sábado, 6 de mayo de 2017

Psicología; fraude y fantasía...


Con estas líneas, no es mi interés juzgar a quienes con un anhelo de AYUDAR al prójimo han estudiado psicología – creo que puede haber intenciones filantrópicas en muchos psicólogos y no pienso que haya en todos los psicólogos un interés maquiavélico que con alevosía pretenda mantener en el error a quienes en la esperanza de recibir ayuda buscan sus servicios.
Pero sí sostengo que la metodología de la psicología, o mejor dicho las metodologías de las diversas ramas de la psicología, no son suficientes para proponer una fuente segura de consuelo, ni una norma objetiva de vida, ni un referente certero de identidad, ni un análisis consistente de las situaciones de la vida.

Creo que quien acude a un psicólogo realmente está buscando ayuda -  no le juzgo por ello, uno hace lo que sea cuando desesperadamente trata de encontrarle sentido a su existencia o a sus circunstancias – pero ahí mismo radica la preocupación pastoral respecto a este asunto.
Me preocupa cuando alguien que padece cáncer piensa que tomar jugo de limón con bicarbonato le sanará – no importa que tenga la mejor intención, sabemos que no funcionará.
Me preocupa cuando alguien piensa que un cuarzo, una pata de conejo o una veladora le brindará protección – no importa cuanta fe imprima en sus actos, no funcionarán.
Así mismo, me preocupa cuando alguien piensa que una serie de terapias, un ejercicio de catarsis, un test de comportamiento podrá dar verdaderas soluciones a sus dilemas.

¿HAY AYUDA EN LA PSICOTERAPIA?
El problema es que la terapia, la "auto-ayuda", las sesiones grupales y cualquier forma de análisis de la conducta que no tenga como base de autoridad la revelación de Dios, NUNCA puede llegar al corazón de una persona ni ofrecer una verdadera solución a las problemáticas de la vida; la ayuda que recibe una persona de estos “recursos” es sólo superficial, se trata de un grupo de "apoyo" donde te desahogas, ocurre una catarsis, y se siente bonito saber que no está sólo uno con los problemas... ¿Pero qué resuelve? Al final de la sesión, cada quién tiene que afrontar las mismas problemáticas - generalmente los grupos de ayuda lo que hacen es crear una dependencia del grupo, el grupo se vuelve una pandilla de complicidad y se crea el ambiente de una familia - luego, la co-dependencia viene sólo a reemplazar otros vicios; pero NO ha resuelto nada.

¿REALMENTE HAY PROBLEMAS PSICOLÓGICOS?
El debate se simplifica cuando llegamos a una conclusión sencilla, pero escandalosa para los adherentes de la psicoterapia: NO HAY PROBLEMAS PSICOLÓGICOS - si preguntásemos la definición de tal cosa notaremos la ambigüedad de las respuestas...
¿Qué es un problema psicológico? ¿ansiedad? ¿depresión? ¿celos? ¿problemas de pareja? ¿problemas de crianza? ¿vicios?

Asumimos, que puesto que el ser humano es una criatura con aspectos material y espiritual, entonces sus problemas ocurren en uno de estos dos aspectos - tiene problemas en su aspecto material (se enferma, se debilita, se cansa...) y en su aspecto espiritual (principalmente es corrupto moralmente) por lo tanto, los problemas de la vida son o físicos o espirituales - he visto consultorios de psicoterapeutas anunciando ayuda y solución de problemas como los descritos (ansiedad, depresión, celos, problemas de pareja, problemas de crianza, vicios) - pero si pensamos bíblicamente, ¿no tienen éstos problemas su raíz en un asunto espiritual? ¿No nos brinda la Biblia el marco de entendimiento para estas situaciones? ¿No es acaso el poder del evangelio y la obra del Espíritu Santo la única alternativa que podrá funcionar en tales problemáticas?

Es que la psicología no es tanto una ciencia, sino una religión más; que pretende dar soluciones, pero toda vez que estas soluciones no emanan de un entendimiento bíblico ni de una dependencia del poder de Dios, no son más que fraude y fantasía.
NO existen los problemas psicológicos; los hay físicos y los hay espirituales - para ambos hay solución desde la cosmovisión bíblica.


¿PODRÍAMOS HABLAR DE UNA “PSICOLOGÍA CRISTIANA”?
Compaginar los fundamentos bíblicos con los presupuestos de la psicología es prácticamente imposible - como cristianos, creemos que el ser humano es creación de Dios, que hay una verdad objetiva y absoluta, que un cambio de conducta es insuficiente para redimir al hombre, que se necesita un cambio interno (a nivel de corazón/alma), que el ser humano es corrupto por naturaleza, y bastante centrado en sí mismo (de ahí que Jesús nos llame a negarnos a nosotros mismos) - todas éstas cosas las cree un cristiano / pero las diversas corrientes de la psicología no parten de éstos presupuestos; el ser humano es en el mejor de los casos un animal que simplemente responde a estímulos e instintos, NO acepta una verdad absoluta porque no considera la existencia de un ser absoluto en poder y autoridad - luego entonces, la única manera de "resolver" éste conflicto, es relegando la biblia al plano de lo privado, de lo cúltico, de aquello que ocurre en templos y parroquias - pero en el día a día, en las diversas situaciones de la vida, ahí es la psicología la que opera como norma – sin embargo, con ésta visión DUALISTA de la vida, no honramos la biblia, de hecho, lo que decimos prácticamente es que la Biblia no es suficiente para dirigir y normar la vida entera - lo cual es contradictorio porque domingo a domingo asumimos que la biblia es palabra de Dios... Toda una complicación ¿no? - porque luego, considerando el trasfondo de los principales exponentes de la psicología, descubrimos que eran agnósticos, ateos y hedonistas que consideraban la biblia como una sarta de fábulas y fantasías... ¿Por qué habríamos de tomar entonces sus teorías y argumentaciones y aplicarlas a la vida en la esperanza de que puedan surtir efecto?

¿PSICOLOGÍA O PSICOLOGÍAS?
Es un hecho, que todo campo de estudio presentará “destellos” de la verdad, un eco de la “semilla religiosa” que a pesar de la caída todavía disfrutamos los humanos – pero eso no significa que la verdad esté dispersa aquí y allá – es en las escrituras donde Dios ha revelado la verdad que debemos creer y vivir – es útil en su totalidad y por lo tanto es el filtro que ha de evaluar toda filosofía y pensamiento de los humanos.
Aunque el título de ésta entrada es PSICOLOGÍA, al analizar el espectro de lo que está en discusión me parece que es mejor hablar de “psicologías” entendiendo cada rama como una perspectiva de la vida – no todas ellas son iguales, pero siguen siendo inadecuadas – ni el conductismo, ni el pragmatismo, ni el constructivismo, ni el hedonismo plantean sistemas de comprensión de la vida lo suficientemente consistentes como para ser considerados útiles verdaderamente – aunque pretenderán ser un marco totalizador de la vida. Y es aquí donde se vuelve evidente que las diversas psicologías son cosmovisiones, marcos de referencia que pretenden ser de ayuda pero que resultan deficientes.
Para muestra propongo un breve análisis de los principales exponentes de las psicologías…


Jean Piaget
Tomando como base la teoría evolucionista de Darwin, la aplica al campo de la educación y formula los principios del constructivismo, que básicamente establece que “la inteligencia no puede medirse, ya que es única en cada persona, en su propia reconstrucción interna y subjetiva de la realidad” – entiéndase: según Jean Piaget, NO hay verdad absoluta y cada persona decide desde su óptica subjetiva qué es bueno/verdadero/justo/bello… y qué no lo es. Pero Proverbios 3:7 establece “No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal” à según la palabra de Dios, es posible que alguien en su propia opinión se crea sabio pero en REALIDAD no lo sea, y concluye con un juicio de carácter moral: “apártate del mal”, así que hay un parámetro para definir el bien y el mal y éste no se encuentra en la opinión subjetiva del ser humano sino en lo que Dios ha determinado. Luego ¿Por qué habría de aplicar a la educación parámetros tan ambiguos y subjetivos si no me permiten establecer la clara y simple diferencia entre correcto e incorrecto, entre justo e injusto, etc…? ¿Cómo se compagina ésta perspectiva con la palabra de Dios que es autoritativa para el todo de la vida?


Carl Jung
Pionero del psicoanálisis, abundó en su “estudio” del análisis de los SUEÑOS (un asunto no muy científico, basado en la supuesta existencia del “inconsciente”) además de incursionar en el espiritismo, la alquimia y el ocultismo. Imperdible es su obra conocida como el “libro rojo” en el que relata sus encuentros con “entidades” raras, un tal Elías, una tal Salomé y una serpiente negra… (¿Así o más extraño?) de tales “ánimas” recibió revelación de asuntos que llegó a postular como base de su “estudio” – Así que, los cristianos pueden ser tachados de supersticiosos y de ignorantes por creer que un Dios soberano inspiró las escrituras como norma de vida, pueden ser tachados de locos por creer “mitos” como el infierno, la resurrección y el pecado – pero el señor Jung puede venir con sus ideas locuaces a demandar credibilidad y autoridad…


Sigmund Freud
Muy cercano de Jung, Freud es alguien considerado filósofo por un lado y científico por otro (cosa interesante, porque de ser verdad, entonces nos lleva a aceptar que la “ciencia” está fundada en presupuestos filosóficos, sobre una cosmovisión o fe / es decir, no sólo el cristianismo es un asunto de fe, también la “ciencia” es un asunto de fe) También le gustaba experimentar con drogas como la cocaína y la morfina (no sabemos hasta qué punto pudo haberle dañado el consumo de ellas) – Así como Jung, le dio importancia al asunto de “interpretar sueños” – desarrolló conceptos que suenan refinados pero que no son más que teorías (el inconsciente, las pulsiones) Pero lo más notable de Freud es su obsesión con el asunto de la sexualidad humana; prácticamente su “terapia” consiste en liberar todo deseo sexual reprimido (dijo cosas raras como que “el ser humano desea el incesto de forma natural”) en una carta a Carl Jung le decía “Mi querido Jung, prométame que nunca desechará la teoría sexual. Es lo más importante de todo. Vea usted, debemos hacer de ello un dogma” – Entonces, ¿Qué tiene que ver un pensador así en la iglesia? ¿Cuánto podría ayudar esta sarta de falacias en una mejoría de la vida?

 Burrhus Frederic Skinner
Éste señor lo reduce todo a un mero asunto de comportamiento; condicionamiento de la conducta por el medio ambiente – útil si quieres domesticar palomas, changos y perros – pero el ser humano es bíblicamente más complejo que los animales (a menos que aceptemos la teoría evolucionista) – sin embargo, la biblia no apunta a sólo una mejoría en la conducta, de hecho plantea que la conducta correcta sólo puede venir de un corazón correcto (Mat.7:17 “Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos”) – no es una perspectiva cristiana la que tenga como meta la modificación de la conducta externa, pero no considere las realidades del alma y de la naturaleza corrompida del ser humano.


William James
Conocido por su énfasis en el pragmatismo – y su tendencia a usar el pragmatismo como método para evitar las “discordias”. ¿El problema? Que su concepto de verdad, como todos los anteriores exponentes de la psicología, es uno relativista – “Lo que te siente bien es lo correcto – si te acomoda y te da sensación de bienestar, entonces está bien” – Por supuesto que éste postulado es contrario a las escrituras, que no permiten determinar la verdad basados en lo que nos agrade o nos brinde comodidad – de hecho; lo correcto, lo justo y lo verdadero muchas veces desafían el status quo de las cosas y no por ello han de adecuarse o negociarse con tal de que nos sintamos mejor con esas realidades. Tenemos muchos ejemplos bíblicos de gente que quiso ser pragmática (según su propio razonamiento) por encima de ser obediente a la voluntad de Dios y no por eso los estándares de Dios tuvieron que adecuarse o rebajarse. Es que Dios no nos da el derecho de justificar los medios con el fin.



John Watson
Fundador del conductismo, su frase célebre habla por sí sola de su arrogante e ingenua fe en la modificación de la conducta: “Dame una centena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger —médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón— prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados” – pero nuevamente, el llamado de Dios no es sólo a cuidar la conducta sino las motivaciones, las convicciones – por eso los fariseos son acusados en la biblia, por tener apariencia de piedad pero no ser íntegros; por eso el llamado de la “shemá” es que las palabras de Dios debían estar en el corazón, en la mente y entonces, en las acciones – un cambio de conducta que no provenga de un corazón renovado por Cristo, no sólo NO es deseable sino condenable.
Por cierto, le gustaba experimentar con niños y ratas – se tacha de inhumano y despiadado a Josef Mengele (doctor de las SS que experimentó con judíos) pero se admira a Watson y Skinner a pesar de haber experimentado con niños…


Ivan Pavlov
Sus estudios sobre el reflejo condicional son la base del conductismo – prácticamente experimentó con perros, hizo anotaciones y aplicó las mismas al entendimiento de las dinámicas de interacción humana; porque  claro, los humanos y los perros somos iguales… entonces si puedes amaestrar perros, puedes condicionar el comportamiento humano…
¿Y así sigue habiendo personas que creen que éstas ideas pueden aplicarse a la escuela de formación cristiana, a la enseñanza de niños y jóvenes y que prácticamente la biblia y éstas patrañas pueden encontrar un punto de concordia?


ENTONCES...
¿Piensa que la verdad se construye desde la individualidad? No puede creer eso y ser cristiano.
¿Acusa al cristianismo de difícil de creer y de depender de la fe? Las ideas de Jung y Freud requieren mucha fe también y parecen más credos religiosos que postulados científicos…
¿Le molesta que eduquemos a nuestros hijos con la Biblia porque le parece que los adoctrinamos en la religión? Pero eso también pasa cada día en las escuelas y colegios que sostienen el constructivismo y el conductismo como modelo educativo.
¿No cree en la verdad absoluta? Entonces déjennos sostener nuestra verdad, después de todo, si no hay absolutos, pues respete las ideas diferentes – digamos que también estamos “experimentando” con un modelo, sólo que el nuestro niega la neutralidad humana y no negocia la autoridad de la biblia.


¿Y SI UN CRISTIANO DESEA SER PSICÓLOGO?
YO no desapruebo que un creyente sincero y de convicciones firmes en la Biblia pueda ejercer la psicología de manera "profesional" - pienso que es la única manera de legitimar tal práctica, pues si no se cuenta con las "credenciales" uno no podría ejercer.
Pero pienso igual que un creyente estudiaría los años de la carrera sólo acumulando metodologías y textos que al final, podría muy bien archivar porque NO sirven (son contradictorias a la palabra de Dios, se basan en presupuestos subjetivos, etc...) .
¿Qué propone la psicología como ayuda y dirección para la vida que la Biblia no contemple ya?
¿Qué corriente de la psicología es realmente compatible con la cosmovisión cristiana?

- El conductismo apunta sólo a un cambio de comportamiento basado en la dinámica estímulo-respuesta - ¿Es eso bíblico? ¿Todo se trata de modificar conductas?
- El psicoanálisis tiende a vernos como víctimas (con traumas) y no responsables (porque no considera la naturaleza corrompida del ser humano) - ¿Así nos retrata la Biblia, como seres neutrales victimizados?
- La gestáltica asume que no hay absolutos, no hay verdades objetivas - "cada quien construye su verdad" lo cual me llevaría a ser un cínico porque lo que para unos podría ser un problema, para mí está requetebién - y termino sólo "aceptándome tal cual soy" y que nadie me juzgue... ¿Eso propone el evangelio, que me acepte cual soy, que construya mi verdad? ¿No es más bien que me arrepienta, que me humille y renuncie a mí mismo por Cristo?

Otra cuestión es - ¿Necesito ser un profesional acreditado para brindar un consejo a alguien? Porque la crítica a veces viene en frases como "tú no puedes hablar porque no eres psicólogo" o "tus consejos no son profesionales por lo tanto son sólo opiniones".
Sin embargo, cuando la biblia nos llama a animarnos unos a otros, exhortarnos unos a otros, enseñarnos unos a otros, nos está llamando a aconsejar y consolar, a corregir y confrontar no con la subjetividad del "yo creo, yo pienso, yo considero" sino con base en la certeza de "DIOS DICE..." es decir, con fundamentos en la Biblia - y para eso no necesito un título.

Creo que para tener influencia y respeto en la esfera "profesional" pues sí necesitarás la certificación y el amparo de un título - sin embargo, pienso que un cristiano verdaderamente convencido de la verdad bíblica, tomará todas esas teorías, libros, metodologías y fórmulas que recibió durante los años de carrera y los desechará - simplemente por contradecir la verdad bíblica. Los consejeros bíblicos que hoy son influyentes (Jay Adams, Paul Tripp, David Powlison, Edward Welch, etc...) tienen estudios que les acreditan como "profesionales" pero lejos de estar defendiendo las teorías de la psicología, las refutan bíblicamente - yo no tengo problema alguno con ello, es un ejercicio de apologética que requiere valor y estudio de los postulados contrarios para emitir un juicio más certero.
Lo que sí me parece una inconsistencia es que en vez de tener un juicio crítico, moldeado por la biblia, alguien quiera defender el psicoanálisis, el conductismo, o cualquier otra corriente como si fueran la norma y como si aderezarle dos o tres versículos de la biblia fuera suficiente para tener un manual de "psicología cristiana".

Ahora bien, guiar a las personas a la verdad del evangelio no es cosa que hace sólo un "profesional" - todo creyente está en el llamado a consolar a los demás con el mismo consuelo que ya ha recibido del evangelio. 

¿QUIÉN TIENE LA RAZÓN?
Sin duda, proponer que la psicología en sus diversas ramas es un fraude y una fantasía será motivo de polémica y debate - Desde que haya un bando que sostiene la biblia como norma y referente existencial y situacional; mientras que el bando opuesto pugna por una negación de la verdad absoluta, será un cuento de nunca acabar – los defensores de la verdad objetiva tendremos que ser consistentes e insistir con bases bíblicas (a riesgo de seguir siendo acusados de escolásticos, arcaicos, ignorantes, fanáticos y otros tantos calificativos) pues cuando dejemos de argumentar basados en la biblia, habremos traicionado nuestra convicción principal: la SOLA SCRIPTURA.

Por otro lado, los que sostengan que NO hay verdad absoluta, que ésta se construye, se determina por el ambiente, depende del pragmatismo o se alcanza al librarnos de toda “represión” – deberían ser congruentes y abandonar todo debate, todo intento de imposición de sus teorías y toda actividad proselitista… deje que cada quien tenga su verdad – y ya en ese mismo ánimo, declárese agnóstico, porque ese es el punto en el que se encuentra quien rechace la verdad objetiva.


Cuando la psicología proponga una perspectiva coherente, confiable, basada en la idea de absolutos, considerando no a la persona como la medida de las cosas sino a Dios,  que busque no sólo la modificación de la conducta sino el cambio integral de la persona, que use recursos NO eclécticos extraídos del ocultismo, del evolucionismo ni de filosofías ateístas -  que proponga un referente existencia y situacional  basado en las escrituras… si surge tal prodigio de corriente psicológica, entonces hablaremos de cierta “psicología cristiana” – pero hasta ahora, toda corriente propuesta es contraria a los fundamentos de la fe cristiana – al menos a la perspectiva reformada del cristianismo.


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