jueves, 19 de febrero de 2009

¿Porqué preocuparme por ser miembro?

¿Por qué debería ser miembro de la Iglesia?



Ser miembro de la Iglesia es bíblico.
Hechos 2:47
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Ser miembro de la Iglesia es vital para mi salud y crecimiento espiritual
Efesios 4:15-16
Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Ser miembro de la Iglesia nos identifica como parte de Cristo
Marcos 8:38
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Ser miembro de la Iglesia nos identifica como parte de la gente de Cristo
1 Juan 2:19
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

Ser miembro de la Iglesia nos capacita para glorificar a Dios
1 Pedro 4:10-11
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 18 de febrero de 2009

¿Quién mató a Jesús?

¿Quién mató a Jesús?

La película “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, recientemente revivió el debate acerca de ¿A quien debe responsabilizarse por la muerte de Jesús? Es entendible que muchos judíos se preocupen al respecto pues la historia constata la gran serie de horrores que han padecido; y ser además culpados por haber asesinado a Jesús agregaría más peso a su situación histórica.

Afortunadamente, las escrituras neo-testamentarias hablan al respecto desde una gran variedad de perspectivas de responsabilidad: teológica, histórica, personal y práctica. Una de ellas, incluso convierte a todos (también a mí) como moralmente responsables de la muerte de Jesús. De manera que, la Escritura nos lleva a abandonar la actitud de enfocarnos en los pecados de otros, nos confronta con nuestro propio pecado y culpabilidad y nos muestra el gran amor de Jesús al haber pagado nuestro perdón en la cruz.




Perspectiva 1 – Teológicamente:
Todos mataron a Jesús.

1 Juan 2:2

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

El amigo más querido de Jesús fue un hombre joven llamado Juan, quien fue el más longevo y prominente pastor de la cristiandad temprana. Juan estuvo presente mientras Jesús moría en la cruz, y luego fue uno de los primeros en ver a Jesús resucitado. Teológicamente, Juan explica que Jesús murió por los pecados de la gente de sus días, tanto como murió también por los pecados de todas las naciones en todas las épocas de la humanidad. Así que, en un sentido general, todos somos moralmente culpables por la muerte de Jesús.




Perspectiva 2 – Históricamente,
romanos, griegos y judíos mataron a Jesús.

Hechos 4:27

Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato[Romanos], con los gentiles[Griegos] y el pueblo de Israel[Judíos]

Uno de los primeros convertidos al evangelio fue un culto doctor llamado Lucas. Lucas cuidadosamente escribió los detalles históricos de la vida de Jesús en dos libros continuos llamados Lucas y Hechos. En su reporte histórico sobre la muerte de Jesús, Lucas explica cómo los tres principales grupos culturales (romanos, griegos y judíos; quienes componían la mayoría de aquella sociedad) participaron de diversas maneras en el asesinato de Jesús. Así que, ningún grupo sale librado de la culpabilidad, todos los presentes ese día son culpables sin importar su cultura.




Perspectiva 3 – Prácticamente,
Jesús sacrificó su propia vida.

Juan 10:17-18

17Por eso me ama el Padre, porque yo [Jesús] pongo mi vida, para volverla a tomar. 18Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

Antes de ser crucificado, Jesús prometió tanto su muerte como su resurrección. Aunque claramente algunas personas son responsables de su muerte, a fin de cuentas no podía haber pasado nada que él no deseara que ocurriera y permitiera. Aunque muchos se burlaron de Jesús en su crucifixión, y otros le acusaron falsamente, y otros más le clavaron a la cruz, para propósitos prácticos, todo ello ocurrió porque Jesús así lo quiso. Así que Jesús es culpable de su propia muerte.




Perspectiva 4 – Personalmente,
YO maté a Jesús.

Romanos 4:25

El cual [Jesús] fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

En éste verso y repetidas veces más en la Biblia, se declara que la muerte viene a causa del pecado. (Génesis 2:16-17, Romanos 5:12, 6:23, Santiago 1:15). Jesús declaró nunca haber pecado (Juan 8:46), algo que nadie más en la historia ha podido declarar legítimamente. La vida sin pecado de Jesús corresponde tanto a las promesas hechas antes de su nacimiento (Isaías 53:9) como al testimonio de quienes mejor lo conocieron (1 Pedro 2:21-22). De manera que Jesús murió no a causa de sus pecados, sino por “nuestras transgresiones” eso incluye mis pecados. Lo que me hace culpable de su muerte. En un sentido real, Jesús murió por mis pecados, lo que significa que personalmente yo maté a Jesús.




Perspectiva 5 – Ultimadamente,
Dios el Padre mató a Jesús.

Isaías 53:10

Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo [a Jesús], sujetándole a padecimiento…

En conclusión, mientras que el mundo entero, los diversos grupos culturales en los días de Jesús, Jesús mismo y cada cristiano de la historia son de diferentes maneras responsables de la muerte de Jesús. Todo indica que a final de cuentas fue Dios el Padre quien asesinó a Jesús, de acuerdo a su plan de salvación. No deberíamos apuntar nuestro dedo acusador responsabilizando ni a los judíos ni a nadie más por haber matado a Jesús. En vez de eso, debemos arrepentirnos de nuestros pecados, aceptar el perdón que proviene de la muerte de Jesús y levantar nuestras manos en adoración y admiración, con una mano apuntando al Padre, quien diseñó un plan para salvarnos y la otra apuntando al Hijo, que pagó nuestra Salvación y Perdón con su propio sacrificio, padeciendo en nuestro lugar.


Mark Driscoll
© 2004 Mars Hill Church by permission of Acts 29 Network
www.theresurgence.com009

Tradujo Pbro. Samuel Hdz. Clemente – Febrero/2009

Oraciones de Iluminación

El hambre espiritual.
Oraciones de Iluminación.

Ilumina nuestras mentes

Señor Todopoderoso; te damos gracias porque al leer tu palabra encontramos lo que tú deseas que creamos y la manera en que quieres que vivamos. Ilumina nuestras mentes con tu mensaje divino y capacítanos para ponerlo en práctica; que tu mensaje llegue hasta lo más profundo de nosotros; que penetre cualquier costra de conformidad y pecado y nos haga sensibles a tu llamado. Aquí esta tu siervo; bendícelo y habla por medio de él. Aquí esta tu pueblo; santifícalo y fortalece nuestra fe. Y que a ti sea la Gloria hoy y siempre. Amén.


Te vemos revelado

Padre celestial; hoy te vemos revelado en la creación y en tu palabra. Y nuestra esperanza es que algún día contemplaremos la manifestación completa de tu gloria.

Mientras llega esa hora, sigue revelándote a nuestras mentes y corazones. Ilumina nuestro ser con el conocimiento de ti, de tu gloria y de tu presencia.

Nuestra esperanza es llegar a ser como tú. Nuestro anhelo es reflejar tu gloria. Trae sabiduría a nuestro espíritu; al abrir tu Biblia inspirada muéstranos la senda a seguir, instrúyenos en tu justicia, enséñanos tu verdad, corrige nuestros caminos torcidos, quebranta nuestro espíritu. Que tu palabra Aviv en nosotros nuestra dependencia de ti y fortalezca nuestra esperanza en tu regreso. Bendice tu palabra expuesta en esta hora y ayúdanos a vivir para ti. Por Cristo Jesús; Amén

Gracias por tu Biblia

Gracias te damos padre por la Biblia que hoy podemos leer. Gracias porque en tu palabra santa nos muestras nuestra identidad y propósito en ésta vida.

Nuestra confianza está arraigada a tus promesas.

Tú eres fiel a tu palabra; gracias por revelarte a nosotros en las escrituras y en la vida de tu hijo Jesucristo.

Te pedimos que nos des interiormente poder y fuerza por medio de tu Espíritu. Que Cristo viva en nuestro corazón y que tu amor sea la raíz y el fundamento de nuestra vida. En tu palabra y en Jesucristo nos es revelado cuan ancho, largo, alto y profundo es tu amor.
Gloria sea a ti que puedes hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos.
Gracias por tu palabra que es vida y luz. Ilumínanos para entender y capacítanos para vivir. Por Jesucristo tu hijo. Amén. Efesios 3:14-21

Tu palabra es vida

Tu Señor eres quien nos da luz, solamente tu eres quien alumbra nuestros pasos en medio de la oscuridad.

Con tu ayuda aprendemos cómo luchar con el pecado y la tentación y a vivir como a ti te agrada que tus hijos vivan. Enséñanos a andar en tu camino, que es perfecto y a tener Fe en tus promesas; que al leer tu palabra se fortalezca nuestra confianza en ti y podamos practicar lo que tú deseas de nosotros.

Tu palabra es vida y luz para nuestra vida; revela lo malo y sucio de nosotros y nos enseña el camino de limpieza y santidad. Santifícanos Padre nuestro y enséñanos a ser como tú. Por Jesucristo tu Hijo; Amén
Ideas del Salmo 18: 28-32

Enséñanos tu verdad

Señor Omnisciente; te pedimos en ésta oración que tu amor en nosotros siga creciendo más y más todavía. Concédenos sabiduría y entendimiento para que sepamos escoger siempre lo mejor.

Enséñanos por medio de tu palabra y de Jesucristo a vivir una vida limpia y fortalécenos en tu palabra para avanzar sin tropiezos hasta el día en que Cristo vuelva. Ilumina nuestra mente, para que sepamos cuál es la esperanza a la que hemos sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo. Derrama bendición sobre la exposición de tu palabra y sobre nuestras vidas. Por Jesucristo el Cordero Santo. Amén

Efesios 1:17-18 / Filipenses 1:9-11

Tu palabra es una bendición

Señor de la Gloria te agradecemos por la bendición de tener tu palabra. Tu palabra nos habla de tu fidelidad.

Queremos conducirnos de acuerdo a tu voluntad y seguir la enseñanza de tu palabra. Deseamos obedecer tus mandamientos y encontrarte presente en todo momento de nuestra vida.

Danos entendimiento para guardar tu enseñanza; ¡enséñanos a amar tu voluntad de todo corazón!

Tú eres fiel desde el principio hasta el fin.

Desde el comienzo hasta el final te vemos revelado en la creación, en las escrituras y en Jesucristo. Por eso estamos seguros de que seguirás siendo fiel, dándonos palabras de vida eterna. Eres fiel a tus promesas y eso anima nuestra confianza en tu palabra santa, verdadera y fiel. Ayúdanos a interpretar tu palabra siendo fieles a ella. Y capacítanos para cumplir tu palabra en nuestras vidas. Por Cristo Jesús, autor y consumador de nuestra Fe. Amén.


Revélate a tu pueblo

Señor Jesús; tu te has revelado a nosotros como quien provee para nuestra vida; como quien pelea por nosotros, como quien nos da paz. Como el cordero que quita nuestro pecado y como el verbo encarnado. Y te sigues revelando a nuestra vida por tu palabra Santa inspirada.

Señor Dios Todopoderoso; bendice a tu pueblo a leer tu palabra; que tu Espíritu Santo ilumine nuestras mentes con el conocimiento de tu obra a través de Jesucristo.

Que aprendamos a vivir para ti:

Revélate a tu pueblo; declara tu voluntad a ésta iglesia; permítenos conservar y propagar tu verdad para tu gloria. Ayúdanos a ser consolados y consolar a los demás con el mensaje de tu amor y misericordia; fortalécenos por medio de tu mensaje en nuestra lucha contra la carne y defiéndenos de la malicia de Satanás y del mundo. Por Jesucristo, nuestro Buen Pastor; Amén

¡Gracias por tu mensaje!

Señor bendice la lectura y la exposición de tu palabra; que tu luz brille en nuestra vida.

Enséñanos a ser santos, a odiar el mal y amar el bien, a tener calma en medio de las penas; a no rebajar el ideal de tu gloria. Que tu palabra infunda confianza y dependencia de ti.

Consagramos nuestra atención a tu mensaje. Anhelamos servirte con alegría y vivir para agradarte. Danos prudencia y sabiduría en ti, provéenos de firmeza y fortaleza para tomar decisiones correctas.

Anímanos a la fidelidad para practicar tu voluntad en nuestra vida diaria. Concédenos rectitud en nuestro proceder y produce en nosotros tristeza al pecar. Danos humildad para servir y gozo al amar.

Que tu mensaje en esta hora sea traducido en acciones toda la semana. Porque tú nos creaste y nos sustentas con tu palabra de vida; enséñanos a vivir para ti. Por Jesucristo el Verbo hecho carne. Amén

Tu palabra es nuestra luz

Padre nuestro; gracias por tu Biblia inspirada, verdadera, inerrante y suficiente.

Tu palabra es más valiosa que el oro y más dulce que la miel; nuestro anhelo es guardarla y ordenar nuestra vida de acuerdo a tus mandamientos.

Tu palabra es la luz que ilumina nuestros pasos, que traspasa nuestros pensamientos y trasforma nuestra voluntad.

Tu Biblia es la lámpara que nos alumbra en ésta vida terrenal y nos consuela con la vida celestial. Ayúdanos oh Cristo a guardar tu palabra con fidelidad; a moldear nuestra a la imagen de tu hijo Jesucristo. Endereza nuestra senda, bríndanos el deleite que tu sabes dar.

Que tu palabra implantada en nuestro corazón nos anime a luchar contra la tentación, nos fortalezca en el momento de aflicción y nos transforme a tu imagen divino Señor

Para la Gloria de Jesús; Amén

Amamos tu Biblia

Padre celestial; amamos tu Biblia porque en ella tenemos palabras de vida eterna.

Tu palabra es más preciosa que cualquier tesoro terrenal. Tu estás presente entre nosotros a través del Espíritu Santo y de las palabras de tu libro que anhelamos conocer, creer y obedecer.

Inclina nuestros corazones a tu mensaje y rompe nuestras ataduras a otras cosas terrenales.

Penetra nuestra alma y despierta en nuestra vida un hambre intensa por tu presencia y por comunión contigo.

Fortalece las fibras de nuestra fe y danos vida real. Impídenos ser falsos a tu fidelidad y fortalécenos en el Espíritu. Por Jesucristo, la palabra viva. Amén

Bendice tu palabra expuesta.

Señor nuestro, tu palabra es verdad y aliento para nuestras vidas; es lámpara a nuestros pies, espada poderosa y espejo de tu gloria.

Concédenos espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de de ti; Señor nuestro. Y haznos entender diligente tu mensaje.

Trae sabiduría a nuestro espíritu;
al abrir tu Biblia inspirada muéstranos la senda a seguir, instrúyenos en tu justicia, enséñanos tu verdad, corrige nuestros caminos torcidos, quebranta nuestro espíritu. Que tu palabra avive en nosotros nuestra dependencia de ti y fortalezca nuestra esperanza en tu regreso.
Bendice tu palabra expuesta en esta hora y ayúdanos a vivir para ti.
Por Jesucristo, El verbo de Dios; Amén
Isaías 11:2-3

Oraciones de Confesión

Oraciones de confesión.

El quebranto de un pecador

¡Auméntanos la fe!

Padre nuestro, estamos ante tu presencia.

Te damos la gloria a ti, porque lo que parecía imposible fue hecho realidad; hay paz entre Tú y nosotros.

Te agradecemos el camino que abriste por medio de Cristo tu hijo; el mediador entre tu santidad y nuestra rebelión.

Te agradecemos las maravillas de tu gracia y tu perdón. Tus obras son incomparables; No hay nadie más como Tú Señor Fiel y Misericordioso.

Hoy confesamos que nuestra maldad sigue siendo un problema en nuestras vidas.

Perdónanos por ser hombres y mujeres de Poca fe. Ayúdanos a confiar solamente en ti; a ponerte en el centro de nuestra vida.

Auméntanos la fe; para depender únicamente de tu gracia y de tu amor .

Enséñanos a deleitarnos en ti y no en el pecado.

Permítenos recordar cada día que Dependemos de tu gracia; ayúdanos a mantener siempre grabado en nuestros corazones el Evangelio de la Fe,

Y capacítanos para poner la Fe en acción.

Perdona nuestras culpas; te rogamos misericordia y te agradecemos por el sacrificio de Jesucristo tu hijo; que quita el pecado de nosotros.

En tu nombre oramos, y nos acercamos a ti por medio de tu hijo Jesucristo, el autor y consumador de nuestra Fe. Amén




¡Tú eres nuestra Esperanza!

Padre nuestro; tú eres el Salvador de los pobres y de los oprimidos; tu nos rescatas del poder del pecado. Solamente Tú eres la esperanza de los débiles. A ti clamamos y ante tu presencia rogamos misericordia. Borra nuestra rebelión y no te acuerdes más de nuestra traición. Perdónanos por buscar deleite fuera de ti; y por basar nuestra esperanza en cosas vanas.

Nuestro pecado nos declara culpables, pero la sangre de tu hijo Jesucristo nos limpia, y por tu gracia somos salvos de tu santa ira. Te alabamos por tu misericordia y tu perdón. Transforma nuestras vidas, moldea nuestro ser, haznos imágenes vivas de tu hijo Jesucristo. Ya no quedan en el mundo muchos hombres rectos y fieles a ti.

Por todas partes vemos violencia, traición, corrupción, injusticia y maldad. Líbranos de ser como ellos, haznos reflejar tu santidad. Esperamos el día de tu juicio. Y lo hacemos con gozo porque sabemos que tú nos has perdonado. Pero mientras haya tiempo úsanos para anunciar tu salvación; para compartir la esperanza de tu evangelio. Perdona nuestras culpas, santifícanos en tu esperanza y úsanos para alumbrar al mundo.

Por Cristo Jesús. Amén.

Job 5:15-16, Jeremías 17:13, Miqueas 7:1-7




¡Tú eres Santo!

Dios altísimo; en ésta hora te alabamos y te damos la gloria. Y reconocemos que tú eres Santo. Que tu Santidad es insultada por nuestra maldad. Queremos ser un reflejo de tu amor; pero nuestra pecaminosidad sigue siendo un estorbo.

Te damos gracias; aún esperamos el día en que podamos reflejar tu gloria sin la presencia del pecado en nuestra vida.

Te damos gracias por tu ternura, tú eres un Padre compasivo; gracias por ser paciente con tu pueblo, tú eres grande en amor y verdad. De generación a generación tu pueblo ha sido testigo de tu fidelidad a pesar de nuestra rebeldía y maldad. Perdónanos una vez más Señor.

Mira a tu pueblo con amor y concédenos paz.

Por tu amor Padre eterno, ten compasión de nosotros. Por tu gran ternura borra nuestras culpas. Lávanos de nuestra impiedad, limpia nuestro pecado.

Eres justo al castigar, no tenemos excusas para salir librados. Pero tenemos el anhelo de darte la gloria; anhelamos dejar lo malo y alabarte a ti.

Purifícanos, lávanos; llénanos de u gozo y de tu alegría. Aleja tu vista de nuestros pecados y borra nuestras maldades. Porque tú eres quien nos salva, nos transforma y nos guarda. Sálvanos cada día de la tentación, transforma nuestras vidas y guárdanos en tu amor. Y a ti sea la gloria por todos los siglos. Amén.

Éxodo 34:6-7 / Salmo 51




Hoy confesamos

Hoy confesamos Padre Santo que creyéndonos sabios en nuestra propia opinión te hemos ofendido y hemos sido rebeldes a tu llamado a ser santos.

Hemos dejado que el pecado nos amargue el corazón, hemos hecho las cosas por rivalidad y envidia. Nos hemos enorgullecido en nuestra miseria y no hemos obedecido tu santo consejo. Hemos andado por caminos que nos parecían rectos, pero hemos descubierto que su fin el angustia y desolación.

Perdónanos Señor por ser torpes y necios. Perdónanos por obedecer la sabiduría de éste mundo en vez de buscar la sabiduría que viene de lo alto.

Por los méritos de Jesucristo, el sacrificio perfecto, te rogamos perdón. Gracias te damos porque en nuestra debilidad tú nos fortaleces y en nuestra torpeza tú nos muestras tu sabiduría.

Enséñanos a cuidar nuestro comportamiento, a no vivir neciamente sino en sabiduría. Líbranos de actuar tontamente y anímanos cada día a entender cuál es tu voluntad.

No nos dejes caer en tentación y santifícanos para ti. Por Jesucristo tu hijo amado. Amén.

Efesios 5:15-17 / Santiago 3:13-16




¡Santifícanos para ti!

Padre nuestro que estas en los cielos.

Santifícanos para ti.

Confesamos que hemos violado tu pacto.

Nuestra rebeldía nos acusa delante de ti.

Queremos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos. Anhelamos vivir sobria, justa y piadosamente para hacerte sonreír.

Gracias te damos por nuestro gran Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y purificarnos. Perdona nuestras faltas; te rogamos misericordia.

Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, Pero no te acuerdes de nuestros pecados ni del mal con que te hemos ofendido.

Purifícanos día a día, enséñanos a ser fieles como tú eres fiel. A ser celosos de buenas obras. A renunciar a los malos hábitos, a glorificarte en nuestra vida total, que nuestra boca y nuestras manos te alaben solo a ti.

Que el pecado no reine más entre tu pueblo. Tú eres quien nos salva y nos santifica. Queremos ser tu pueblo Santo. Purifícanos con tu perdón y tu misericordia y que el mundo conozca que eres el Salvador.

Por Jesucristo el Alfa y la Omega. Amén.

Salmo 25:6-7 / Tito 2:11-14




¡Nos humillamos ante ti!

Oh Padre Santísimo; hasta donde somos capaces nos humillamos ante tu mano poderosa y tu trono de justicia.

Ten misericordia de nosotros en nuestra batalla contra el pecado y ayúdanos a hacer morir todo lo que sea carnal y mundano en nuestras vidas.

Confesamos que no hay nada bueno en nosotros que nos haga dignos de recibir tu favor; antes somos merecedores de tu castigo y de tu ira eterna.

Pero confesamos que somos culpables y que confiamos en Jesucristo tu hijo; quien se entregó por nosotros y nos libera de la carnalidad para una nueva vida; para glorificarte a ti Señor omnipotente.

Muéstranos nuestra impotencia y miseria absoluta sin ti; y la dulzura de tu tierna misericordia que no merecemos pero que nos regalas gracias a la obra de tu hijo Jesucristo.

Concédenos vivir en mansedumbre y humildad de espíritu; confiando en ti y no en nosotros mismos. Deleitándonos en ti el autor del gozo y no en los deleites temporales del pecado. Y haznos conocer la grandeza de Jesucristo en nuestra vida

A ti sea la gloria y el poder; por Cristo Jesús. Amén




¡Perdona a tu pueblo!

Padre nuestro gracias por tu celo divino; gracias por perseverar en nuestra santificación. Nos deleita tu pasión por tu gloria; tu amor por tu santidad.

Celebramos tu deseo de mostrar tu majestad sirviendo en vez de siendo servido por nosotros. No tenemos nada que ofrecerte; solamente nuestra debilidad y miseria para que en ellas muestres tu poder y grandeza.

Nos alegra exaltar tu amor y tu misericordia a través de echar nuestras cargas sobre ti.

Aquí estamos confesando nuestra incapacidad para agradarte. Necesitamos de tu obra transformadora en nosotros para reflejar tu gloria; límpianos de nuestra inmundicia, purifica nuestro ser, perdona cada palabra ociosa, cada pensamiento irreverente, cada acción pecaminosa y cada actitud carnal.

Perdónanos por rebelarnos ante tu voluntad, por resistirnos a ser moldeados; por huir de las pruebas que empleas para santificarnos.

Vence nuestra indiferencia, quiebra nuestra rebeldía, rompe nuestro orgullo y quebranta nuestro ser. Reargúyenos, produce en nosotros tristeza a causa del pecado y hambre de tu santidad.

Perdona a tu pueblo; queremos confiar y depender de ti reflejando tu carácter en nuestra vida. Oh señor ayúdanos a ser como niños; a necesitarte cada día más

Por Cristo Jesús, el alfarero de nuestra vida. Amén.




¡Satisfácenos en ti!

Majestuoso Dios, solamente en ti encontramos la satisfacción de nuestros anhelos más profundos. Pero en nuestra rebeldía preferimos deleites menores en vez de buscar significado y satisfacción solamente en ti. Perdónanos por hacer de tus bendiciones un sustituto de ti.

Perdónanos por rendir nuestro servicio a nosotros mismos y no a ti que eres el Señor de la gloria. Somos muy propensos a confundir el retrato de tu gloria con la majestad de tu presencia, control y señorío.

Satisfácenos contigo mismo. Permítenos conocerte cada día a cada paso que damos, permítenos experimentar tu presencia y majestad aún en el momento de la tentación; y al deleitarnos solo en ti ayúdanos a rechazar los placeres temporales que ofrece el pecado.

Enséñanos a experimentar la plenitud de tu evangelio a cada instante de nuestra vida recordando que somos pecadores y que solamente por tu gracia tenemos comunión contigo. Queremos recordar siempre la realidad de Jesucristo crucificado y resucitado por pecadores como nosotros para llevarnos a ti y glorificarte solo a ti

En tu nombre oramos y a ti sea la gloria. Por Cristo Jesús. Amén.




Renunciamos al pecado

Padre nuestro que estas en los cielos.

Santifícanos para ti en tu benevolencia.

Confesamos que hemos violado tu ley de amor y justicia; y hemos amado más las tinieblas que la luz de tu ternura.

Nuestra rebeldía nos acusa delante de ti; no hay nada que podamos hacer para esconder nuestras faltas; tu lo sabes todo y conoces nuestra maldad

Queremos renunciar al pecado y a los deseos engañosos. Anhelamos vivir para reflejar la luz de tu poder y tu amor al mundo.

Nuestro pecado nos declara culpables, pero la sangre de tu hijo Jesucristo nos limpia, y por tu gracia somos salvos de tu santa ira. Te alabamos por tu misericordia y tu perdón. Transforma nuestras vidas, moldea nuestro ser, haznos imágenes vivas de tu hijo

Perdónanos Señor, olvídate de nuestras ofensas contra ti: y no nos dejes tal como somos, sino que afirmados en tu amor, transfórmanos y redímenos día a día.

A ti sea la gloria en nuestra salvación y santificación. Amén.




¡Ten piedad de nosotros!

Señor de amor, ten piedad de nosotros.

Te damos gracias por tu ternura, tú eres un Padre compasivo; gracias por ser paciente con tu pueblo, tú eres grande en amor y verdad. De generación a generación tu pueblo ha sido testigo de tu fidelidad a pesar de nuestra rebeldía y maldad. Perdónanos una vez más Señor.

Mira a tu pueblo con amor y concédenos paz.

Por tu amor Padre eterno, ten compasión de nosotros.

Por tu gran ternura borra nuestras culpas.

Si por nuestro pecado te causamos dolor; su por causa nuestra un hijo tuyo ha tropezado, si hemos sido rebeldes a tu llamado, ten compasión de nosotros y perdónanos.

Perdona nuestras palabras vanas y ociosas, perdónanos por no practicar la bondad y la misericordia, no nos condenes por nuestra maldad; perdónanos Señor

Escucha nuestra oración y súplica y danos el gozo de tu perdón, te amamos Padre misericordioso; conserva nuestra alma segura en ti, aferrada a tu amor y tu misericordia.

Que nuestro anhelo sea reflejar tu gloria en amor y piedad. Por Jesucristo; el Redentor de nuestra vida. Amén.

viernes, 13 de febrero de 2009

Santificación a tu medida

Un plan a tu medida[10].

Si hay un área de relación en que es necesaria la aplicación de medidas radicales y sabias esa área es la integridad sexual.
La Biblia engloba todas las formas de pecado sexual bajo el término “Fornicación”, que no solamente se limita a la consumación del acto sexual prohibido por Dios, sino a todas las posibles manifestaciones del pecado sexual; que va desde los pensamientos y deseos hasta las acciones de la persona.


Dos preguntas son importantes:
- ¿Sabes con precisión cuáles son tus puntos débiles?
- ¿Tienes un plan específico de defensa y prevención de la impureza sexual?



Es necesario que entiendas que tus tentaciones están hechas a tu medida.
Cada persona tiene diferentes trasfondos, debilidades y tendencias pecaminosas; así que no existe un plan estándar de prevención; pero sí principios bíblicos generales que puedes aplicar a cada área particular de tu vida. Hay cuatro pasos que son de mucha ayuda:

1) Reconoce que la impureza sexual parte de nuestros propios corazones pecadores.
- Hazte un examen personal con las preguntas Rayos-X que ya mencionamos.
- Ponle nombre específico a tus batallas. ¿con qué práctica específica estas luchando? ¿masturbación, pornografía, pensamientos impuros, coqueteo, homosexualidad, pláticas con doble sentido, mentiras?
- Arrepiéntete por los pecados específicos.
- Has una lista lo más extensa posible de las cosas que puedes hacer desde ahora para vencer esa práctica específica.


2) Identifica los disparadores de la impureza:
- ¿A qué hora del día te sientes más tentado?
- ¿Qué día de la semana sientes más la presión de la tentación?
- ¿En que circunstancia del día te sientes más tentado?
- ¿Existen ciertos lugares en que la impureza te tienta más?
- ¿Cuánto tiempo pasas en esos lugares?
- ¿Con qué personas te relacionas más? ¿alguna persona en especial es una fuente de tentación para ti?
- ¿Es necesario que estés ahí? ¿Cómo justificas tu permanencia en ese lugar?
- ¿Qué programas miras en la TV? ¿Qué películas acostumbras mirar?
- ¿Qué pasos debes dar para honrar a Dios al mirar TV?
- ¿Tienes cuidado con lo que lees? ¿Qué tipo de periódicos y revistas lees?
- ¿Qué acciones te llama a tomar Dios en cuanto a los que lees?
- ¿Qué tipo de música te agrada? ¿cuál es el tema de las canciones que más escuchas?
- ¿Cuánto tiempo pasas en Internet? ¿Es necesario que pases esa cantidad de tiempo?
- ¿Cómo cuidas tu pureza espiritual y sexual al estar conectado a Internet?
- ¿Hacia dónde se dirigen tus ojos cuando vas por la calle?


3) Actúa en base a lo que sabes y descubres de ti
- Confecciona tu propia lista de los 3 principales disparadores de la lujuria y la inmoralidad.- Pregúntate: ¿cómo puedes evitar esos disparadores?
- Planea ¿Cómo puedes prepararte para la hora del día o el día de la semana en que la tentación será más fuerte?
- Ponte límites: ¿Cuánto tiempo pasarás en ese lugar? Si no es necesario, no vallas ahí.
- Determina cuál será la victoria sobre la lucha particular. ¿Cómo ves la batalla? ¿Cuándo consideras que puedes decir que venciste a la tentación?
- Actúa de manera específica ¿Hay algo que debas tirar a la basura? ¿debes eliminar algún hábito? ¿debes dejar de frecuentar algún lugar?.
- Comienza con una cosa a la vez. Escoge un asunto en tu lista, llévalo a dios en oración y arrepentimiento y concéntrate en el asunto. Pelea, ora, cúbrete de la gracia divina y en la medida en que Dios te conceda la victoria ocúpate en más asuntos de la lista.
- Mantente fielmente activo.


4) Mantente firme en los pasos de prevención específicos:
- Desconfía de ti mismo
- Fija tus propios límites
- Reconoce el poder de los ojos
- Extingue de inmediato cualquier incendio que haya empezado
- Busca el consejo sabio
- Ríndele cuentas a alguien
- No te aísles en el matrimonio
- No dejes de enamorar a tu esposaComprométete con tu Santificación.


Romanos 13:11-14
11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de
levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.



[10] Extraído de Ni aún se nombre Cap.4 de Joshua Harris. / Unilit 2003

Un ejercicio de autoanálisis

Preguntas Rayos X[9]

Detrás de cada pecado hay deseos y creencias orientados a la satisfacción de la carne.
Las estrategias de crecimiento son de por sí estrategias de protección y prevención, pues su propósito es reducir y mortificar el poder del pecado y maximizar la santificación y el hambre del Señor en la vida de los esposos (y de cualquier cristiano).
Así que es necesario hacernos preguntas que apuntan a revelar los deseos e intenciones del corazón en circunstancias particulares.

Éstas preguntas son útiles para aplicarlas a nosotros mismos y para ayudar a alguien más que necesite ser confrontado o aconsejado.


1] ¿Qué amas? ¿Qué odias?
Esta pregunta del primer gran mandamiento refleja en dónde pones tu corazón, alma, mente y fuerzas. No hay pregunta más profunda que ésta que se pueda hacer a cualquier persona en cualquier momento. No hay explicación más profunda que ésta al porqué hacemos lo que hacemos. El amor desordenado y desorientado cautiva nuestro corazón y lo aleja de nuestro legítimo Señor y Padre.

Mateo 22:37-39
37Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

2ª Timoteo 3:2-4
2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

Lucas 16:13
13Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

2] ¿Qué quieres, deseas, ansías, ambicionas y esperas?
¿a que deseos sirves y obedeces?
Esto resume las operaciones internas de los deseos de la carne mencionados en el Nuevo Testamento. “Que se haga mi voluntad” y “Yo quiero ______ ” son las frases más frecuentes. Muchos son los deseos que nos dominan, por eso es necesario encontrar los detalles de nuestro corazón, ahora y en ésta situación.
Algunas veces es la voluntad de otra persona la que tiene control sobre ti (presión de grupo, servilismo, comportamiento posesivo o comportamiento camaleónico).
En éstos casos, los deseos de tu corazón están orientados a obtener las cosas buenas que prometieron y evitar las cosas malas con que amenazaron.
El pensamiento es: “Deseo ser tomado en cuenta, apreciado, aceptado y admirado por tí”

Salmo 17:14-15
14De los hombres con tu mano, oh Jehová, De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos, Y aun sobra para sus pequeñuelos. 15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

Salmo 73:25-26
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. 26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

Proverbios 10:28
La esperanza de los justos es alegría;Mas la esperanza de los impíos perecerá.

Proverbios 11:6-7
6 La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados en su pecado. 7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá.

Gálatas 5:16-25
16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

Efesios 4:22-24
22En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Tito 3:3
Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

1ª Pedro 1:13-14
13Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia.

1ª Pedro 2:11
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.

1ª Pedro 4:1-3
1Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

2ª Pedro 2:9-10
9sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; 10y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.

Santiago 1:14-15
14sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Santiago 4:1-3
1¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

3] ¿Qué persigues, a dónde apuntas, qué tratas de encontrar?
¿Cuáles son tus metas y expectativas?
Ésta pregunta captura el hecho de que siempre eres activo y te mueves en alguna dirección. Somos buscadores de propósito, la motivación humana nunca es neutral o pasiva como si nuestros deseos, instintos o voluntad fueran controlados desde afuera haciéndonos “inconcientes”, “frustrándonos” o “condicionándonos”.
Las personas son verbos activos.

Mateo 6:32-33
32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

2ª Timoteo 2:22
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

4] ¿En dónde depositas tus esperanzas?
La dimensión del futuro es prominente en la interpretación divina de las motivaciones del hombre. La gente está dispuesta a sacrificarse a cambio de obtener lo que espera.
¿Qué es lo que esperas? Las personas en desesperación tienen su esperanza frustrada. ¿Cuáles son esas esperanzas destrozadas?

1ª Timoteo 6:17
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

5] ¿A qué le temes? ¿Qué es lo que no deseas?
¿Qué es lo que te hace entristecerte?
Los temores pecaminosos son demandas invertidas.
Si quiero evitar algo a cualquier precio, vergüenza, incomodidad, pobreza, enfermedad, arrepentimiento, etc. Entonces soy gobernado por un temor pecaminoso y demandante.

Mateo 6:25
25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mateo 13:22
El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

6] ¿Qué piensas que necesitas?
¿Cuáles son las “necesidades” que más experimentas?
Ésta pregunta contempla tus aspiraciones en términos de lo que esperas recibir, conseguir y obtener. Las necesidades percibidas frecuentemente son tomadas como evidencia de las necesidades que debemos satisfacer, no como engañosas cadenas de esclavitud.
Nuestra cultura de necesidades refuerza los instintos y hábitos carnales.
En muchos de los casos, las necesidades percibidas de la persona se expresan en demandas idólatras de amor, comprensión, control, afirmación y realización.

1ª Reyes 3:10-14
10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 13Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

7] ¿Cuáles son tus planes, agendas, estrategias e intenciones que anhelas hacer realidad?
El egoísmo se esconde aún detrás de los planes más nobles.

8] ¿Qué te motiva?
¿Qué sol hace girar tu planeta?
¿Dónde encuentras tu paraíso?
¿Qué ilumina tu mundo?
¿De qué fuente de vida, esperanza y deleite bebes?
¿Qué es lo que realmente te interesa?
¿Cómo es el castillo que construyes en las nubes?
¿Cuál es el sueño de tu vida?
¿Qué te inspira para vivir?

Estos deseos funcionan perversamente poniéndonos a nosotros mismos en el centro del universo. Se Supone que debemos añorar al Dador por encima de lo que él nos da.
En nuestra idolatría tendemos a hacer dioses de las bendiciones de Dios y reemplazar al Señor.Jeremías 2:13Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

Jeremías 17:13
¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.

9] ¿Dónde encuentras refugio, seguridad, escape, confianza, comodidad?
Ésta es la pregunta que se repite tanto en los Salmos.
Revela tus falsas esperanzas, tus formas de escape que sustituyen al Señor. Muchos “comportamientos adictivos” son delatados por ésta pregunta. Con mucha frecuencia afloran en los momentos de dificultad y prueba y funcionan como falsos refugios.
Salmo 23, 27, 31, 46 y más.

10] ¿A quién deseas complacer?
¿La opinión de quién te importa?
¿De quién buscas aprobación y temes el rechazo?
¿En base al sistema de valores de quién te evalúas?
¿Ante los ojos de quién estas viviendo?
¿El amor y la aprobación de quién estas buscando?
Cuando te apartas de Dios te internas en la jungla de la distorsión.
Tiendes a vivir ante tus propios ojos o ante la mirada de alguien más; o ambas cosas.
Los “ídolos sociales” que acaparan tu aprobación o temor pueden tomar numerosas formas; aceptación o rechazo, ser tomado en cuenta o excluido, alabanza o crítica, afecto u hostilidad, adoración o desprecio, intimidad o indiferencia, compresión o burla.

Proverbios 29:25
El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.Juan 12:43Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

1ª Corintios 4:3-5
3Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. 4Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. 5Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

2ª Corintios 10:17-18
17Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; 18porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.

11] ¿Quién es tu modelo a seguir?
¿Qué clase de persona crees que debes ser o deseas ser?
¿Quién es tu héroe?


12] ¿Cómo defines, mides y distingues el éxito y el fracaso, lo correcto y lo equivocado, lo deseable de lo indeseable en cualquier situación particular?

13] ¿Qué te brindaría el mayor placer, felicidad y deleite?
¿Cuál sería tu mayor pena o miseria?

14] ¿Qué logro o victoria te haría más feliz?

15] ¿Cuáles son tus quejas más frecuentes?
¿Qué “derechos” son los que más demandas?

16] ¿En qué situaciones te sientes presionado o tenso?
¿Cuándo te sientes seguro y relajado?

17] ¿Cuáles son tus motivos de oración?
¿Cuáles son tus peticiones más frecuentes?
¿Cuáles son los motivos por los que agradeces cada día?

18] ¿En qué piensas la mayor parte del tiempo?
¿Qué te preocupa u obsesiona?
¿Cuándo despiertas, hacia dónde conduces tus pensamientos?

19] ¿De qué hablas con mayor frecuencia?
¿Qué temas te interesan?
¿Qué es importante para tí?

20] ¿Cómo administras tu tiempo?
¿Cuáles son tus prioridades?

21] ¿Cuáles son tus fantasías más recurrentes?

22] ¿Quién es el salvador, juez, gobernador, proveedor y protector en tu mundo?

23] ¿Cómo piensas de ti mismo?
¿Qué característica de ti te agrada más?
¿Qué te agrada menos de ti?

24] ¿Cuál es tu pecado más recurrente?

25] ¿Qué te gustaría cambiar de tu vida?
¿Qué desearías que fuera diferente?
¿De qué manera y en qué medida quisieras que fuera diferente?

[9] Traducido y modificado del Capítulo 7: “X-Ray Questions” de David Powlison en Seeing with new eyes / P&R Publishing 2003