Ideas de un sermón predicado el 10 de Mayo del 2009
1. Ser mamá es doloroso.
La Biblia es clara desde el principio.
La biblia no se calla cuando se trata de advertir lo que puede ocurrir o lo que seguramente pasará.
Jesús advirtió: En el mundo tendréis aflicción.
Pedro advirtió: Es necesario que seamos probados por fuego.
Y Dios advirtió a las mamás:
Génesis 3:16
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos.
Sencillo y directo: ser mamá te va a doler.
Y no me refiero sólo al proceso del parto, que es generalmente lo que pensamos y es seguramente a lo que se refiere el pasaje.
Ser mamá es doloroso; y no sólo lo es los primeros minutos; sino toda la vida.
Es doloroso pensar que los hijos vienen a sufrir.
Es doloroso batallar para darles lo necesario.
Es doloroso ver cómo sus pequeños corazones ya son corazones de pecado.
Es doloroso pedir por ellos cuando enferman.
Es doloroso dar la cara por sus maldades.
Es doloroso recordar que no son tuyos.
Es doloroso aceptar que concebirlos físicamente dependió en parte de ti; pero que nazcan espiritualmente es asunto exclusivo de Dios.
Es doloroso verlos muertos espiritualmente.
Es doloroso verlos morir físicamente.
2. Ser mamá es aprender a menguar.
Muchas mamás, la mayoría renuncian a un proyecto de vida, a una profesión o a un trabajo mejor pagado por cumplir la tarea de ser mamás. ¡Esto es admirable!
Quienes lo hacen así han entendido que la maternidad es asunto serio, es un asunto de tiempo completo.
Yo entiendo que no siempre es posible hacerlo así; entiendo que hoy tanto papá como mamá tienen que trabajar para ganar lo suficiente.
Entiendo que cada vez es más difícil ganarse el pan de cada día.
Pero también veo en la Biblia que ser mamá es un proceso de ir menguando…
Ya no piensas en tu “realización como mujer” sino en ser buena mamá.
Ya no piensas en “tus proyectos de vida” sino en cómo será la vida de tus hijos.
Oramos para que tus hijos sean personas de Dios, hijos de Dios.
Es probable que Dios los bendiga con éxito o con sobresalir en éste mundo.
Y tú, mamá; tendrás que menguar.
Es algo curioso, pero llega el momento en que ustedes las mamás son sólo el punto de referencia para sus hijos.
Ya son la mamá del Dr. Fulano.
La mamá del Lic. Sutano.
La mamá del Pastor. Perengano…
Han menguado por el bien de sus hijos.
Admiramos a Sansón (al menos lo que Dios hizo en él) pero ¿Quién conoce a su mamá?
Admiramos a David pero ¿Quién fue su mamá?
Todos leemos las cartas de Pablo pero ¿Quién fue la afortunada madre?
No quiero decir que por ser mamá estás condenada al olvido; hay muchas mamás en la Biblia y en la Historia que son bien conocidas; pero son muchas más las mamás que aceptan estar detrás de bambalinas si es necesario.
Si no eres reconocida en éste mundo; recuerda que tu recompensa ya está guardada en los cielos.
3. Ser mamá requiere ceder el mando.
Debemos recordar algo: los hijos no son nuestros.
Hay padres que se empeñan en arreglarles la vida a sus hijos.
La misión no es hacerle fácil la vida a los hijos, sino enseñarles que la vida está en manos de Dios.
Enseñarles contu ejemplo a cumplir el gran mandamiento:
Deuteronomio 6:4-5
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
La misión es enseñarles a temer al Señor.
Hay padres que planean la vida de sus hijos.
(Éste va a ser doctor, éste va a ser diputado)
No se trata de planear su vida, sino de ponerlos en manos de Dios.
¿Vas a ser tú quien cumpla sus planes en tus hijos, o vas a pedirle a Dios que cumpla SU plan en tus hijos?
¿Qué hubiera pasado si Ana y Elcana hubieran hecho su voluntad en la vida de Samuel?
¿Qué hubiera pasado si José y María se hubieran negado a cumplir las órdenes de Dios?
No se trata de hacer de nuestros hijos nuestro proyecto; son el proyecto de Dios.
La misión de papá y mamá es ser instrumentos en manos de Dios.
Es Dios quien tiene el mando y es Dios quien cumplirá su propósito en los hijos.
4. Ser mamá es para tu santificación.
Tengo conflictos con el pensamiento humanista que cada vez impregna más a nuestro mundo.
Para dar una idea de a qué me refiero quiero preguntar algo:
¿Han visto el programa “VIVE con OMAR”?
¿Han visto el programa “MARIANO en tu VIDA”?
Pues a esa filosofía me opongo; un filosofía que no se centra en Dios sino en los hombres, nuestro bienestar, nuestra autoestima, nuestra realización.
Es la visión humanista de las cosas, la que hace que busquemos nuestra “realización”
La Biblia no habla nunca de que busquemos “realizarnos la Biblia habla de que renunciemos al YO. La Biblia, nos dice que nadie puede seguir a Jesús si no se niega a sí mismo, toma su cruz y le sigue.
Menciono esto pensando en las entrevistas que he podido observar en la TV, entrevistas que hacen a algunas actrices o damas famosas luego de que han podido dar a luz un bebito: ¿Cómo se siente? Le preguntan.
“Pues me siento plena, me siento satisfecha; me siento realizada como mujer…”
No, error… ser mamá no es algo que se otorgue para tu realización.
Ser mamá es algo que Dios te regala para tu santificación…
Ser mamá es uno de los métodos de Jesús de enseñarte:
- A ser sierva.
- A sacrificarte.
- A hablar con la verdad.
- A perdonar.
- A ser paciente.
- A orar.
- A mirar tus vigas antes que las pajas de los demás.
- A confiar en el Señor.
5. Ser mamá es un ministerio.
El gran mandamiento de todos los cristianos es “Hacer discípulos”
Hay quienes van hasta China para cumplir ésta misión. Hay quienes salen de su ciudad para hacer discípulos.
Mamá no necesita ir hasta China o aprender otro idioma; en sus hijos tiene el campo de acción para hacer discípulos.
Ser mamá es un ministerio.
Alguien debe enseñarles a orar, a leer la Biblia, a confiar en Jesús, a imitar a Jesús…
La tendencia de muchos es culpar a la Iglesia de que no están educando bien a sus hijos.
Pero una mamá cristiana sabe que la maternidad es su ministerio.
¿Quien crees que puede impactar más la vida de tus hijos?
Los maestros, los hermanos y el pastor, que pasan con él una o dos horas a la semana, o tú que tienes 365 días al año para ministrarlos.
Hay una pregunta más:
¿Cuántas mamás cristianas hay aquí?
Y ¿Cuántas cristianas mamás hay aquí?
No es un juego de palabras… es una manera de ver prioridades.
Antes de ser mamá, eres una cristiana.
Debes ser una buena mamá; porque como cristiana debes hacerlo todo en nombre del Señor Jesús.
En éste sentido, ser mamá es un ministerio, al igual que ser esposa es un ministerio.
La situación de las Iglesias no nos dejará mentir: entre un 80 y 90% de la membrecía está compuesto de damas.
Así que un objetivo principal de evangelismo es tu esposo:
1 Pedro 3:1-2
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
Quizá en tu vida no has predicado desde un pulpito.
Quizá no hayas venido al seminario a prepararte.
Eso no es obstáculo para ministrar a tu esposo; aún sin palabras tú le estás predicando.
Ante de ser mamá estás llamada a ser una discípula de Cristo.
Incluso, es el ser cristiana lo que te asegura el favor, la bendición y la dirección de Dios para tu familia y tu papel de mamá y esposa.
Salmo 127
Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican.
Si te preguntan ¿Cómo sirves a Jesús?
Quizá no puedas responder:
“Dirijo a la sociedad”
o “dirijo un albergue de niños pobres”
o “soy maestra en la Iglesia o en el seminario”
pero sí puedes responder: “Soy una mamá y una esposa para la gloria de Jesús”
6. Ser mamá es aumentar la lista de oración.
Lo que hacen papá y mamá es orar por sus hijos:
Job 1:5
Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Eso es lo que hacen los padres: interceden ante Dios por sus hijos.
¿Cómo interceden los padres por sus hijos?
¿Qué pides para tus hijos mamá?
Espero que tu lista de oración para tus hijos no incluya sólo lo material y temporal:
-Señor dale a mi hijo prosperidad.
-Señor dale a mi hijo su carrera.
-Señor dale a mi hijo inteligencia…
Éstos son buenos motivos pero hay motivos más elevados:
- Señor dale a mi hijo salvación.
- Señor dale santidad.
- Señor enséñale a buscarte en primer lugar.
- Señor usa a mi hijo para lo que tu quieras
¿Cuántas de ustedes tienen hijos varones? ¿Nietos varones?
¿Qué tal si comenzamos a orar así? “Padre toma nuestras ofrendas y recursos para tu servicio; pero toma también a mis hijos y nietos; será un gran privilegio que tu elijas a uno de mis hijos para que sea tu siervo en la Iglesia…”
¿Quién se atreve a orar de ésta manera?
“Señor, no le des a mi hijo una carrera en medicina, no le dejes ambicionar éxito terrenal; dale un solo deseo: servirte en tu iglesia; hazlo un pastor para tu gloria… no tenemos pastores, nuestras iglesias necesitan dirección de Dios; buena dirección de Dios, será un placer y una bendición si tomas a mi hijo para tu servicio…”
Todos nos quejamos de la situación de la denominación; no crecemos, no hay pastores; nos quejamos hasta de los que ya hay… ese es un flojo, ese otro es liberal, ese predica aburrido, aquel predica y no le entiendo, ese otro es masón… ¿Pero quien está ofreciéndole sus hijos a Dios para que el Señor obre a través de ellos?
Mamás y abuelas, ya tienen una tarea: no pidan que el Señor traiga a varones; pidan que el Señor use a sus varones.
Proverbios 30:8 debería ser la pauta para las oraciones por sus hijos y nietos:
No le des pobreza ni riqueza; dale el pan necesario…
7. Ser mamá es una bendición.
Que fueras mamá fue decisión de Dios, no tuya…
Fue obra de Dios, y aquel que comenzó esa obra será fiel hasta que termine.
Ser mamá es una bendición de la que Dios te pedirá cuentas.
Ser mamá es un ministerio del que Dios te pedirá resultados.
Ser mamá es una tarea en la que Jesús te dirige.
Ser mamá es una bendición por la que Dios espera gratitud.
Lo que Dios pide es que seas fiel en lo poco.
Vale la pena aguantar y ser fieles en la tarea que Dios le entregó a cada uno de sus hijos.
Cómo mamá y esposa; que la gloria sea del Señor.
Has tuya la promesa de Ana:
“Si… dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida”
Has tuya la disposición de María:
“He aquí la sierva del Señor”
Has tuyo el carácter y la oración de Jesús:
“No sea como yo quiero, sino como tú”