutique y que debemos comprar ahí nuestra ropa? ¿Qué debemos utilizar ropa que tenga impresos textos y dibujos acerca de Jesús?

Pablo esta diciéndonos que, por nosotros mismos, en nuestras propias fuerzas, somos incapaces de resistir las tentaciones del mundo y de nuestra carne.
Una vida de Santidad, la vida que agrada a Dios es la vida que esta totalmente unida e identificada con la persona y las obras del Hijo de Dios, Jesucristo.
La ropa que usamos nos define. Nos vestimos de una manera para trabajar, nos vestimos de otra manera para mostrar nuestro estilo personal. Nos vestimos de manera especial para ciertas actividades o lugares. Nos vestimos para proteger nuestro cuerpo; como en el fútbol, en el box o para patinar. Nos uniformamos de alguna manera para mostrar que pertenecemos a cierto grupo en especial; una escuela, el ejército, un equipo de fútbol…
Pablo nos esta diciendo que la vida cristiana se trata de confiar y depender cada día de Jesús; que es necesario que nos identifiquemos con la manera en que él vivió y actuó.

· La única manera en que podemos ser salvos es por medio de la fe en lo que Jesús hizo

· Todos nosotros somos pecadores, pero Jesucristo obedeció perfectamente los mandamientos de Dios. Nosotros merecemos el castigo eterno de Dios pero Jesús tomó nuestro lugar en la cruz y recibió ese castigo por nosotros.

· Lo único que merecemos es muerte y castigo eterno, pero Jesús resucitó de la muerte y venció al sepulcro para siempre. Nosotros somos débiles, pero Él intercede por nosotros y nos ha dado al Espíritu Santo para santificarnos como Él es Santo.

· Así que cada día, en cada momento; debemos creer y confiar en esta verdad. Estamos llamados a predicar estas buenas noticias a los demás pero también a recordarlas para nosotros mismos cada día.

· Debemos permanecer EN Cristo y fortalecernos en él.
Este pasaje es una invitación de Dios para nosotros, el Señor nos dice:
- Cuando sean débiles, fortalezcan su fe en mi Hijo.
- Cuando se vean tentados, permanezcan en la justicia y obediencia de mi Hijo
- Cuando duden o se sientan condenados; permanezcan confiando en lo que mi Hijo ya hizo por ustedes.
- Cuando su carne los tiente a satisfacer sus deseos pecaminosos, permanezcan en la santidad y humildad de mi Hijo.
- Cuando sean tentados a amoldarse a este mundo, vístanse de aquél que venció a la muerte para siempre.
- Cuando sean tentados a pensar que por ustedes mismos están venciendo al pecado, recuerden que dependen de su permanencia en mi Hijo.

Cierro con las palabras de Carlos Spurgeon:
“Esto les encargo. Que no confíen en aquello que han adquirido en el pasado. No digan en su corazón “soy un hombre de experiencia y puedo resistir la tentación, quizá podrá derrotar a los novatos inexpertos; pero yo he pasado muchos años persistiendo, luchando y venciendo al peligro, ¿Qué debo temer?”
Pero este es el verdadero peligro; el momento en que un hombre declare que no puede caer es porque ya cayó, perdió la sobriedad y la humildad.
Has perdido la cabeza hermano, de otra manera no hablarías de tu propia perfección; y cuando pierdes la cabeza, tus pasos no están a seguros. La presunción y el engreimiento son la raíz del pecado libertino. Has de Cristo fu fortaleza, y no te fortalezcas en ti mismo; no confíes en tus logros o experiencia. Permanece en el Señor Jesucristo cada día, vive dependiendo de su gracia; recibe toda la fortaleza para santidad que proviene de Jesús y solamente de él. “Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza” [Isaías 45:24] Confía no en tus recursos, no en métodos, no en tus oraciones sino en Jesucristo y únicamente en Jesucristo como la fortaleza de tu vida”

Permítenos y ayúdanos Señor a apoyarnos única y totalmente en ti; nuestro gran Salvador. Muerto y resucitado para hacernos tu pueblo Santo. Santifícanos para ti.