3. La Santidad demanda dejar de alimentar la Carne
Romanos 13:14
14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
El texto describe la acción decisiva, tajante y radical de cortar con el pecado, pero también nos dice que el despojarnos del pecado ocurre dentro de la dimensión diaria de nuestra vida. Y consiste en eliminar aquellas cosas que fortalecen nuestros deseos pecaminosos o nuestra carne.
El versículo 14; nos ubica dentro de una audaz e intensa batalla por la santidad. Dice “sino vestíos del Señor Jesucristo” y la frase siguiente es la que quiero enfatizar; “y no proveáis para los deseos de la carne”
[Mejor, revístanse con el Señor Jesucristo y no piensen, como hace todo el mundo, en satisfacer sus propios deseos. / La Biblia para Todos]
En mi mensaje, quiero considerar lo que significa “la carne” y cómo funciona en nuestras vidas.
Cuando Pablo dice; “no proveáis para los deseos de la carne” esta diciendo – No alimentes tus deseos pecaminosos; no satisfagas tus antojos de pecado. No hagas cosas – no pienses, mires, medites en asuntos – que fortalezcan tus pecaminosos antojos.
Pensemos por un momento en tu dieta de entretenimiento; creo que una de las maneras más recurrentes en que los cristianos de hoy alimentan su carne es a través de lo que miramos en la TV, películas o Internet.
Cada uno de nosotros necesita hacerse esta pregunta:
¿Las cosas que estoy mirando están alimentando mi carne?
Y si la respuesta es SÍ, no importa si la película no es clasificación C, no importa si todos los demás la ven, tú necesitas actuar de la manera en que Dios te ha dicho que quiere que vivas. No alimentes tu carne. No proveas el alimento para tu pecado. Date vuelta y déjalo morir.
· Quizá las películas o programas violentos alimentan tu ira y los deseos de tu alma de reaccionar violentamente; deja de ver esas cosas.
· Tal vez los comerciales y anuncios a los que te expones están alimentando tu ansiedad por las posesiones materiales o las ideas equivocadas acerca de tu cuerpo. Cambia de canal o apágalo.
· Puede ser que las cosas que miras alimenten tu incredulidad y temor.
Una muchacha recientemente pidió que hiciéramos oración por ella porque tenía pesadillas con seres demoníacos, tenía miedo de dormir. Cuando le pregunté acerca de sus hábitos de entretenimiento me dijo que con mucha frecuencia miraba en la TV programas acerca de crímenes de la vida real, y que en especial le llamaban la atención las películas con mucha violencia y de terror. Después de platicar, se dio cuenta de la conexión entre lo que le gustaba mirar en la TV y los resultados negativos en su corazón.
No alimentes tu carne. No proveas el alimento para tu pecado. Date vuelta y déjalo morir.
Ya lo sabes:
Lo que miras en TV o películas afecta tu manera de pensar y te mantiene meditando en ello.
Y aún más; lo que miras en la TV, en cada película, en cada videojuego o revista puede estar alimentando los deseos pecaminosos de tu corazón.
¿Estas alimentando tu hambre de piedad y santidad?
¿O estas alimentando a tu carne?
Si incrementaras el tiempo y la frecuencia de tu lectura de la Biblia, ti tiempo de oración, de escuchar sermones o leer libros cristianos, ¿cómo contrastaría con el tiempo que inviertes viendo TV o películas, o jugando videojuegos?
Si le brindas mayor tiempo al entretenimiento mundano; ¿Porque te sorprende que los deseos pecaminosos sean tan fuertes en tu vida y te dominen cada vez más?
Mortificar la carne significa actuar intencionalmente y tomar medidas drásticas en la manera en que vivimos; esto envuelve tus hábitos, tus costumbres, la manera en que te diviertes y pasar tus ratos libres; cambiar nuestro estilo de vida y no es una opción si realmente te importa vivir en santidad.
· ¿En qué áreas de tu vida te llama Dios a tomar medidas drásticas y dejar de alimentar tu carne?
· ¿Hay algún hábito en especial que sabes que debes dejar pero que sabes que también será difícil? ¿De que maneras crees que puedas fortalecerte para luchar decididamente contra ese hábito? Puedes pensar en la manera en que dejarás morir de hambre a tu carne pero alimentarás más y más tu hambre de Dios y de santidad.
· ¿Hay un pecado en particular en el que participas constantemente?
· ¿Qué cambios radicales podrías hacer para abandonar el pecado y consagrarte a Dios?
· ¿Cómo puedes romper decisivamente con el pecado?
No te equivoques, si estamos alimentando la carne ya sabes porqué no estas creciendo en Santidad.
1 comentario:
Es un estudio vital y de gran edificación. Nos desafía de manera personal, en nuestra responsabilidad como padres y como creyentes en general, llamados a ser sal y luz en medio de una sociedad que se corrompe. No digo que "es la sociedad" la que corrompe en si misma, pues el pecado mora de manera individual, pero los factores externos potencian, estimulan nuestra concupiscencia y nos desvían del camino de santidad. Hace que descuidemos la comunión que encontramos en el Señor, la cual se sustituye por un falso estado de bienestar,paz y satisfacción.
Le agradezco su estudio y reflexión, principalmente por estar apegado a lo que la Biblia muestra, sin acomodarlo al aplauso del mundo.
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